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Un valenciano en la plaza ocupada de Jersón: "Los soldados rusos saquean supermercados"
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JUBILADO INSTALADO EN UCRANIA

Un valenciano en la plaza ocupada de Jersón: "Los soldados rusos saquean supermercados"

Mario García, un jubilado que lleva seis años en Ucrania, afirma que el ejército ruso ofrece ahora ayuda humanitaria después de haber desabastecido la ciudad del sur tomada tras cruzar la península de Crimea

Foto: Mario García, con una bandera ucraniana ante soldados rusos en Jersón.
Mario García, con una bandera ucraniana ante soldados rusos en Jersón.

El Ejército de Rusia está tratando de presentarse ante la población de la ciudad ocupada de Jersón, en el sur de Ucrania, con una imagen amable de proveedor de los productos básicos después de haber cortado los suministros de alimentos y agua embotellada. Así lo asegura Mario García, un jubilado valenciano que lleva seis años instalado en esta ciudad del país eslavo, al que acudió para colaborar como voluntario con las autoridades y las milicias ucranianas cuando estalló la crisis de Crimea y el Donbás.

En conversación telefónica, García asegura que las tropas rusas, que el pasado jueves dieron por controlada Jersón, la primera gran urbe del sur una vez rebasada la península de Crimea, restringieron los suministros e incluso irrumpieron en tiendas y supermercados para hacer acopio de todo tipo de productos, saqueando los puntos de distribución que normalmente emplean los habitantes para abastecerse. "Anteayer pasé por un gran almacén en una de las avenidas principales del centro. Cuando llegué había un agujero grande en la pared. Los rusos por la noche entraron con su tanque y rompieron también la puerta y se llevaron todo lo que quisieron", asegura.

Este viernes, camiones rusos cargados con alimentos y productos de primera necesidad llegaban al centro de Jersón para repartirlos entre los ucranianos, muy molestos con los ocupantes, según el testimonio de Mario García. El mismo ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, se ha hecho eco en su cuenta de Twitter de la llegada de la 'ayuda humanitaria' rusa, que ha calificado de "espectáculo" para dar a entender una comunión con "falsos lugareños" traídos de Crimea y dar sensación de unión con el 'óblat' de Jersón. Este hecho coincide con la toma de la señal de televisión en una ciudad que está considerada la plaza previa a la batalla de las tropas enviadas por Vladímir Putin sobre Odesa dirigida a completar el control sobre el acceso del país al mar Negro.

Según García, la televisión se dedica ahora a emitir "propaganda rusa" y esta "estrategia" ha tenido respuesta en una tímida protesta de ucranianos ante los soldados rusos en la que participó el propio jubilado español, de 73 años, según la foto que ha remitido a El Confidencial. En ella se ve al valenciano alzando una bandera de Ucrania con otros habitantes de la ciudad y soldados rusos al fondo haciendo guardia con sus armas y su brazalete blanco en una de las plazas administrativas. "He cogido la bandera y me he puesto a gritar: ¡Ucrania, Ucrania, Ucrania! Todos al verme se han puesto a gritar conmigo. Después me decían que yo soy un héroe de Ucrania".

Foto: El manchego Francisco Floro, en Irak. (Cedida)

De todas formas, no está claro que los soldados rusos traten de arramblar con alimentos en las tiendas locales solamente por una razón estratégica o siguiendo órdenes. Desde que estalló la invasión se han reportado problemas logísticos en el frente. Es lógico pensar que las tropas buscan autoabastecerse con productos a su alcance en cuanto irrumpen en los núcleos urbanos.

placeholder Mario García, con las banderas de Ucrania y España, en su apartamento de Jersón.
Mario García, con las banderas de Ucrania y España, en su apartamento de Jersón.

La ciudad de Jersón, cabeza regional, está viviendo una situación muy extraña, en la que los batallones rusos patrullan las calles al tiempo que han establecido conversaciones con el alcalde Igor Kolijaiev, que se niega a dar por rendida una plaza sin apenas presencia ya de soldados ucranianos.

