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El fiasco de la gran iglesia ortodoxa o cómo los rusos han volado de la costa de Alicante
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EL COLECTIVO SE HACE INVISIBLE

El fiasco de la gran iglesia ortodoxa o cómo los rusos han volado de la costa de Alicante

El proyecto para construir un gran templo en La Nucía, anunciado en 2017, no ha avanzado y sus promotores se han borrado del mapa. La pandemia y la invasión de Ucrania han sido la puntilla

Foto: La Nucía acogió en 2017 una misa de campaña de la comunidad rusa para anunciar la construcción del mega templo. (Ayuntamiento La Nucía)
La Nucía acogió en 2017 una misa de campaña de la comunidad rusa para anunciar la construcción del mega templo. (Ayuntamiento La Nucía)

Los turistas o residentes rusos que hace tan solo tres años eran el objetivo de campañas de promoción por su alto poder adquisitivo y elevado nivel de gasto en destino están ahora desaparecidos, missing, 'отсутствующий', como dicen allí. Primero la pandemia y ahora la guerra contra Ucrania ha hecho que el turismo se corte de raíz, las inversiones se frenen en seco y que el residente procedente del país eslavo adopte un perfil aún mas bajo del que ya tenía y no se identifique ya sea por miedo a un rechazo social o a represalias.

Foto: Puerto Banús, Marbella. (iStock)

Prueba de ello es el mega proyecto que la comunidad rusa tenía contemplado en La Nucía (Alicante) para construir un templo ortodoxo y del que nada se sabe a pesar de que el Ayuntamiento había cedido una parcela para su construcción y hasta el obispo Néstor, de la diócesis de Korsun (París), máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la Europa Mediterránea ofició una misa de campaña el 1 de agosto de 2017 para hacer oficial el anuncio.

Desde entonces hasta ahora pocos detalles han trascendido del complejo, que se iba a ubicar en un solar municipal de 6.000 metros cuadrados la calle Sorolla de La Nucía. El proyecto no solo contemplaba construir una iglesia sino que incluía un centro “para difundir la cultura ortodoxa”, según la promoción que hizo el Ayuntamiento por aquellas fechas.

Proyecto fallido

Iba a ser un gran proyecto que La Nucía (18.242 habitantes) había arrebatado al cercano municipio de La Vila Joiosa (33.969 habitantes), donde la comunidad rusa había pensado asentarse inicialmente, después de fracasar las negociaciones con el Gobierno local de esta última localidad. El Consistorio no estuvo dispuesto a ceder una parcela municipal de forma gratuita para un proyecto de gestión privada.

placeholder Vladimir Putin besa una imagen que representa la Santísima Trinidad junto al representante del patriarca de Moscú en París, Obispo Néstor. (EFE)
Vladimir Putin besa una imagen que representa la Santísima Trinidad junto al representante del patriarca de Moscú en París, Obispo Néstor. (EFE)

En el caso de La Vila Joiosa el proyecto se quería ubicar en unos terrenos de 12.000 metros cuadrados, catalogados como públicos dotacionales de uso recreativo deportivo. Además de un templo de culto ortodoxo la iniciativa incluía un albergue, zonas verdes y un centro cultural internacional. Un ambicioso proyecto que suponía al Ayuntamiento ceder durante 75 años el uso del solar para que los promotores construyeran el complejo a cambio de un canon.

Pero todo se fue al traste por desavenencias con el canon. El Consistorio vilero consideraba que debía superar los 50.000 euros anuales pero los promotores del proyecto no estaban por la labor de abonar contraprestación alguna, por lo que finalmente el Gobierno municipal se negó a ceder una parcela pública gratis.

Foto: Mario García, con una bandera ucraniana ante soldados rusos en Jersón.

Así que el proyecto migró a La Nucía, a unos terrenos con la mitad de metros y con un proyecto más reducido que ya no incluía albergue, pero sin canon que pagar. El Consistorio desplegó una alfombra roja con el objetivo de asegurarse la inversión privada, prevista en 5 millones de euros, además de la creación de puestos de trabajo.

El 1 de agosto de 2017, coincidiendo con la celebración de la festividad nacional rusa, el Ayuntamiento presentó a lo grande el proyecto, ya en fase de redacción, con una misa incluida. “El único municipio que ha demostrado predisposición con la Iglesia Ortodoxa ha sido La Nucía”, ensalzó el padre Adam Kondraciuk que además lanzó una pulla a la vecina La Vila Joiosa: "Muchos otros hablarán de tolerancia, pero no lo demuestran con hechos”.

Foto: Playa en las Seychelles.

