La guerra del agua dispara las tensiones entre Puig y el Gobierno central : “Es inaceptable”

La Generalitat valenciana sospecha que los acuerdos cerrados con el Ministerio de Transición Ecológica en relación con el trasvase del Tajo-Segura no se cumplirán. La última reunión del Consejo del Agua, que afecta a varias comunidades autónomas, se cerró el pasado 29 de noviembre con la intención de mantenerlo y evitar, entre otras cosas, el descontento de los regantes. Este lunes se conocía que finalmente se recortará el trasvase y se aumentara el precio del agua desalinizada.

Es precisamente esta cuestión la que ha provocado una respuesta más contundente del president, que hasta entonces había mantenido un tono dialogante con el Gobierno en cuanto a los caudales ecológicos. “Es inaceptable”, sentenció el presidente del Consell, Ximo Puig. “Va en dirección absolutamente contraria a lo que es un planteamiento de transición que facilite agua para siempre”, añadió.

TE PUEDE INTERESAR

Los retos de Ximo Puig a cinco meses de las elecciones: luchar contra la inflación y más empleo

A. Farnós

El descontento del líder del Ejecutivo regional es palpable. Puig remitió un escrito a la presidenta del Consejo de Estado, Magdalena Valerio, solicitando conocer de primera mano la redacción final de los planes hidrológicos que afectan a su región y presentar alegaciones. “Exigimos una rectificación y que no solo no aumente el precio del agua, sino que se ayude a los agricultores para poder mantener sus explotaciones”, declaró al respecto.

En caso de incumplimiento, la Generalitat aseguró que haría todo lo que estuviese en su mano para defender la continuidad de la obra y apoyar las demandas de los regantes. Ahora la pelota está en el campo del Consejo de Estado; deberá emitir el dictamen sobre el proyecto del real decreto y remitirlos al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.

TE PUEDE INTERESAR

La guerra del agua dispara la tensión entre los territorios y amenaza con llegar a los tribunales

L. B.

Las últimas informaciones al respecto no han sentado nada bien a los agricultores. Su principal reivindicación siempre ha sido evitar el fin del trasvase porque, según argumentan, se limitaría el agua para el regadío. Los afectados se han concentrado en multitud de ocasiones para defender su postura, y por ello han convocado una nueva manifestación el próximo 11 de enero frente al Ministerio de Transición Ecológica en Madrid.

Al descontento de los regaderos hay que sumarle la crítica de la oposición. El líder del PP en la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, tachó de engaño la idea del agua para siempre que trató de defender Puig tras sus acuerdos en el Consejo del Agua. "Llevamos 22 recortes del trasvase Tajo-Segura injustificados, sin ningún informe técnico que lo avale, y un informe en el Consejo de Estado con un gravísimo recorte, donde Puig se ha abstenido, se ha callado. No tiene ni autoridad moral, ni de certeza, ni política para hablar de trasvase. La ha perdido porque sigue queriendo engañarnos", aseveró.