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La última locura de las verbenas gallegas: árboles talados y 'cruceiros' en peligro
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varios incidentes este verano

La última locura de las verbenas gallegas: árboles talados y 'cruceiros' en peligro

Las agresiones al patrimonio cultural y natural se suceden ante la pasión de los aficionados por las grandes orquestas

Foto:  Actuación de la orquesta Panorama. (Panorama)
Actuación de la orquesta Panorama. (Panorama)

La afición por las orquestas en Galicia se está desmadrando. Lo sospechaba la Agencia Tributaria, que descubrió con sus registros de las oficinas de contratación que el negocio movía muchos más millones de euros de los que se declaraban. Además del fisco, la pasión verbenera tiene otras víctimas, y no son precisamente sus detractores. Se trata del patrimonio cultural y natural, que muchas comisiones de fiestas asaltan con tal de poder ver sobre el escenario a héroes locales como París de Noia o Panorama, las grandes estrellas del verano festivalero gallego.

Las principales orquestas hacen llegar a los lugares más recónditos de la geografía gallega sus enormes camiones, vehículos que se transforman en escenarios de hasta 12 metros de altura, aunque para ello haya que meterlos por caminos por los que normalmente no caben dos coches. Lo que ocurra a ambos lados de la senda a menudo no importa, como saben en Tui. En concreto, en la parroquia de Malvas (328 habitantes), donde en 2016 se llevaron por delante especies protegidas para dejar paso a la ya mítica caravana de la Panorama, un combo que puede convocar en sus conciertos hasta a 10.000 personas. En concreto, cinco liquidámbares y otros tantos plataneros, lo que le costó a la asociación vecinal una sanción de 6.000 euros impuesta por la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta.

Foto: Actuación de la orquesta gallega Paris de Noia. (YouTube)

En esa ocasión, medió la denuncia de un particular, la persona que hace décadas había plantado los árboles que sucumbieron a la maquinaria pesada contratada por los vecinos. Pero la mayoría de las veces, este tipo de actuaciones afectan a monte comunal sin que nadie se atreva a levantar la voz contra el gran evento de las verbenas parroquiales. Ocurre que es más difícil disimularlas cuando los árboles que sufren las ansias de fiesta de los vecinos están situados en pleno centro del pueblo, como ocurrió este verano en Ponte Caldelas. La agresión a la fronda fue tan indiscutible que el propio alcalde tuvo que salir a pedir perdón a los vecinos.

Actuaba la París de Noia, rival encarnizada de la Panorama por el trono de la gran orquesta gallega. Ese 26 de agosto la cosa ya empezó regular, porque uno de los cuatro camiones que desplaza el grupo se cargó el alero del mercado municipal en su camino hacia la Alameda central. Los técnicos habían garantizado que el escenario, de 35 metros de largo, 14 de fondo y 12 de alto, se podía desplegar en versión reducida, de 23 metros de longitud, para encajarlo en tan angosto emplazamiento. Y como no eran capaces de conseguirlo, siempre según la versión del alcalde, decidieron por su cuenta y riesgo cortar las ramas más gordas de unos plataneros centenarios, que dan sombra a una de las calles más emblemáticas de la localidad.

La orquesta exculpó al alcalde para trasladar la responsabilidad a la agencia que se encargó de la contratación, que debía estar obligada a conocer las dimensiones del escenario. El concierto comenzó con hora y media de retraso y se prolongó hasta las cuatro de la mañana, un extra de París de Noia que calmaría a los fans, pero no al alcalde, Andrés Díaz, que asumió "toda la responsabilidad" y se declaró "avergonzado" por lo sucedido. "Un fallo grave" obligó al Ayuntamiento a efectuar las talas, una situación que se produjo porque se descartó un emplazamiento alternativo para un escenario menor. "Si lucía menos, lucía menos", se lamentaba, aunque deslizaba que, en años anteriores, sus antecesores en el gobierno municipal habían hecho lo mismo, e incluso talar dos árboles "por el pie".

Nadie parece dispuesto a renunciar a la espectacularidad de estos reyes del verano. El propio regidor presumía en sus redes sociales unas horas antes del evento de la llegada de la caravana musical al pueblo, en un 'post' ilustrado con una foto de los sensacionales vehículos. "Llegan los cuatro camiones de la París de Noia. ¡A lo loco con la París!", anunciaba.

placeholder Cruceiro de Baltar, Melide. (Wikipedia)
Cruceiro de Baltar, Melide. (Wikipedia)

El de Ponte Caldelas no es un caso aislado. La Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), denuncia desde hace tiempo la "falta de respeto al patrimonio cultural y natural" por parte de ayuntamientos y comisiones de fiestas. Cita el caso más reciente, pero también otros anteriores. Entre ellos, el de Melide, donde unos días antes un concierto de la Panorama amenazó con llevarse por delante el que, según Castelao, es el 'cruceiro' más antiguo de Galicia. "Ya es hora de dejar de destruir el patrimonio cultural y natural por culpa de los palcos de las orquestas gallegas. Las comisiones de fiestas tienen que calcular y los ayuntamientos inspeccionar", denuncia Apatrigal, que reclama el cumplimiento de la Ley de Espectáculos y de la del Patrimonio Cultural.

En Melide se evitó el desastre por centímetros. El crucero, del siglo XIV y catalogado como Bien de Interés Cultural, se encuentra junto a la iglesia de San Roque, en cuyo honor se celebran las fiestas, precisamente la zona donde se celebró la verbena. Por lo general, el monumento religioso se protege con un simple vallado metálico, una medida considerada insuficiente por el Museo Terra de Melide. Pero las dimensiones del escenario de la Panorama son palabras mayores, por lo que los operarios pegaron las vallas a la estructura de piedra. La Policía local ordenó que se retiraran unos metros y levantó acta. Una de las piezas que componían el soporte del escenario se levantó sobre los propios escalones del crucero. Todo ello provocó las protestas del museo y de Apatrigal.

La asociación de defensa del patrimonio recuerda que la Ley del Patrimonio Cultural de Galicia establece como espacio protegido un radio de 20 metros alrededor de los elementos singulares del patrimonio etnológico. Otro artículo indica que "no se podrá autorizar la construcción de cierres perimétricos, totales o parciales, a partir de sus soportes". La instalación de un escenario en ese espacio de protección de 20 metros debe contar con la autorización previa de la Dirección General de Patrimonio, advierte Apatrigal. Como no es la primera vez que el 'cruceiro' se ve amenazado, la situación ya venía siendo denunciada ante la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, que tiempo atrás abrió una investigación y reclamó al Ayuntamiento medidas de protección. Pero, últimamente, en Galicia puede más la pasión por las orquestas que la defensa del patrimonio.

La afición por las orquestas en Galicia se está desmadrando. Lo sospechaba la Agencia Tributaria, que descubrió con sus registros de las oficinas de contratación que el negocio movía muchos más millones de euros de los que se declaraban. Además del fisco, la pasión verbenera tiene otras víctimas, y no son precisamente sus detractores. Se trata del patrimonio cultural y natural, que muchas comisiones de fiestas asaltan con tal de poder ver sobre el escenario a héroes locales como París de Noia o Panorama, las grandes estrellas del verano festivalero gallego.

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