Rajoy y Rivera se reúnen tras el 21-D y cierran filas con el 155 hasta que haya Govern

Primera reunión de Mariano Rajoy y Albert Rivera tras el triunfo arrollador de Ciudadanos —aunque sin posibilidad por ahora de formar gobierno— en las elecciones autonómicas del 21-D. Ambos líderes despacharon juntos este jueves en el palacio de La Moncloa para analizar la situación en Cataluña y cerrar filas con la aplicación del 155. Seguirá en pie hasta que haya un nuevo Govern, tal y como estaba previsto.

La propia entrevista de Rajoy y Rivera, que se prolongó durante hora y media, es noticia en sí. Ambos tienen una relación fluida —igual que la que mantiene el jefe del Ejecutivo con Pedro Sánchez, secretario general del PSOE—, pero la de hoy, adelantada a los medios en un comunicado primero por Cs y luego por La Moncloa, tiene importancia por sí misma, porque es la primera entre ambos desde los comicios que la formación naranja ganó en votos y diputados y en los que el PP quedó humillado como última fuerza del Parlament, con solo cuatro representantes. Un tanto en la hoja de resultados de Rivera que este podía hacer valer para presionar al Gobierno a que cumpla sus compromisos de investidura, especialmente los que encajan en el marco presupuestario de 2018, que las dos formaciones habían preacordado en otoño. Rajoy y Rivera ya habían conversado por teléfono tras el 21-D, y el capitán del PP le había trasladado su enhorabuena por los resultados, pero no se habían visto.

Según la nota de Ciudadanos, en el encuentro, "que se enmarca en las reuniones ordinarias que ambos dirigentes vienen manteniendo en los últimos meses", se abordó el "balance de la situación política", especialmente en Cataluña, "tras las elecciones del pasado 21 de diciembre y que ganó Cs".

Sigue faltando el PNV

"Tanto Rivera como Rajoy han coincidido en la necesidad de que el futuro Gobierno de Cataluña respete la Constitución y cumpla las leyes democráticas con el objetivo de recuperar la convivencia. También valoraron la aplicación del artículo 155 tras el acuerdo en el Senado [del pasado 27 de octubre]", y en virtud del cual el Ejecutivo central convocó las elecciones del 21-D, "hasta que se constituya el nuevo Gobierno en Cataluña como garantía de acceso a los servicios públicos de todos los catalanes".

Ambos coinciden en la necesidad de que el futuro Govern "respete la Constitución y cumpla las leyes con el objetivo de recuperar la convivencia"

Según informó posteriormente el número dos de la formación naranja en declaraciones a los medios en el Congreso, José Manuel Villegas, el presidente no planteó a Rivera durante su encuentro, "en ningún momento", la "ocurrencia" de que la vencedora de los comicios, Inés Arrimadas, intente formar gobierno. Sin embargo, el PP sí había presionado al partido centrista para que tomase la iniciativa, igual que ayer hizo el PSOE a través de su número tres, José Luis Ábalos. El portavoz de los populares en la Cámara Baja, Rafa Hernando, también insistía este miércoles: acusó a Arrimadas de "lavarse las manos" y "tirar la toalla" sin tan siquiera tantear una mayoría constitucionalista. Cs siempre ha defendido que los números no dan. "Parece que Rajoy sí que sabe sumar y sabe cuándo se puede obtener una mayoría y cuándo no", ironizó Villegas, aludiendo a que esa "petición" de que Cs dé un paso al frente procede de "otros niveles" del PP.

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Lo cierto es que esa hipótesis de que Arrimadas sea investida es a día de hoy un imposible, pues Junts per Catalunya (34) y ERC (32), más la CUP (4) suman 70 escaños, dos más de la mayoría absoluta del Parlament. Para que Cs consiguiese entrar en el Palau de la Generalitat tendrían que producirse bajas en el bloque separatista, de modo que los tres 'exconsellers' y diputados electos en prisión —Oriol Junqueras, Joaquim Forn y Jordi Sànchez— y los cinco huidos en Bruselas —el 'expresident' Carles Puigdemont, y los 'exconsellers' Clara Ponsati, Lluís Puig, Toni Comín y Meritxell Serret— no puedan votar la investidura.

No al "circo" de Puigdemont

Cs ha mantenido hasta ahora que prefiere ver qué hacen los partidos soberanistas. Pero este jueves sí adelantó, a través de su parlamentario Carlos Carrizosa en Catalunya Ràdio, que va a intentar pujar por la presidencia del Parlament, que le corresponde, defiende, como fuerza ganadora del 21-D. "Habrá tiempo para ver de qué apoyos se dispone y suponemos que en los próximos días comenzarán las negociaciones, pero vamos a plantear una candidatura a la Presidencia de la Mesa [...]. Sería lo más democrático", confirmó Villegas, aunque sin adelantar el nombre del parlamentario que se postulará, aunque no "sorprendería" que fuera José María Espejo-Saavedra, vicepresidente segundo de la Mesa saliente. La decisión de apostar por la Presidencia del Legislativo obedece, explicó, a la necesidad de evitar que los soberanistas quieran hacerse con el cargo de nuevo —de hecho, ya se habla de la posibilidad de que repita Carme Forcadell— tras haber "secuestrado" la Mesa y haber hecho una "utilización indebida" de este órgano en la última legislatura.

