Es noticia
Rusia y Ucrania se abrazan en el Albaicín: dos artistas, una iglesia y una batalla vecinal
  1. España
  2. Andalucía
UNA AZAROSA HISTORIA

Rusia y Ucrania se abrazan en el Albaicín: dos artistas, una iglesia y una batalla vecinal

El templo de San Nicolás reabre sus puertas con el objetivo de convertirse en un símbolo de paz. Dos ucranianos han sido los encargados de decorar el altar central de un espacio dedicado al santo ruso más importante

Foto: Vista del altar central, decorado por una pareja de artistas ucranianos, y de la vidriera que cubre parte de la bóveda de San Nicolás. (Jesús Jiménez)
Vista del altar central, decorado por una pareja de artistas ucranianos, y de la vidriera que cubre parte de la bóveda de San Nicolás. (Jesús Jiménez)

El mirador de San Nicolás es el lugar más codiciado por los turistas para presumir de su visita a Granada. El “amanecer más bello del mundo”, en palabras del expresidente de EEUU Bill Clinton, una postal con la Alhambra al fondo. Pero hay un testigo mudo al que todos los selfies le dan la espalda, a pesar de llevar allí 500 años. Se trata de la iglesia de San Nicolás, que fue construida a comienzos del siglo XVI y que, de tener una ubicación sin la competencia del monumento nazarí, sería sin duda la absoluta protagonista. Después de 17 años cerrada y tras engrosar la Lista Roja del Patrimonio por su estado de degradación, el templo acaba de reabrir sus puertas tras la rehabilitación del edificio. Y lo ha hecho como un símbolo por la paz en plena guerra de Ucrania. En el corazón del Albaicín, el barrio musulmán por excelencia, esta iglesia cristiana está dedicada al santo más importante de Rusia, San Nicolás, y, curiosidades del destino, la decoración del altar central es obra de una pareja de artistas ucranianos, Ivanka Demchuk y Arsen Bereza.

Foto: El ingeniero Alfonso Herrera y el monumento de la Alhambra al fondo.

Cuando terminaron las obras de rehabilitación, gracias al empuje de los vecinos, el interior estaba absolutamente vacío, así que el arzobispo de Granada, Javier Martínez, decidió que la iglesia tenía que tener un aire internacional, aprovechando su ubicación y el continuo tránsito de turistas. Entonces, se planteó la posibilidad de dedicar cada una de las capillas a un determinado lugar del mundo. Así surgió un proyecto de patronazgo para encontrar a los artistas que acometieran la tarea y los primeros en ser seleccionados fueron una jovencísima pareja ucraniana que llegó a Granada con un niño de apenas seis meses. Ahora, tras la invasión del país, el arzobispado ha decidido reabrir antes de tiempo las puertas del templo. Todavía no han concluido los trabajos decorativos, pero el objetivo es que San Nicolás sea el espacio para todos aquellos que deseen "orar por la paz".

Dos artistas

“Las ciudades son bombardeadas todos los días, muchos niños y civiles están muriendo, iglesias, escuelas y hospitales están arruinados por los cohetes y tanques rusos. Por ahora nuestra ciudad, Lviv, está a salvo, pero la gente se prepara para posibles bombardeos cubriendo las esculturas de la ciudad y escondiendo las piezas de arte. Ver lo que está sucediendo en nuestro país ahora es muy triste y nos rompe el corazón”, relatan los artistas desde Ucrania, convencidos de que su país y el pueblo “defenderá la libertad e independencia" de Ucrania para las actuales generaciones y para las futuras.

placeholder Ivanka Demchuk y Arsen Bereza posan en altar mayor, decorado por ellos. (Cedida)
Ivanka Demchuk y Arsen Bereza posan en altar mayor, decorado por ellos. (Cedida)

Con el mundo desmoronándose a su alrededor, la pandemia que vivieron en Granada parece casi un oasis de recogimiento. “La ciudad, y especialmente el Albaicín, estaba vacía y podíamos escuchar los ruidos de la naturaleza a nuestro alrededor, el sonido del viento que entraba por las puertas de la iglesia, el canto de los pájaros en el exterior e incluso el sonido del agua del río Darro colina abajo. La verdad es que fue una sensación extraña pero hermosa e inspiradora”, recuerdan.

Y con ese recogimiento espiritual propiciado por el coronavirus comenzaron la decoración del altar mayor, una obra de arte sacro moderna en una pared de unos 70 metros cuadrados en un templo del siglo XVI. “Una tarea importante del artista que crea la pintura sacra moderna es preservar una atmósfera de espiritualidad que promueva la oración e inspire la reflexión, mientras que la propia pintura debe ser estilísticamente relevante para su tiempo”, detallan.

La inspiración vino sobre todo de la propia iglesia, pero también utilizaron rasgos de la ciudad de Granada

En cuanto a los aspectos estilísticos, la inspiración vino sobre todo de la propia iglesia, pero también utilizaron algunos rasgos de la ciudad de Granada, arquitectónicos, cromáticos y naturales. “Si observamos las imágenes de escenas de la vida de San Nicolás en el cuadro podemos ver algunos elementos que, en nuestra opinión, son específicos y únicos para este lugar”, afirma la pareja de artistas.