Todo parecía marchar sobre ruedas para que la comunidad de residentes rusos expandiera su floreciente asentamiento en la Marina Baixa hasta La Nucía. Así, en enero de 2019, el coro de la Iglesia Ortodoxa cantó en la Plaça dels Musics, pero la macro iglesia nunca terminó de fructificar. La parcela estaba cedida, las facilidades dadas y la voluntad de la comunidad rusa expresada, pero del templo ni rastro.

El proyecto se ralentizó y después acabó en punto muerto con la pandemia y la posterior guerra contra Urcrania. Desde el Ayuntamiento de La Nucía indican que “el proyecto está en stand by” principalmente por cuestiones geopolíticas que lastran las económicas.

Dos iglesias rusas en un radio de 20 kilómetros

El caso es que la elección de La Vila Joiosa o La Nucía para construir una Iglesia Ortodoxa Rusa no es baladí. Muy cerca, en la vecina localidad de Altea, ya hay desde 2007 un templo para la comunidad, el primera de España. Está construido íntegramente en madera y dedicado al arcángel San Miguel.

placeholder Un joven comulga durante la celebración de la misa de campaña que ofreció la comunidad rusa en 2017 en La Nucía. (Ayuntamiento La Nucía)
Un joven comulga durante la celebración de la misa de campaña que ofreció la comunidad rusa en 2017 en La Nucía. (Ayuntamiento La Nucía)

La comunidad rusa está muy asentada en esta zona de la Marina Baixa, pero siempre de forma muy discreta. La iglesia de Altea está ubicada en una urbanización de lujo apartada del centro, precisamente para no llamar la atención. Ahora, tras la invesión de Ucrania, el perfil del colectivo es aún mas plano.

Ni en Altea, donde está el templo, ni en Benidorm, principal destino turístico de la provincia, tienen constancia de ningún colectivo cultural o de residentes rusos en sus registros de asociaciones. De hecho en Altea, donde muchas de las mansiones que rodean la iglesia ortodoxa pertenecen a estos ciudadanos, el Ayuntamiento no tiene una cifra sobre el volumen de residentes rusos que habitan en su término. En Benidorm son apenas 1.162 los censados, dato que casi no ha fluctuado desde 2019.

Adiós turismo ruso

Mario Villar, director del departamento de Inteligencia Turística de la Comunidad Valenciana, explica que según las previsiones realizadas mediante inteligencia competitiva por los 20 principales países objetivos del turismo ruso, España tenía una previsión de llegada de 123.185 personas vía aérea entre el 14 de febrero y el finales de agosto. “Pero estas plazas se han esfumado y la conexión por carretea es ahora casi imposible”, señala.

Foto: Vista del altar central, decorado por una pareja de artistas ucranianos, y de la vidriera que cubre parte de la bóveda de San Nicolás. (Jesús Jiménez)

Los visitantes rusos, según datos del INE, apenas suponían en 2019 un 2% del turismo de la Comunidad Valenciana, pero era un colectivo generoso en destino que se gastaba 124 euros por persona y día en una estancia media de 12 jornadas, principalmente en hoteles de lujo y segundas residencias. De ahí que entidades turísticas como Turisme Comunitat Valenciana, Costa Blanca o Visit Benidorm lo tuvieran en su punto de mira como mercado objetivo de futuro para complementar al británico. Incluso Turespaña llegó a abrir una oficina en Moscú.

En 2019, la Comunidad Valenciana recibió 185.000 turistas rusos, el 80% de los cuales tenían como destino final la provincia de Alicante, principalmente las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa donde se enclavan Benidorm, Altea o La Nucía. Las cifras revelan que éstas eran sus zonas preferidas para vacaciones, segundas residencias o para asentarse, de ahí que en un radio de apenas 20 kilómetros haya una iglesia rusa construida y un macro proyecto para levantar una segunda con centro cultural adosado.

placeholder Dos turistas se hacen una foto en Benidorm. (EFE/Morell)
Dos turistas se hacen una foto en Benidorm. (EFE/Morell)

Ahora, en 2022, las campañas para captar el turismo ruso se han suspendido definitivamente y el dinero se ha empleado en otros objetivos y la oficina de turismo de Moscú está paralizada. “Las circunstancias nos dicen que Rusia está cerrada con Europa y vetada y creemos que va a costar bastante recuperar la relación”, añade Villar. En 2019, los rusos gastaron 235 millones de euros en la Comunidad Valenciana, hoy nada se sabe de ellos.

Los turistas o residentes rusos que hace tan solo tres años eran el objetivo de campañas de promoción por su alto poder adquisitivo y elevado nivel de gasto en destino están ahora desaparecidos, missing, 'отсутствующий', como dicen allí. Primero la pandemia y ahora la guerra contra Ucrania ha hecho que el turismo se corte de raíz, las inversiones se frenen en seco y que el residente procedente del país eslavo adopte un perfil aún mas bajo del que ya tenía y no se identifique ya sea por miedo a un rechazo social o a represalias.

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