La CE rectifica y debatirá los controles a los cítricos de Sudáfrica: "Puede ser la definitiva"

El campo valenciano está más cerca de imponerse en la pugna que libra para que Sudáfrica y otros países tengan la obligatoriedad de someter a las naranjas que venden en el UE a un tratamiento de frío durante su transporte. El Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (ScoPAFF) de la Comisión vuelve a reunirse este miércoles con un único punto en el orden del día, la votación, si así se acuerda, para imponer dichas restricciones. Es una vieja reclamación de los productores españoles para el control de plagas y según apuntaban ayer fuentes del Ministerio de Agricultura "puede ser el desbloqueo definitivo”.

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No obstante, la prudencia se impone. También la semana pasada, en otro ScoPAFF estaba prevista la votación del asunto, pero finalmente el punto fue desechado del orden del día por la presión de los lobbies importadores de Alemania y Países Bajos, contrarios a esta regulación. Ambos países son los más reacios, aunque los primeros podrían acabar aceptando. El imponer un tratamiento de frío supondrá un mayor coste para los productos procedentes de Sudáfrica y Zimbabue, principalmente. Y aunque el fin último de la medida es la salvaguarda de la sanidad alimentaria, con el control de la falsa polilla y otras posibles plagas, lo cierto es que también supondrá un alivio para los productores valencianos que verán como se equilibra, en términos de precios, el partido que juegan contra las importaciones de terceros.

“Lo he defendido con un eco muy favorable en el marco de la reunión de los ministros de Agricultura de la Unión Europea”, explicaba ayer el ministro Luis Planas en una entrevista en la Cadena SER. Apuntaba también a que personalmente había estado recabando el apoyo de diversos países para asegurarse el respaldo suficiente y la aprobación de la propuesta, que definió como “justa y necesaria”.

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Si este miércoles no hay acuerdo ya se ha previsto la celebración de un comité extraordinario el próximo lunes. Los servicios del Ministerio de Agricultura y de la Comisión Europea llevan varios días afinando la letra pequeña del documento que debe someterse a votación. En la teoría, la aprobación de la medida no tendría que haber supuesto ningún problema. La comisaria de Salud Alimentaria, Stella Kyriakides, es partidaria de la propuesta, que ya exigen países como Estados Unidos y Corea del Sur. De hecho, un documento de la Agencia de Salud Alimentaria fechado el año pasado ya apuntaba a la idoneidad de aplicar un tratamiento en frío para el control de plagas, pero conjugar el interés de todos los países no es sencillo.

“La Comisión está dispuesta y es el compromiso que este lunes me trasladó la comisaria, de poner un documento sobre la mesa, pero su aprobación dependerá de que se alcance una mayoría cualificada. Es algo muy complejo, a veces hay estados miembro que piden explicaciones adicionales”, detalló Planas, quien trazó una línea roja, para España la medida tiene estar aprobada "antes del inicio de la próxima campaña de importaciones”.

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El ministro defendió que el tratamiento en frío es “el único remedio eficaz” para el control de las plagas y zanjó: “No podemos permitir que nuestros agricultores tengan un peor trato que aquellos que producen en países donde importamos”, algo que lamentó el sector la pasada semana.

Intercitrus, la interprofesional española de la naranja y la mandarina, lleva tiempo reclamando la medida y no ocultó su decepción, al igual que la Generalitat Valenciana, cuando el asunto cayó del orden del día del ScoPAFF . “La Comisión y la propia comisaria, no sólo ha traicionado a su propia palabra, sino que lo ha hecho al conjunto del sector citrícola europeo y ha vuelto a evidenciar que los intereses de Sudáfrica y los países importadores están muy por encima de la defensa de la sanidad vegetal del agro continental”, cargaron. De hecho, el sector mostró su perplejidad porque aunque eran conscientes de que se había barajado una limitación diferente a la planteada por España, menos rigurosa, ni siquiera esta se sometió a votación, directamente, la limitación no fue estudiada.