La Cámara de Alicante se prepara para un Baño revolucionario y un Riera de salida

La victoria aplastante de Carlos Baño, CEO de Tescoma España y presidente de Facpyme, frente al ‘establishment’ en las elecciones de la Cámara de Comercio de Alicante afronta ahora su recta final con algunas incógnitas por resolver. La primera es averiguar si el actual presidente, y hombre derrotado en la contienda, Juan Riera seguirá, aunque sea de vocal. La segunda duda es qué ocurrirá con el resto del equipo perdedor. La tercera, y por parte de los vencedores, conocer el equipo final de trabajo, aunque ya hay muchos nombres sobre la mesa, y la cuarta y última, por dónde empezará a "revolucionar” la Cámara el nuevo presidente.

Antes de resolver estas ecuaciones, hay un contexto empresarial muy interesante para analizar. La previsión, y así lo han manifestado diferentes empresarios, es que se produzca un cierre de filas con el futuro presidente, Carlos Baño. El empresario y actual vicepresidente segundo se quedó a tan solo 23 votos de lograr el 100% de representantes en los grupos empresariales.

Las cámaras tienen un sistema complejo de elecciones y de largo plazo. La batalla empezó en la Noche de la Economía Alicantina del año pasado con cruces de comunicados de por medio y no acabará oficialmente hasta junio. La propia Cámara y los nuevos representantes están a la espera de fecha para ir organizando el evento.

El propietario de Tescoma logró el pasado jueves 5 de mayo la mayor movilización que se recuerda en la historia de la entidad. La mayoría lo ven como un respaldo abrumador que ahora tienen que saber digerir empresarios tan relevantes como Antonio Arias, del Grupo Vectalia y referencia alicantina en la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), o Juanjo Sellés, presidente de UEPAL, heredera de la antigua patronal alicantina.

Riera reconoció la derrota y su entorno asegura que, cuando fueron a recoger los avales, se dieron cuenta de que su contrincante les había adelantado por la derecha. Baño había empezado a recoger apoyos la misma Noche de la Economía Alicantina y fue el único de los dos candidatos que organizó un acto de presentación de candidatura al que acudieron más de 400 personas.

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Con una campaña diseñada al milímetro, mensajes claros y la experiencia de Gema Amor (Inversiones Carbamar). Ella siempre ha sido una gran estratega y una persona que vivió junto a Eduardo Zaplana la primera línea de la política. Ahora, desde su puesto en la Cámara en la Comisión de Turismo y también en su condición de esposa, ha sido el auténtico soporte para cosechar estos resultados, aunque pueda sonar muy a elecciones americanas.

Baño ya ha recogido el apoyo de la CEV (Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana) que se mantuvo a una distancia prudencial hasta última hora. Salvador Navarro conoce bien el entramado empresarial y no quiso posicionarse por ninguno de los dos contrincantes, atendiendo a que Juan Riera era el candidato oficial apoyado en la distancia por su homólogo José Vicente Morata.

Ahora la CEV debe presentar a sus ocho candidatos a la Conselleria de Economía. En las quinielas hay nombres que se dan por seguros como Miguel Quintanilla, CEO de la consultora Grupoidex y persona de confianza del presidente de la patronal, y Luis Rodríguez, presidente ejecutivo de FEMPA, la patronal de Metal, a la que por cierto pertenece el propio Baño.

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Ahora está Nuria Montes, de Hosbec, y también suena en las quinielas, pues el nuevo presidente quiere sumar participación de mujeres en el Pleno. Puede ser que repita José Juan Fornés (Mas y Mas), aunque este tiene plaza asegurada por otra vía y falta por ver la cuota ilicitana. Aquí también está uno de los empresarios damnificados por el torbellino de Tescoma: Joaquín Garrido (Clave Informática). Seguro que no repetirá como delegado en Elche, pero al igual que el propietario de la cadena de supermercados, entrará por la vía de los 12 grandes patronos.