Rajoy no plantea a Rivera "en ningún momento" la "ocurrencia" de que Arrimadas busque formar gobierno. La suma, insiste Cs, no da

El número dos de Cs señaló que su formación está dispuesta, para conseguir la jefatura de la Cámara, a hablar con los grupos separatistas, porque la Mesa ha de ser un "órgano plural", un planteamiento que ve compatible con la decisión de no dialogar con ellos para conseguir la elección de Arrimadas como jefa del Govern, opción que descarta por ahora. "Si PP y PSC hubieran tenido mejores resultados, hablaríamos de otras circunstancias, pero en este momento no hay suma, pero no damos por hecho nada", reprochó.

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El dirigente también adelantó que su partido no colaborará con "el circo" de Puigdemont desde Bruselas y no "ayudará a hacer un traje a medida para un candidato prófugo", por lo que obstaculizará cualquier reforma del reglamento de la Cámara que permita su investidura vía telemática o de forma virtual, como ayer avanzó el 'exconseller' de Presidencia y parlamentario electo Jordi Turull. Cs también pedirá al resto de fuerzas que se opongan a esa añagaza de los secesionistas.

Cs sí peleará por la presidencia del Parlament y para eso está dispuesto a hablar con los separatistas, porque la Mesa es un "órgano plural"

Además, según el comunicado, "Rivera y Rajoy hablaron de la necesidad de abordar de forma urgente un nuevo sistema de financiación autonómica en 2018 para dar solución a los problemas de las comunidades respecto al mantenimiento de los servicios públicos, así como de cumplir los preacuerdos sobre Presupuestos en el Parlamento". La nota emitida por La Moncloa es más aséptica y fría: que ambos acordaron, simplemente, "retomar en breve las negociaciones" para la aprobación de los PGE y la "conveniencia de aprobar" la nueva financiación autonómica para solventar los problemas de los territorios, informa Ángel Collado.

Falla la regeneración democrática

Y es que las cuentas del Estado del año próximo siguen todavía en un cajón: Hacienda frenó su tramitación a la vista de que no tenía los apoyos suficientes: sí había pacto con Ciudadanos, pero aún faltaba el respaldo de PNV, que aparcó la negociación en cuanto comenzó a tramitarse el 155 y que aún sigue frío ya pasadas las elecciones del 21-D, pues, como informó este periódico, no se moverá hasta que se cancele la intervención de la autonomía catalana y pasen sus "consecuencias". PP y Cs habían alcanzando un principio de acuerdo sobre los PGE, que incluía medidas como extender la rebaja del IVA, un aumento de los permisos de paternidad a cinco semanas a partir de cinco semanas y la equiparación salarial entre agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional. También se incorporaban partidas para el Corredor Mediterráneo y para otras infraestructuras o ayudas de guardería para familias con hijos de cero a tres años. Según avanzó Rivera en aquel momento, se trataba de un paquete de 8.297 millones de euros, informa Europa Press.

Villegas recuerda que el PP deberá afrontar las medidas de regeneración democrática "si quiere seguir contando con el apoyo de Ciudadanos"

Respecto a la reforma del sistema de financiación, el Gobierno también ha insistido hasta ahora en que es necesario un acuerdo con el PSOE, pues está al frente de los gobiernos de siete CCAA —Andalucía, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha, Asturias, Valencia y Baleares—, al contrario que Cs, cuyos votos en el Congreso sí son importantes para Rajoy pero que en cambio no tiene el poder de ningún territorio. Cs considera necesaria una revisión del modelo para las comunidades del régimen común, "más después de la aprobación del cuponazo" vasco el mes pasado. En todo caso, no hay plazos. "No hubo concreción de fechas por parte del presidente del Gobierno en ninguno de los temas que se han planteado", constató Villegas.

La principal queja de Cs con Rajoy viene en el ámbito de la regeneración democrática, materia en la que el PP "arrastra los pies". Pero Villegas recordó que el presidente y el PP deberán afrontar esas reformas —cambios en la Fiscalía, modificación en la forma de elección de los miembros del Tribunal Constitucional..., que se suman a la frustrada renovación por concurso público del consejo de RTVE o la remodelación del Tribunal de Cuentas— "si quieren seguir contando con el apoyo de Ciudadanos", "por mucho que les duela" abordarlas.