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El 'show' de Villarejo: acusa al exjefe de la UCO de urdir un montaje contra Zaplana e implica a Rajoy
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DECLARACIÓN EN EL JUICIO

El 'show' de Villarejo: acusa al exjefe de la UCO de urdir un montaje contra Zaplana e implica a Rajoy

El excomisario de Policía afirma que el empresario sirio que halló los documentos en el piso del exministro era agente del CNI y que Sánchez Corbí le dijo que "había que sembrar cosas" para poder investigar

Foto: José Manuel Villarejo, en la Ciudad de la Justicia de Valencia. (EFE/Jordi Ferrer)
José Manuel Villarejo, en la Ciudad de la Justicia de Valencia. (EFE/Jordi Ferrer)
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Se esperaba un espectáculo testifical y no defraudó. Otra cosa es la credibilidad que le otorgue el tribunal. El excomisario de Policía Nacional, José Manuel Villarejo, que acumula causas judiciales y ha sido condenado por la Audiencia Nacional a 19 años de prisión por revelación de secretos y falsedad documental, abonó este jueves la tesis de la defensa del exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, de un supuesto montaje policial para arrancar una investigación contra el también expresidente de la Generalitat valenciana. Y lo hizo, además, apuntando alto y señalando directamente al que fue coronel-jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, dando a entender que fue responsable de usar de forma artificial los llamados 'papeles del sirio' para justificar la apertura de una causa judicial.

"Me dijo que fue un acto provocado para provocar la investigación. Me dijo que no había más remedio que sembrar cosas. Es normal que se haga con los terroristas, pero no para cargarse un político. Yo no sé si tenía o no dinero en el extranjero", afirmó Villarejo a preguntas del abogado de Zaplana, Daniel Campos, que ha reclamado la nulidad de esa prueba original para intentar anular todo el procedimento y liberar a su cliente. En su declaración en el juicio en jornadas anteriores, los agentes de la UCO que han participado en las diligencias han defendido en todo momento la legalidad de su actuación. Los tribunales, en las distintas instancias, también han negado la nulidad en los recursos presentados por la defensa de Zaplana durante la fase de instrucción. Villarejo, que no aportó ninguna prueba de sus afirmaciones, se atrevía, poco menos, que a insinuar una prevaricación del entonces jefe de la UCO. También sembró dudas sobre su entonces número dos, Francisco Almansa, hoy jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Algeciras y muy centrado en la lucha contra el narcotráfico.

Los documentos son cuatro folios denominados como 'hoja de ruta' en los que se hacen referencias a las empresas de la familia Cotino, entre ellas la luxemburguesa Imison Internacional, mercantil que sirvió para canalizar las comisiones por las concesiones de ITV y parques eólicos, según han confesado durante el juicio Vicente y José Cotino y el presunto testaferro de Zaplana, Joaquín Barceló 'Pachano'. A partir de ese hilo, y tras una larga y minuciosa instrucción, los investigadores de la UCO, en colaboración con la Fiscalía Anticorrupción, han destapado una trama de movimientos de fondos usando cuentas y sociedades en paraísos fiscales y la repatriación de dinero a España para realizar operaciones inmobiliarias, como la compra del piso en la calle Núñez de Balboa de Madrid en el que Zaplana residió durante varios años y figuraba a nombre de una sociedad llamada Costera del Glorio.

Foto: Imad al Naddaf, segundo por la derecha, en un encuentro en la Delegación del Gobierno de Valencia con otros líderes árabe-musulmanes.

El empresario sirio Imad al Naddaf Yalouk ratificó el día anterior en el juicio, como testigo llamado por la Fiscalía Anticorrupción, que había encontrado los documentos en un pequeño hueco junto a una caja fuerte en el piso de la Plaza de Legión Española de Valencia en el que vivía alquilado y que fue propiedad de Zaplana hasta finales de 2006. Según dijo, se los entregó a Marcos Benavent, exgerente de Imelsa, al que conocía por sus vínculos institucionales como representante de la comunidad árabe en Valencia. Los papeles fueron incautados por la UCO en un piso del que era abogado de Benavent, Ramiro Blasco, en el marco de un registro por el caso Taula, que afectaba también a dirigente del Partido Popular valenciano.

Villarejo construyó todo un relato de presunta conspiración de políticos y cuadros policiales ya desde el año 2011 para "conseguir información que fuera judicializable" contra Zaplana y que "había más interés en su propio partido (el PP) en desacreditarlo que en el PSOE. (Alfredo Pérez) Rubalcaba tenía buena relación con su cliente", le dijo al abogado. En este punto, el excomisario señaló que mantenía en aquellos años relación con el que director general de la Policía Nacional con el Gobierno de José María Aznar, Juan Cotino. "¿Cotino tenía interés en investigar a Zaplana?", le preguntó el abogado Campos. "Sí. Por lo que yo vi por él, no era un interés propio, se lo pedía que lo hiciera el señor (Mariano) Rajoy", afirmó Villarejo sobre quien en los años en que arranca la investigación contra el exministro (2017) era presidente del Gobierno. La detención por orden judicial se hizo en mayo de 2018, con el popular Juan Ignacio Zoido al frente del Ministerio del Interior. "El señor Cotino me decía que Rajoy estaba obsesionado con él", insistió Villarejo. "Por las razones que sea pensaban que Zaplana podía, en el futuro, disputarle el liderazgo", se sacó de la manga.