La lista de los ‘12 magníficos’, como se les conoce a las empresas que acceden a la Cámara por ser las que más dinero ponen, es la única espina que Baño no va a poder evitar. En este grupo, está prevista la presencia de las empresas Vectalia, con su presidente Antonio Arias, Subús, del grupo de la familia Arias, Logisland Seur, con Manuel Mayo, y Grupo Marjal, con Paco Gómez, ex presidente de Coepa, y el citado de Clave Informática que apoyaban al candidato oficial.

Por otro lado, están Carmencita, con Jesús Navarro al frente y quien previsiblemente será el vicepresidente primero en el nuevo equipo. El propio Baño reconoce que su apoyo le ha valido unos cuantos votos. En segundo lugar, están Ibidem, de Enrique Martín, y Hermisan, de Luis Miñano. En la terna final, hay compañías como Hidraqua, Banco Sabadell o Grupo Iniesta, que suelen ir por libre.

Nombres para una anunciada revolución

A pesar de esta mínima resistencia, Baño va a confeccionar un equipo dispuesto a trabajar. Así que parece lógico pensar que no contará ni con el tesorero, Armando Sala, ni con el actual director de Gabinete, Javier Mondéjar, aunque es una persona de la casa. El presidente de Facpyme quiere nombrar vicepresidenta segunda a una mujer. Nombres como Victoria Puche, directora del Hotel Maya, o Mar Valera, responsable del restaurante La Finca de Elche, o María José Rocamora, CEO de Alicante Urbana y apellido de peso en la historia empresarial de la provincia, están en las quinielas para el Comité.

Carlos Baño asegura que ahora está analizando la disponibilidad de las personas con las que quiere contar y preparando el aterrizaje. En la lista, también es consciente de que necesitará nombres para las delegaciones.

El componente político

En el plano más institucional, el presidente de Facpyme considera que sus objetivos están claros: “Trabajo con la fuerza de la razón”, mientras hace oídos sordos a quienes le sitúan en la esfera del actual presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana y de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón. “No soy del PP, soy amigo de Carlos Mazón. Nos presentó Antonio Fernández Valenzuela”, explica. “Voy a defender los intereses de la Cámara de Alicante y de los empresarios esté quien esté”, concluye.

Oficialmente, ningún candidato está relacionado con ningún partido, pero nadie oculta simpatías personales e institucionales. Las declaraciones del 'conseller' de Economía, Rafael Climent, llamando al consenso cuando ya habían pasado las elecciones se han visto como poco acertadas por el entorno de Baño y, aunque en el Consell, hay recelos por las amistades de este, lo que preocupa es no saber cómo va a responder un empresario que no se muerde la lengua.

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El ganador de las elecciones “no ha echado de menos ninguna felicitación en estos días”, en referencia a la de Ximo Puig o Climent, pero “sé que no lo harán hasta que sea oficial”, apuntan las fuentes consultadas. Sin embargo, el buzón de Carlos Baño está repleto de mensajes de enhorabuena que empiezan por el propio Juan Riera o Antonio Arias y que acaban pasando por representantes de todos los partidos políticos. Por ejemplo, Alejandro Soler, secretario general provincial del PSOE o de alcaldes socialistas, de Izquierda Unida, Ciudadanos y PP.

Los empresarios consultados creen que Carlos Baño, más que ser afín a Carlos Mazón, será crítico ante el gobierno del Botànic y a nadie se le escapa que este aspecto ayuda al candidato popular. En breve, puede ser que en horas, Puig anunciará cambios en el Consell y la plaza de Alicante es un reto mayúsculo.

Así que las incógnitas iniciales son menores para la esfera política. Si Juan Riera se queda como vocal o finalmente se va es algo que todavía, asegura, no ha decidido. Tiene hasta el 20 de mayo. Podría quedarse como vocal en el Pleno, pero una gran parte, incluso de su círculo más próximo, cree que no tiene necesidad.

En cualquier caso, el cierre de filas ante el empresario asentado en Benidorm parece evidente y la resistencia interna no parece tener mucho recorrido tras la exigua representación que se ha quedado. Vendrán otras disputas y por los planes que tiene Carlos Baño serán por la reorganización de puertas adentro de una entidad que tiene la urgencia de renovar un acuerdo de alquiler con el Ayuntamiento de Alicante sobre su sede, el antiguo Palas. El contrato acaba a finales de junio y aún no se ha firmado.