"No les hice promesas. No puedo prometer que solo estoy interesado en la viabilidad normal de nuestra ciudad. Simplemente, pedí no disparar a la gente. No tenemos fuerzas armadas ucranianas en la ciudad, solo civiles y personas que quieren vivir aquí", señaló Kolijaiev en su cuenta de Facebook, al tiempo que reclamó que la bandera ucraniana siga ondeando en los edificios oficiales.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, señaló el jueves que las infraestructuras civiles y las instalaciones de apoyo a la población y el transporte urbano operan con normalidad en Jersón y que la ciudad "no experimenta escasez de alimentos o bienes esenciales".

Sin embargo, Mario García asegura que hay muchas familias con problemas de abastecimiento y que él mismo se ha encargado de hacer repartos. "La situación está muy mal. Los precios de los productos se han disparado. Si antes un kilo de patatas costaba 10 grivnas (moneda de Ucrania), ahora cuestan 150 grivnas (4,57 euros). Fui a llevar comida a unos compañeros y al volver por la calle oía disparos de ametralladoras muy cerca de aquí. A mí también me dispararon, pero me tiré al suelo y las balas pegaron en la pared", asegura este funcionario retirado del Ayuntamiento de Carlet (Valencia) que decidió marcharse a Ucrania en 2014 pese a la resistencia de sus dos hijos, que aún tratan de convencerlo para que regrese, dice.

Voluntario veterano de guerra

García pasó por Kiev y estuvo colaborando con el ejército y las milicias de Lugansk y Donetsk, en la frontera este con Rusia, donde se han estado produciendo enfrentamientos armados durante varios años entre regulares y milicias ucranianas y grupos prorrusos. Gracias a esto, asegura, dispone de un reconocimiento en forma de acreditación oficial como voluntario veterano de guerra. "Esta guerra no ha empezado ahora, empezó hace ocho años. Los soldados de Putin, el señor de la guerra que le digo yo, el nazi de la KGB, llevan asesinados más de 15,000 soldados ucranios. Hay mucho dolor en las familias. Yo he hecho muchas amistades con las familias. Hay soldados y comandantes que son amigos míos".

Sobre si ha estado colaborando con milicias ucranianas como Pravy Sektor, que reivindica al ultranacionalista Stephan Bandera, colaborador de la Alemania nazi, García niega estar en sintonía con los movimientos extremistas y asegura que ha sido afiliado a la UGT en España durante más de treinta años "No he estado en extrema derecha ni nada de eso. Con el carnet de veterano de guerra puedo desplazarme a cualquier sitio. He ayudado siempre en las zonas de guerra a las familias más necesitadas, a los niños de la guerra, en las escuelas, en los internados y a mis compañeros los soldados. Siempre".

El exfuncionario de Carlet explica que su decisión de desplazarse a Ucrania la tomó a raíz de las historias que le contaba su padre sobre los niños de familias republicanas que viajaron a Ucrania para refugiarse de la Guerra Civil española. Efectivamente, en 1937 más de setenta niños salieron de Valencia rumbo a Odesa y Crimea huyendo de los bombardeos franquistas. Allí recibieron atención médica y cuidados. Los testimonios históricos reflejan recuerdos positivos de la atención recibida del pueblo ucraniano. Dos meses después, partieron hacia la Unión Soviética (URSS), adonde fueron a parar en total unos 3.000 menores españoles, los llamados 'niños de la guerra'. Valencia está hermanada con la ciudad de Odesa desde 1982.

El Ejército de Rusia está tratando de presentarse ante la población de la ciudad ocupada de Jersón, en el sur de Ucrania, con una imagen amable de proveedor de los productos básicos después de haber cortado los suministros de alimentos y agua embotellada. Así lo asegura Mario García, un jubilado valenciano que lleva seis años instalado en esta ciudad del país eslavo, al que acudió para colaborar como voluntario con las autoridades y las milicias ucranianas cuando estalló la crisis de Crimea y el Donbás.

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