Una iglesia

La iglesia de San Nicolás es una de las 24 parroquias que se erigieron en Granada de forma simultánea en 1501, durante el proceso de cristianización de la población morisca. Tiene la particularidad de situarse en el cerro atribuido al origen de la ciudad, hay restos de una muralla ibera y está cerca del foro romano. Todos estos templos se construyeron en estilo mudéjar, el estilo “popular”, pero con la singularidad de que en el presbiterio se situaba una bóveda gótica, “una referencia a cierta nobleza y a los Reyes Católicos, lo que ha sido el eje del proyecto”, señala Antonio Martín Muñoz, arquitecto y director del proyecto de rehabilitación de la iglesia.

placeholder Vista de San Nicolás. (Jesús Jiménez)
Vista de San Nicolás. (Jesús Jiménez)

En 1932, el templo fue quemado en el ambiente prebélico que ya se respiraba y se perdieron todas las imágenes y las pinturas, a excepción de unos tapices que se habían retirado meses antes en previsión de lo que podía suceder. Además, las cubiertas se vinieron abajo y la iglesia se quedó en ruinas hasta el año 1947, convirtiéndose en proveedora de los ciudadanos que cuando necesitaban elementos como una teja o materiales de construcción se acercaban y se los llevaban.

El párroco donó su casa a cambio de que el Ayuntamiento construyera la cubierta

Fue en ese momento cuando el párroco donó su casa a cambio de que el Ayuntamiento construyera la cubierta, pero la iglesia no se reabrió hasta 1984. Las obras “no estaban demasiado bien hechas” y comenzaron a dar problemas, hasta que en 2002 se cayó una parte de la cubierta del altar mayor. El espacio se cubrió con una lona y comenzaron a celebrarse misas en una capilla lateral, hasta que en 2006 hubo que cerrar el templo porque ya era un peligro para quien allí se adentrara.

La Consejería de Cultura le encargó a Antonio Martín Muñoz el proyecto de rehabilitación en 2009, pero con la crisis económica que arreció en esas fechas la Junta de Andalucía se descolgó de la iniciativa. Aquí entraron en acción los vecinos, que han sido quienes han financiado finalmente la rehabilitación.

Y una batalla vecinal

La Asociación de Amigos de San Nicolás se constituyó durante una comida, con una copiosa olla de San Antón encima de la mesa. Tres señoras se estaban quejando del estado de la iglesia y coincidió que el párroco estaba en una mesa contigua. El religioso les dijo que no había recursos, así que se fueron a hablar con el arzobispo y comenzaron a recaudar fondos con diferentes actividades organizándose por turnos para mantener abierto el campanario todo el año, ya fuese con nieve o con 40 grados a la sombra. Estas tres mujeres son la tía Lolica, Magdalena y Angelitas, las dos primeras ya fallecidas. Los ángeles custodios de la iglesia de San Nicolás.

La bóveda se completó con una vidriera para simbolizar que “frente a la tragedia hay esperanza”

La Asociación Amigos de San Nicolás tuvo la idea de abrir el campanario para los turistas, una especie de Top of the Rock a la granadina, con unas vistas increíbles a la ciudad, al Albaicín y al Sacromonte. Cerca de 100.000 personas han subido por sus intrincadas escaleras y con el dinero recaudado se pudo pedir un préstamo de 1,5 millones de euros para acometer las obras de rehabilitación que comenzaron en 2016 con un panorama desangelado y una chumbera de metro y medio en las cubiertas.

Con las cubiertas mudéjares perdidas sólo quedaba una parte de la bóveda, así que este fue el punto de partida, “era fundamental conservarla porque era la referencia a la historia de la iglesia, no queríamos dejarla como un resto arqueológico”, apunta el arquitecto. Así que la bóveda se completó con el mismo volumen que tenía y con una vidriera para simbolizar que “frente a la tragedia hay esperanza”.

Y ahora el Arzobispado la reabre en sintonía con esta esperanza.

El mirador de San Nicolás es el lugar más codiciado por los turistas para presumir de su visita a Granada. El “amanecer más bello del mundo”, en palabras del expresidente de EEUU Bill Clinton, una postal con la Alhambra al fondo. Pero hay un testigo mudo al que todos los selfies le dan la espalda, a pesar de llevar allí 500 años. Se trata de la iglesia de San Nicolás, que fue construida a comienzos del siglo XVI y que, de tener una ubicación sin la competencia del monumento nazarí, sería sin duda la absoluta protagonista. Después de 17 años cerrada y tras engrosar la Lista Roja del Patrimonio por su estado de degradación, el templo acaba de reabrir sus puertas tras la rehabilitación del edificio. Y lo ha hecho como un símbolo por la paz en plena guerra de Ucrania. En el corazón del Albaicín, el barrio musulmán por excelencia, esta iglesia cristiana está dedicada al santo más importante de Rusia, San Nicolás, y, curiosidades del destino, la decoración del altar central es obra de una pareja de artistas ucranianos, Ivanka Demchuk y Arsen Bereza.

Ucrania Reyes Católicos Rehabilitación