También salpicó al que fue jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), José Luis Olivera, al señalar que tenía conocimiento de esos intentos que justificar la apertura de investigaciones contra Zaplana. "Me dijo que con los datos que le estaban dando no pensaba hacer caso de unos rumores (la existencia de fondos en el extranjero) a base de colocar historietas para justificar investigaciones policiales".

Foto: El exministro y 'expresident' de la Generalitat Eduardo Zaplana. (EFE/Biel Aliño)

Ni Olivera ni Sánchez Corbí han sido llamados a testificar, por ahora, por lo que las graves afirmaciones de Villarejo referidas a un posible montaje o conspiración político-policial, no tendrán posible contraste y su credibilidad quedará a criterio del tribunal que preside el magistrado Pedro Castellano. Habrá que ver si el fiscal decide deducir testimonio al final del juicio y atribuir a Villarejo un posible falso testimonio.

El excomisario describió también un perfil del empresario Imad al Naddaf Yalouk vinculado a los servicios secretos españoles. Dijo que era agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desde la década de los años noventa. "Estaba muy implicado con el tema de los musulmanes, era un hombre activo. "No quiero quebrar el secreto profesional, pero ya está quemado desde el punto operativo. No creo que comprometa nada desde el punto de vista de la seguridad nacional". Según afirmó, como colaborador de los servicios de inteligencia contribuyó a destapar un agente de la Dirección General de Seguridad de Marruecos en 2012 y "se infiltró" en las mezquitas musulmanas en España.

También metió en el mismo paquete de supuestos colaboradores de la conspiración al asesor financiero uruguayo Fernando Belhot, que ha testificado haber sido testaferro de Zaplana y haber gestionado en el exterior su patrimonio opaco procedente de las comisiones por el amaño de concursos en favor de la familia Cotino. "Cuando estaba apretado, usaba al CNI para que le librase de los problemas", dijo Villarejo, en una declaración dirigida a socavar la credibilidad de otro de los testigos claves de la Fiscalía Anticorrupción.

Foto: Marcos Benavent, en su comparecencia ante el juez del caso Taula. (EFE)

Tras la testifical de Villarejo le tocó el turno a Marcos Benavent, también citado por la defensa de Zaplana. El autodenominado 'yonqui del dinero' se desdijo de su declaración durante la instrucción, en la que ratificó los documentos que le había entregado Naddaf Yalouk y dio crédito a su relato del hallazgo casual, también confirmado por los agentes de la UCO que han declarado en el juicio. Benavent afirmó que aquella primera declaración la realizó a petición de los investigadores sin contar con todas facultades mentales intactas tras haber estado "toda la noche bebiendo y fumando". Explicó que no autorizó a su abogado a entregar la documentación a los agentes del caso Taula que encontraron los documentos que luego dieron lugar al caso Erial.

También afirmó que conocía al empresario sirio cuando era gerente de Imelsa y que este le ofreció "un tocho" de documentos que implicaba a muchos dirigentes del PP. Finalmente, se quedó solamente la parte referida a los Cotino. Tras ser incautados los papeles en el despacho de su abogado Ramiro Blasco, explicó que los investigadores le pidieron que contactase de nuevo con Naddaf Yalouk para poder localizarlo y hablar con él. Benavent relató que fue entonces cuando se reunió con el empresario para avisarle del interés de los investigadores. "Nos inventamos lo del altillo del piso de Zaplana", detalló. También insistió varias veces en que los documentos del serio estaban en "una carpeta personal" y que no autorizó a su abogado a entregarlas a la UCO.

El abogado de Benavent desdijo el testimonio del que había sido su cliente. Insistió en que en las fechas en que se produjo la incautación de los documentos estaban colaborando "plenamente" con la Justicia y ofrecieron entregar documentación relativa al casi Taula. Esto dio lugar a una diligencia judicial que autorizaba a la UCO a recoger las cajas en el piso de Blasco. Blasco insistió en que no conocía la existencia de los 'papeles del sirio' entre el conjunto de documentos y que en ningún momento vulneró el secreto profesional. "En ningún momento Benavent me dijo que hubiera nada que no tuviera que ver" con el caso Taula, "Imelsa y derivados".

El letrado desveló, además, que hace tres semanas recibió una visita de la hermana de Benavent para pedirle que testificara que "el registro del despacho era ilegal" y cambio pudieran "reconciliarse". Blasco defendido este jueves en su declaración en todo momento la legalidad de la entrega de aquella documentación. Las defensas fueron incisivas en este punto, en el marco de su intento por declarar irregular el "hallazgo casual" de los documentos que detonaron el caso Erial.

Se esperaba un espectáculo testifical y no defraudó. Otra cosa es la credibilidad que le otorgue el tribunal. El excomisario de Policía Nacional, José Manuel Villarejo, que acumula causas judiciales y ha sido condenado por la Audiencia Nacional a 19 años de prisión por revelación de secretos y falsedad documental, abonó este jueves la tesis de la defensa del exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, de un supuesto montaje policial para arrancar una investigación contra el también expresidente de la Generalitat valenciana. Y lo hizo, además, apuntando alto y señalando directamente al que fue coronel-jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Manuel Sánchez Corbí, dando a entender que fue responsable de usar de forma artificial los llamados 'papeles del sirio' para justificar la apertura de una causa judicial.

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