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¿En qué fase de la desescalada se puede volver a ir al dentista con normalidad?
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¿En qué fase de la desescalada se puede volver a ir al dentista con normalidad?

Solo una persona en la consulta, enjuagues de un minuto antes de la exploración y EPI para los especialistas, entre las medidas recogidas por el Ministerio de Sanidad

Foto: Foto: Efe
Foto: Efe

​​Desde el pasado mes de abril, todos los centros sanitarios que aparecieran recogidos en la orden ministerial del Boletín Oficial del Estado (BOE) del día 1 debían echar el cierre por la crisis sanitaria del coronavirus al no considerarse como servicio esencial. Entre ellos se encontraban los dentistas, que solo podían atender a los clientes en casos de urgencias. Al menos así era hasta ahora, ya que el proceso de desescalada diseñado por el Gobierno ha supuesto la reapertura de la gran mayoría de estas actividades que se vieron forzadas a parar durante el estado de alarma.

El pasado 3 de mayo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) emitió una orden ministerial por la que se autorizaba a la reapertura de todas actividades económicas que habían quedado suspendidas tras el decreto del estado de alarma. En los capítulos I y II de la misma orden se recogen las condiciones bajo las que tuvieron que abrir "los establecimientos y locales comerciales minoristas y de prestación de servicios asimilados" y "las actividades de hostelería y restauración", pero no hace mención expresa a las clínicas dentales. Aunque sí especificaba que podían reabrir sus puertas los comercios de menos de 400 metros cuadrados, al menos así era en la fase 0, ya que para la fase 1 de desescalada también está permitida la reapertura de estos establecimientos de superficie mayor siempre y cuando se pueda acotar un espacio para ajustarse a esas dimensiones.

¿En qué condiciones se puede acudir a una cita?

Mientras esperaban a que el BOE detallara el protocolo a seguir para que las clínicas dentales retomasen su actividad, el Ministerio de Sanidad ha lanzado una 'Guía de buenas prácticas' destinada a este sector, en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST). En este documento oficial se desglosan algunas normativas de higiene para los trabajadores y así evitar contagios en los clientes. Para su elaboración, según señala, se ha tenido en cuenta “toda la información publicada por las autoridades competentes hasta la fecha de su elaboración”.

En primer lugar, el ministerio establece la colocación de carteles informativos sobre la adecuada higiene de manos y medidas de prevención de contagios por vías respiratorias, tanto en la entrada como en la sala de espera. Además, los trabajadores tienen que recibir información actualizada sobre las recomendaciones sanitarias que debe seguir cada uno.

Solo una persona por sala y enjuagues de un minuto con povidona para los pacientes

Asimismo, deben disponer de "los productos de higiene necesarios" para clientes y empleados, entre los que deberá de haber, al menos, jabón, pañuelos desechables y solución hidroalcohólica. Junto a esta normativa apuntan a que el secado de manos tras el lavado de manos se hará "con papel" y que "deben retirarse las toallas si las hubiera y evitar el uso de secadores de aire". Para la correcta higiene del centro y las superficies, desde Sanidad instan a usar lejía y productos virucidas aprobados por las autoridades sanitarias. Además, las clínicas tienen que disponer de una "barrera física" que proteja, ya sea una mampara o un cristal y, si es posible, señalizar con marcas o bandas en el suelo la distancia a la que tendrán que colocarse los clientes en la recepción.

placeholder Triaje de pacientes en clínicas dentales. Foto: Consejo de Dentistas de España
Triaje de pacientes en clínicas dentales. Foto: Consejo de Dentistas de España

Junto a estas medidas de higiene y protección, el ministerio de Salvador Illa también recoge un protocolo en la petición de citas de los clientes que contempla, además de las medidas habituales, otras normas como incluir en el historial de cada usuario cuestiones en relación "con los síntomas compatibles con el covid-19 (fiebre, tos, disnea y pérdida de olfato entre otros)".

Otra de las medidas que es recomendable que se siga es que, antes de acudir a la cita, los pacientes se enjuaguen con "povidona al 0,2% o agua oxigenada (peróxido de hidrógeno) al 2% antes de venir a la consulta si es posible" y garantizar una adecuada ventilación en todo el local, sala de espera — donde no puede haber revistas ni libros — y gabinete. Lo que también recomiendan a los clientes es que vayan a la clínica ataviados con lo imprescindible, es decir, que procuren no llevar objetos o prendas que no necesiten. Asimismo, en la propia consulta solo se dejará pasar al paciente, sin ningún acompañante (salvo en casos de personas con dependencia o situación justificada).

"Según el Consejo de dentistas se recomienda cubrir el sillón y las zonas de contacto frecuente con film de plástico entre paciente y paciente. El dentista y el auxiliar o higienista dental deben ponerse todos los equipos de protección individual recomendados en la evaluación de riesgos antes de entrar al gabinete (ante cualquier duda solicitar ayuda al servicio de prevención)", destaca el documento. Además, antes de la exploración, el paciente tiiene que enjuagarse durante un minuto con peróxido de hidrógeno al 1% o povidona yodada al 0,2%.

Durante la consulta, todo el material que haya sido usado para un paciente tiene que estar cubierto con una funda desechable y, al finalizar, todo lo que haya sido utilizado de carácter reutilizable se tira en los contenedores. Además, apuntan que para la desinfección de las impresiones dentales se seguirán las recomendaciones establecidas por las asociaciones profesionales de odontología, puesto que requieren de un tratamiento especial frente al SARS-CoV-2 al no ser efectivo el glutaraldehído.

​​Desde el pasado mes de abril, todos los centros sanitarios que aparecieran recogidos en la orden ministerial del Boletín Oficial del Estado (BOE) del día 1 debían echar el cierre por la crisis sanitaria del coronavirus al no considerarse como servicio esencial. Entre ellos se encontraban los dentistas, que solo podían atender a los clientes en casos de urgencias. Al menos así era hasta ahora, ya que el proceso de desescalada diseñado por el Gobierno ha supuesto la reapertura de la gran mayoría de estas actividades que se vieron forzadas a parar durante el estado de alarma.

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