Puigdemont sugiere que si gana Arrimadas o Iceta es porque los ha elegido Madrid
Puigdemont lanza su último mensaje de campaña desde Bruselas para pedir de nuevo el voto para su persona. Asegura que la gran prioridad de Cataluña hoy es que él regrese
Carles Puigdemont volvió a aparecer en modo estelar desde una pantalla gigante en el llamado megamitin, una conexión en directo del 'expresident' que se pudo seguir en 70 ciudades simultáneamente. Desde su particular exilio en Bruselas, Puigdemont quiso apuntalar el mensaje de Junts per Catalunya en su última aparición de campaña. Una vez más, no planteó ninguna política concreta ni propuso nada para estos cuatro años de legislatura que no sea pedir al pueblo de Cataluña que le salve de su exilio. Ese es básicamente el programa electoral de JxCAT, ayudar a Puigdemont a salir del atolladero en el que se encuentra. "Lo que toca ahora es restituir al 'president' y al Govern. Vuestro voto es el que nos tiene que traer de vuelta y sacar de prisión a todos", dijo el candidato.
Cuando no pidió el voto con ese fin, Puigdemont se dedicó a culpar a España de todos los males que asuelan Cataluña. Es culpa de España que él haya tenido que marcharse a Bruselas "porque no le gusta lo que votan los catalanes" y es culpa de España también que él haya tenido que romper su promesa de no volverse a presentar en unas elecciones porque Cataluña le necesita. "La respuesta furibunda del Estado español de suspender las instituciones y castigar al pueblo de Cataluña nos ha obligado a tomar decisiones trascendentes. Era mi deber, por la amenaza directa a nuestras instituciones, defender la Generalitat por delante de todo", se justificó Puigdemont en un nada modesto alegato.
Nos jugamos [decidir] si el presidente de la Generalitat lo escoge el pueblo de Cataluña o lo escoge Madrid a su conveniencia
Es más, Puigdemont no solo concurre a estas elecciones por deber patriótico. Es que él es el único de los siete candidatos (ya que Oriol Junqueras no puede tomar posesión) con legitimidad para ser presidente. Inés Arrimadas o Miquel Iceta, por ejemplo, nunca podrían llamarse a sí mismos 'president' de la Generalitat porque quien los habría elegido no son catalanes sino el Gobierno. Y así lo dijo: "Nos jugamos [decidir] si el presidente de la Generalitat lo escoge el pueblo de Cataluña o lo escoge Madrid a su conveniencia. Si ahora gana el 'presidente del 155', se llame como se llame, habremos regalado la soberanía a Mariano Rajoy y a todo lo que representa. Eso es lo que hay en juego, no nos dejemos confundir".
El 'expresident' también empleó el argumento de la división social y el empobrecimiento en su favor. En un razonamiento que bien podrían firmar PSOE, PP o Ciudadanos, y que de hecho han empleado en multitud de ocasiones, el candidato de JxCAT dijo que "algunos quieren dividir a la sociedad catalana, fracturarla y debilitarla por interés electoral" y aseguró que el Estado solo busca el "perjuicio de todos los catalanes", ya que el proyecto soberanista ha demostrado que sabe "vivir en cohesión y ser solidario con otros pueblos". Y ante la justicia y sensibilidad del soberanismo se encuentra una España que no es pacífica ni es democrática.
Solo hay un plan posible: que el 'president' y el Govern cesados retornen. Cualquier otro plan es una derrota por décadas
Puigdemont también le dijo a sus potenciales votantes que sus votos tienen el poder mágico de derribar las sentencias del Tribunal Supremo. Pero para ello deben ser muchos, tantos como para convertirlo en el candidato más votado este jueves. Ese es el mantra, si Puigdemont gana en votos, la Justicia no podrá encarcelarlo. De nuevo, una llamada al voto exclusivamente personalista sin ninguna propuesta política detrás. "Hay que apelar al voto útil de país porque lo que nos jugamos es el país, y desde esa perspectiva solo hay un plan posible: que el 'president' y el Govern cesados antidemocráticamente retornen. Cualquier otro plan es una derrota por décadas, es una derrota de país", sentenció.
Carles Puigdemont volvió a aparecer en modo estelar desde una pantalla gigante en el llamado megamitin, una conexión en directo del 'expresident' que se pudo seguir en 70 ciudades simultáneamente. Desde su particular exilio en Bruselas, Puigdemont quiso apuntalar el mensaje de Junts per Catalunya en su última aparición de campaña. Una vez más, no planteó ninguna política concreta ni propuso nada para estos cuatro años de legislatura que no sea pedir al pueblo de Cataluña que le salve de su exilio. Ese es básicamente el programa electoral de JxCAT, ayudar a Puigdemont a salir del atolladero en el que se encuentra. "Lo que toca ahora es restituir al 'president' y al Govern. Vuestro voto es el que nos tiene que traer de vuelta y sacar de prisión a todos", dijo el candidato.
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