Los socialistas pelean contrarreloj para ‘rascar’ inversiones de los PGE para Alicante

La presión del empresariado hacia el Gobierno de Pedro Sánchez continua activa y buena cuenta de ella la sufrió ayer en primera persona el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, durante su visita a Alicante. Tras una hora y media de reunión con la plana mayor de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), el titular de Exteriores se comprometió a llevar sus demandas a sus compañeros del Consejo de Ministros.

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El gesto, que algunos empresarios calificaron de diplomático, convive con una verdadera carrera a contrarreloj que han iniciado las filas socialistas para intentar presentar, antes del jueves, una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado. El objetivo: lograr calmar las aguas y salvar una situación de infrafinanciación para la provincia de Alicante, más allá de los “errores” que ya reconoció la propia delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

La Generalitat Valenciana y la delegación están trabajando para que las cuentas cuadren o al menos no supongan un agravio que el Instituto de Estudios Económicos alicantino (Ineca) cifró en 85,48 euros por habitante en inversiones frente a una media nacional de 283,72 euros. La continua infrafinanciación en este ámbito y la escasa ejecución, de un 42%, provocaron una revuelta empresarial que sigue sumando respaldos a través de la plataforma 'Alicante merece más'.

El calendario de las Cortes está ya fijado y el Gobierno prevé salvar las enmiendas generales esta semana. Según fuentes socialistas, el jueves acaba el plazo para poder dar un giro a la situación. Nadie espera grandes sorpresas, es más, los mismos dirigentes socialistas de la Comunidad Valenciana y, especialmente los de Alicante, consideran un logro conseguir que vía infraestructuras se materialice alguno de los proyectos pendientes.

Ya la semana pasada, fuentes empresariales hablaban de “parche” como la máxima aspiración que se podría lograr este año; sin embargo, la denuncia por activa y pasiva que se está haciendo encabezada por la CEV quiere provocar un cambio de tendencia. Desde que saltaran las alarmas a principio de octubre, el argumentario empresarial se ha basado en los estudios de Ineca y la cifra de infrafinanciación es de vértigo: 3.350 millones desde 2008. “Si Alicante deja de estar en la cola se habrá conseguido algo, pero a este año, llegamos tarde”, reconocía uno de los empresarios.

La escucha de Albares

Solo un cambio en la media inversora podría frenar la hoja de ruta iniciada por la CEV que ya ha cerrado una reunión a finales de semana con los sindicatos para llevar la demanda a la ‘Plataforma per un Finançament Just’ y la posible fecha de una manifestación.

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Esta segunda parte es la que le ha tocado capear al ministro de Asuntos Exteriores, que ha venido a Alicante a dar una conferencia en la Casa del Mediterráneo y a “escuchar a los empresarios”. Albares ha estado durante una hora y media atendiendo a cada uno de los empresarios que se han dado cita en la Subdelegación del Gobierno.

Acompañado por Pilar Bernabé y la subdelegada, Araceli Poblador, la CEV ha planteado un cuerpo a cuerpo pormenorizado. Si bien tanto el Ministerio como la organización empresarial han trasladado mensajes “políticamente correctos”, Salvador Navarro ha querido que uno a uno los diferentes sectores expresaran las demandas y problemas a los que se enfrentan. Estaban presentes el presidente de CEV Alicante Joaquín Pérez; la secretaria general de la CEV, Esther Guilabert; y los representantes de Cámara Alicante, ANFFECC, ASEBEC, Hosbec, Fopa, AEFJ, Asaja, FEDACOVA y las empresas Vectalia, Grupo IDEX y Carmencita.

Fuentes internas han subrayado que Albares ha tomado nota de todas aquellas cuestiones que se le han planteado fuera de su competencia y se ha comprometido a trasladarlas este martes a sus compañeros del Consejo de Ministros. Tres temas han tenido especial peso: el primer, por supuesto, el déficit inversor; en segundo, la crisis de Argelia que, además, afecta con gravedad a Castellón, y en tercer lugar, el agua.

El titular de Asuntos Exteriores ha calificado de “constructivas” las aportaciones y ha agradecido la sinceridad con la que se han expresado los empresarios. También ha querido mandar un mensaje de “tranquilidad” respecto a la crisis con Argelia. En este sentido, que sí es competencia de su departamento, la palabra clave ha sido “tranquilidad” pues el Gobierno trabaja por “normalizar” las relaciones.

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Las sensaciones tras la reunión han sido dispares, porque hay quien ha visto que el desembarco de ministros —Félix Bolaños estuvo en Valencia este domingo en un acto del PSOE con Ximo Puig— el hecho de que el malestar se traslade y llegue de manera efectiva. Este lunes José Manuel Albares venía, inicialmente, a preparar la visita del Euromed y de ahí, que tras su paso por la Casa del Mediterráneo, de la que es patrono el Ministerio, estuviera prevista una visita a la la oficina europea de la EUIPO. El encuentro con empresarios se metió en agenda tras el anuncio de Pedro Sánchez de que sería en esta localidad donde también se debatieran los detalles sobre la conexión de gas entre España y Centroeuropa vía Francia.

Demasiado diplomático

El cara a cara ha mejorado en algo la imagen decepcionante que había dejado horas antes en la conferencia del Foro +Europa en el Mediterráneo organizada junto al Club Información. Albares tiró de manual y lo único que logró fue aumentar el enfado de los empresarios asistentes y la preocupación de sus correligionarios.

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En el turno de preguntas, el ministro aludió a las inversiones sociales como las pensiones y el Ingreso Mínimo Vital que “van a recibir miles de alicantinos”. Y tensó el ambiente al intentar identificar su presencia en la ciudad durante todo el día con la “apuesta del Gobierno por Alicante”.

Algunos invitados calificaron su postura sobre la crisis argelina como “tomadura de pelo”, pues a un mensaje lógicamente protocolario de “amistad” y buenas relaciones con el pueblo argelino siguió otro de “nada se dice sobre que las exportaciones con Marruecos han crecido un 27%”. Y es cierto, así lo refleja el Observatorio de la Cámara de Comercio, pero este crecimiento lo que ha significado es que los dos países africanos se igualen en el ranking exportador de la provincia. Y lo que tampoco abordó fue la compleja situación que viven los empresarios valencianos que tienen sus mercancías paralizadas en el puerto de Orán desde hace meses, sin casi posibilidades de recuperarlas.

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De todas maneras, los anuncios fueron inevitables. Albares centró parte de su conferencia en el próximo liderazgo europeo de España en julio de 2023, cuando le toca la Presidencia del Consejo. Valencia será la sede de una reunión de la Comisión Europea de Comercio y, en Alicante, se realizará una de las reuniones que conlleva todo este despliegue diplomático. Para finalizar y respecto a las cuestiones autonómicas, el Ministro aseguró que “el Gobierno ha cumplido con todo lo que estaba previsto”.