Cómo un convento para huérfanos se convirtió en el epicentro valenciano de la música folk

En 1812, Napoleón retiró a gran parte de sus tropas apostadas en la península ibérica para afrontar la invasión del Imperio ruso. Esta decisión cambió el rumbo de la guerra en España, en beneficio británico y del Consejo de Regencia. Fernando VII volvió a las que él aún consideraba sus posesiones dinásticas, llegando a Valencia el 16 de abril de 1814. Allí le esperaban la primera Constitución española, la Pepa, y un manifiesto absolutista, de los Persas. El borbón no juró la carta liberal por la que debía compartir su soberanía con un nuevo sujeto político, la nación española, y el capitán general de Valencia, Francisco Javier de Elío, ofreció su ejército al monarca para recuperar plenos poderes, en el que resultó ser el primer pronunciamiento militar contemporáneo de la historia del país. El rey finiquitaba a una nación neonata.

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El teniente general Elío fue la mano ejecutora del absolutismo contra el proyecto constitucional en Valencia. Durante su mandato asesinó a diecinueve liberales hasta su cese en 1820, tras la victoria de Riego, que obligó al monarca a reestablecer la Constitución de Cádiz. En 1822, fue pasado por el garrote vil tras urdir un motín anticonstitucional. Su único logro para el legado de la ciudad es haber impulsado la creación de un hospicio donde minimizar los efectos de la mendicidad callejera: la Beneficencia.

Aquel asilo se integró en la estructura de un convento levantado por la Orden de los Agustinos en 1520, y abandonado por estos ante las molestias vecinales ocasionadas por el inmenso burdel que fue aquella zona de Valencia, entre los años 1326 y 1671. La Casa de Beneficencia no se desmanteló hasta 1981, y un año después se instaló allí el recién creado Museo de Etnología de la Diputación de Valencia.

Durante los últimos veinte años, de mayo a mayo, y de jueves a jueves, el patio de la Beneficencia de Valencia, entre las calles Corona y Guillem de Castro, ha visto desfilar a los grandes del folk y de las músicas de raíz. “El festival lo puso en marcha el anterior director, Paco Tamarit. En un primer momento, era una sección de un festival llamado Mare Nostrum, donde el Centre Cultural La Beneficència programaba música, de diversos estilos, todos los sábados del año. Por aquí pasaron Jordi Savall o La Venexiana. Esa sección de folk y músicas del mundo se convirtió, ya bajo control del Museu d'Etnologia de València, en el Etnomusic a principios del siglo XXI. No hemos parado nunca, ni siquiera durante la pandemia: en 2020 trajimos a la cantaora barcelonesa Mayte Martín”, comenta Francesc Cabañés, coordinador del Etnomusic.

Además de la reconocida compositora catalana, ganadora de la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura en 2021, otros ilustres del folclore tradicional y de vanguardia nacional como Eliseo Parra, Carmen París, Uxía, Marinah (Ojos de Brujo), Vanesa Muela, Ana Alcaide, Raúl Rodríguez, La Banda Morisca, Korrontxi, Rosario La Tremendita, Benito Cabrera o Coetus han actuado frente a los 300 espectadores que completan los aforos del claustro y de la capilla neobizantina del recinto valenciano.

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La música de raíz valenciana del siglo XXI ha encontrado en el Etnomusic un espacio de visibilidad y dinamización para el sector. Desde el veterano fundador del grupo Al Tall, Miquel Gil (Catarroja, 1956) hasta jóvenes cantaores de folk autóctono como Jonatan Penalba (L'Alcudia, 1991), han desplegado en el ciclo sus propuestas artísticas, junto a nombres como L’Ham de Foc, Reina Roja, Pep Gimeno Botifarra, Sis Veus, Carles Dénia, Mara Aranda, Efrén López, José Aparicio Apa, Eduard Navarro, Xavier de Bétera, Christian Penalba, Aljub, Urbàlia Rurana, Ataxía, Amores o Jerez Texas.

Desde 2016, la dirección artística del Etnomusic corre a cargo del periodista musical Paco Valiente: “Antes de incorporarme al equipo del festival, cubrí las primeras ediciones para diversos medios especializados, y en los últimos años hemos integrado en el ciclo a las flamantes voces de vanguardia”. Su asesoramiento ha sido fundamental para convertir el Etnomusic en una de las citas imprescindibles de la música folk de todo el país, donde no han faltado figuras internacionales como Cristina Branco y Sara Correia de Portugal, Ross Daly de Inglaterra, Marcelo Mercadante de Argentina, Gabacho Maroc y Matthieu Saglio de Francia, Nakany Kanté de Guinea o Rachelle Androli y Rocco Nigro de Italia.

La ampliación de los conciertos a los sábados noche, durante la primera quincena de junio, es la constatación del interés en la búsqueda del Etnomusic por atraer a público valenciano entre las generaciones más jovenes. Este año destaca la presencia en el cartel de Rocío Márquez. La onubense es la voz actual del flamenco, y su fusión con el punk electrónico del jerezano Bronquio fue considerado, el pasado 2022, como uno de los discos del año.