Jorge se distancia de la muerte de Marta Calvo: "Me desperté y ya estaba muerta"

La Guardia Civil cree que cada palabra de la declaración de Jorge Ignacio, el detenido como presunto responsable de la desaparición de Marta Calvo, estaba meditada al mínimo detalle, con la única intención de salir judicialmente indemne. Por ejemplo, el sospechoso nunca ha dicho que la joven se muriera mientras mantenían relaciones sexuales. Todo lo contrario. Se distancia del momento de la muerte: "Cuando me desperté, me la encontré muerta". De esta forma evita el delito de omisión del deber de socorro. Si él hubiese presenciado la agonía y el fallecimiento, habría tenido tiempo de ayudarla y llamar al 112, pero no lo hizo, porque, según él, ya había perdido la vida cuando se despertó.

En su declaración ante la Guardia Civil, Jorge afirma que en la madrugada del 6 al 7 de noviembre él acude con su coche a recoger a Marta a Valencia. Ya la conocía. Tres semanas antes habían quedado por primera vez y habían mantenido relaciones sexuales. Se cayeron bien e intercambiaron teléfonos. El día 7, Jorge Ignacio volvió a llamar a Marta y quedan. Ella no conduce, por eso el detenido tiene que acudir a Valencia a por ella.

La lleva a Manuel donde los dos consumen cocaína, según la declaración del sospechoso, y mantienen relaciones sexuales. Él explica que colocó droga en las zonas erógenas femeninas de la víctima. Este dato es importante porque la UCO ha logrado determinar que al menos dos jóvenes más que mantuvieron relaciones sexuales con Jorge Ignacio aseguran que hizo con ellas lo mismo pero sin pedirles permiso. Una tercera falleció por sobredosis y la autopsia determinó la presencia de cocaína en sus zonas íntimas.

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Después del sexo, siempre según la versión del sospechoso, se durmieron. "Cuando me desperté, ya estaba muerta", explicó a los investigadores. "Estaba abrumado. Me asusté mucho y pensé en suicidarme", siguió relatando, pero no lo hizo. Al contrario, acudió a tres tiendas a comprar dos sierras manuales, bolsas de plástico, y productos de limpieza, incluido ácido corrosivo. La Guardia Civil ha recuperado las imágenes de las cámaras de seguridad donde se ve claramente como escoge los serruchos y se los lleva.

El acusado cuenta cómo utiliza todo el día 7 de noviembre, jueves, para descuartizar el cadáver, y que no es hasta el 8 viernes que se deshace del cuerpo. Lo mete en bolsas y lo va arrojando por contenedores de la provincia de Valencia.

Se reanuda la búsqueda

Efectivos de la Guardia Civil han reanudado este lunes la búsqueda del cuerpo sin vida de Marta Calvo, la joven de 25 años que lleva ya 33 días desaparecida.

Los agentes paralizaron este sábado la búsqueda, en primer lugar, para estudiar nuevas pistas y, en segundo término, ante el barrizal del terreno como consecuencia de las fuertes lluvias y los trabajos de búsqueda se retomarán este lunes.

El principal sospechoso ingresó el pasado viernes en prisión tras ordenarlo la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alzira (Valencia), en funciones de guardia.

El hombre, de 38 años, pidió perdón a la jueza por su forma de actuar y después se acogió a su derecho a no declarar en una causa que está abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación. La magistrada de guardia se inhibirá de las diligencias en favor del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 6 de Alzira.

Las últimas pistas

Jorge Ignacio P.J. se entregó el miércoles de madrugada en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, localidad cercana a Manuel, donde tenía una casa alquilada en la que había quedado a través de internet con la joven, que mandó a su madre su ubicación por WhatsApp.

Desde dos días después, el 9 de noviembre, la chica figura como desaparecida. Las tareas de búsqueda, con participación de hasta 150 efectivos de distintos servicios de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, se extendieron también a l'Olleria, donde el sospechoso vivió en otra casa de alquiler.

El nombre de Jorge aparece vinculado con un suceso anterior en el que falleció una mujer que ejercía la prostitución en Valencia

En una primera declaración, el principal sospechoso de lo que se investiga como una muerte violenta confesó ante los agentes que había "desmembrado" el cuerpo de la joven y lo había arrojado a varios contenedores.

Tras ello, el joven, quien en ningún momento ha asumido la autoría de la muerte de la víctima, declaró que fue algo accidental en un episodio de sexo y cocaína.

Otro suceso anterior

El nombre de Jorge Ignacio P.J. aparece relacionado con un suceso anterior en el que falleció una mujer que ejercía la prostitución en una casa de citas de Valencia. Los hechos sucedieron el 25 de marzo, cuando se recibió un aviso en la Policía porque una mujer estaba sufriendo convulsiones y el cliente que había estado con ella había abandonado precipitadamente la vivienda.

Hasta el lugar se desplazaron Policía Nacional, Policía Local y efectivos sanitarios que trasladaron a la mujer al hospital donde quedó ingresada en coma inducido hasta que falleció el 3 de abril.

Las compañeras de la fallecida habían facilitado las características físicas del hombre que estuvo con la víctima y que había sido su único cliente. La Policía acabó teniendo conocimiento de que este hombre podía ser Jorge Ignacio P.J., sin embargo en el momento de conocer su identidad, se disponía ya del informe de la autopsia que revelaba que la fallecida murió como consecuencia de un ataque epiléptico con consumo de sustancias estupefacientes, por lo que el hombre no llegó a ser ni interrogado ni investigado, según fuentes policiales.