La gran empresa valenciana respalda a Ximo Puig frente a Compromís y Podemos

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, mantiene hoy lunes un almuerzo privado con el plenario de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el poderoso lobby que lideran Vicente Boluda y Juan Roig, entre otros, y que agrupa a las cien principales empresa de la autonomía. Será el primer encuentro oficial entre ambos desde su toma de posesión, aunque Puig mantiene contactos periódicos con muchos de estos patronos, especialmente con el dueño de Mercadona, con quien disfruta de una buena relación.

El PSPV comparte el poder institucional con Compromís, que tiene a Mònica Oltra de vicepresidenta, y Podemos ejerce de muleta parlamentaria. El gobierno bipartito va cumpliendo sus objetivos programáticos. La percepción en AVE es que el Consell surgido del Acuerdo del Botánico tiene visos de agotar la legislatura, aunque puedan producirse cambios a medio plazo, como una posible entrada de Podemos en el Ejecutivo. Pero la sensación permanente de inestabilidad en el Ejecutivo del presidente socialista preocupa a los empresarios. Ante esta perspectiva, la opción que maneja la organización es intentar reforzar el liderazgo de Puig, a quien consideran más afín a sus intereses, para que ejerza un papel moderador frente a sus socios, según relatan fuentes conocedoras del sentir más o menos general en AVE.

En el entorno del del lobby se explica que la sintonía con Puig es ahora mejor que con los partidos de la oposición. El Partido Popular valenciano sigue en fase de digestión de la derrota y la pérdida de poder acumulado durante veinte años. Casi en desbandada como organización y muy lastrada por los casos de corrupción que siguen apareciendo, la presidenta regional interina Isabel Bonig ha hecho una labor de cohesión y trata de articular una oposición al bipartito pero está lejos todavía de consolidarse como alternativa. Su liderazgo adolece de la precariedad propia de depender de cómo gestionen los populares el resultado de las elecciones generales del 20 de diciembre. Los congresos en cascada, empezando por el nacional en el que se decidirá si Mariano Rajoy sigue o no al frente de la formación de la gaviota, no se producirán hasta que no haya un nuevo Gobierno, en los próximos meses o tras unos nuevos comicios.

La sensación permanente de inestabilidad en el Ejecutivo del presidente socialista preocupa a los empresarios, aunque no contemplan una ruptura

Bonig todavía no ha mantenido encuentros oficiales con el mundo económico local. Es más, en ámbitos patronales fue muy criticada la intervención en la que cargó contra Puig y Oltra por hacerse la foto con la patronal autonómica Cierval y los sindicatos en la constitución de la primera mesa de diálogo social tras el cambio de color de la Generalitat. La lideresa popular calificó de “vieja política y viejos actores” a los protagonistas del encuentro, lo que no sentó nada bien en las organizaciones empresariales.

La situación en Ciudadanos es aparentemente mejor, por cuanto es una formación en crecimiento, pero también en construcción. El 20D rozó el 16% de los votos, casi tres puntos más que en las autonómicas, y parece que se consolida como opción política. Pero aún es un partido sin madurar, sin liderazgos definidos y que trata de buscar su espacio entre socialistas y populares.

Este escenario de incertidumbre en el centro-derecha explica que AVE apueste, por el momento, por favorecer y defender la estabilidad de Puig en el Ejecutivo autonómico.

Mejor gestión y seguridad jurídica

Pero ese apoyo no es gratuito ni deja de estar condicionado. Los integrantes de AVE defienden una mayor eficiencia en la gestión, coordinación entre los miembros del Ejecutivo, seguridad jurídica en materia económica y pocas aventuras en lo político. Es sabido que entre los empresarios está extendida la opinión de que hay consejeros que no terminan de cuajar, y se cita entre ellos al de Economía, Rafael Climent. Todas estas cuestiones podrían salir en el transcurso del almuerzo privado.

En lo que todos los agentes y formaciones políticas valencianas están alineadas es en el paquete básico de reivindicaciones y cuentas pendientes con el Gobierno central. El diagnóstico sobre los problemas derivados de la infrafinanciación es compartido, como también la necesidad de completar de una vez el Corredor Mediterráneo ferroviario para favorecer la salida de mercancías hacia Europa y elevar el volumen de inversiones estatales en la Comunidad Valenciana, muy castigadas desde la finalización del AVE entre Madrid y Valencia.

Los presupuestos de Montoro, al Constitucional

Ximo Puig llegará a la reunión con los empresarios con la decisión tomada de presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra los Presupuestos Generales del Estado de 2016 por considerar que no cumplen con el mandato de generar la suficiencia de recursos para prestar los servicios básicos que son competencia de la Generalitat: Sanidad, educación y servicios sociales. El Consell Jurídic Consultiu (el Consejo de Estado autonómico) ha avalado esta acción judicial, que cuenta con los informes favorables de los letrados de la Abogacía de la Generalitat. Un estudio de departamento jurídico concluye que se vulneran varios artículos de la Constitución y la LOFCA, así como el 67 del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana. La Administración valenciana reclama una compensación de algo más de 1.300 millones de euros a través del Fondo de Suficiencia. Es la misma cantidad que ha computado como ingresos para este año con cargo a un futuro sistema de financiación a sabienda de que podría no aprobarse.

La intención del Gobierno valenciano es presentar el recurso esta misma semana. Este mismo lunes por la tarde, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, defiende en el Club de Encuentro Manuel Broseta de Valencia, junto con el presidente de la patronal autonómica José Vicente González, la propuesta de nuevo modelo de financiación autonómica que quieren trasladar al nuevo Gobierno para su debate, sea quien sea el próximo presidente.

Contexto de recuperación económica

En materia económica, el encuentro se produce en un contexto de recuperación moderada y con muchas debilidades pendientes de resolver. La tasa de paro sigue por encima del 22%. Aunque la Comunidad Valenciana cerró 2005 con casi 50.000 desempleados menos aún hay más de 460.000 personas que buscan empleo y no lo encuentran.

El lado positivo es que cada vez son más las empresas locales que tiran del carro. La Comunidad Valenciana registró un nuevo récord de exportaciones en los nueve primeros meses del año pasado, con más de 26.000 millones en ventas. Ha superado a Madrid como segunda región española más exportadora (la primera es Cataluña) y sigue disfrutando de una balanza comercial positiva que sirve para mitigar los saldos negativos del conjunto de la economía nacional. La industria automovilística liderada por la planta de Ford en Almussafes y la industria agroalimentaria son los dos grandes tractores del éxito en los mercados internacionales, pero cada son mayores las cifras de negocio en otros sectores como, por ejemplo, el calzado, cuyas empresas vendieron entre enero y noviembre del año pasado 1.500 millones de euros.

Pese a estos indicadores aparentamente optimistas, la coyuntura internacional y la inestabilidad política en España preocupan en AVE. La organización guarda bajo llave documentos encargados en materia de propuestas para una reforma institucional o de por dónde cree que deber ir los partidos con el fin de que no se frene el discreto despegue de la economía. No obstante, prefirió mantener un segundo plano durante la reciente campaña electoral (no todos los socios de AVE piensa igual, por ejemplo, en materia territorial).