Cifuentes y Aguirre se vuelcan en el 27S con Levy: "Tras la secesión hay un calvario"

El PP madrileño se ha reunido esta mañana en la capital a sólo seis días de las elecciones de Cataluña para volcarse en la campaña del 27S buscando dar un empujón a la formación y a su candidato a la Generalitat, Xavier García Albiol, cuando todas las encuestas acercan la mayoría absoluta a la candidatura Junts pel Sí de Artur Mas, si pacta con las CUP. La presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, entró a una la sala rebosante de representantes de los 'populares' de Madrid junto a la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, y una de las nuevas caras del PP, la catalana Andrea Levy.

Aguirre comenzó el acto repasando “la titánica trayectoria política” de Levy “a pesar de su juventud”, a la que considera “un soplo de aire fresco”, reconociendo que en un partido son necesarios “los cambios de rostro y de discurso”. Según la presidenta del PP madrileño, la tarea de Albiol y Levy es la del mayor compomiso que existe: “Defender la unidad de España en una tierra en la que el entorno es muy poco favorable, por decirlo suavemente”, matizó.

Sin embargo fue Cristina Cifuentes la que enarboló el verdadero discurso de ataque al independentismo asumiendo una vez más el papel de 'nueva lideresa' que desde Génova se quiere proyectar. En presencia de la delegada del Gobierno, Concepcion Dancausa, la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, y otros rostros conocidos del PP madrileño como Ángel Carromero y representantes de distintos distritos, diputados y senadores, la presidenta de la Comunidad insistió en que las elecciones catalanas “no son un plebiscito” aunque admitió la “absoluta importancia” de estos comicios. Cifuentes 'sacó pecho' por su gestión en Madrid: “Este año vamos a crecer un 3,3%, somos una comunidad que no vive por encima de sus posibilidades y nuestra deuda es la más baja”, dijo la regidora mientras arremetió contra otras CCAA: “Nosotros practicamos políticas para generar riqueza, algo que no pueden decir otras comunidades que siguen atrapadas en la ineficacia socialista”.

Y continuó centrándose en el modelo de Cataluña, donde “hace tiempo que sus gobernantes decidieron parar el motor y decir que el sistema no funciona, que quieren irse y ser independientes”. Una postura cobarde según Cifuentes, que sacó la artillería pesada del PP en su intervención: “Los nacionalistas prometen el paraíso a los catalanes si hay independencia, pero tras ese paraíso se esconde un calvario, un retroceso de décadas”, afirmó entre aplausos. “Siempre es mas fácil ondear banderas e inventarse un enemigo que ponerse a trabajar”, concluyó la presidenta, que este domingo estuvo en Cataluña participando en actos de campaña por segunda vez. Cifuentes cedió la palabra a la invitada, Andrea Levy, y exactamente igual que Aguirre la enmarcó en “los políticos de la nueva generación del PP”, que son los que realmente pueden hablar del “centro-derecha”, insistió la regidora madrileña en más de una ocasión.

Levy por su parte, quiso hacer un llamamiento a los catalanes “que dudan, que no saben qué hacer o si quedarse en casa”, aunque quiso desmarcarse del “discurso del miedo”, asegurando “que no es eso, s el de la verdad”. La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP defendió a su partido, “que no ha fallado a los españoles, sino que ha dado la batalla y ha gestionado los momentos más difíciles en España”. Levy apeló también a los catalanes que “no tienen complejos de sentirse españoles y sentir amor por su país”, aunque quiso hacer un guiño también a su comunidad: “Claro que hay que reconocer la pluralidad” pero el nacionalismo dijo, “es tremendamente antiliberal y busca disimular a los individuos y colectivizarnos”.

La número dos de Albiol pidió que la bandera “que realmente se levante” sea “la de la libertad” para acabar con la “asfixia del nacionalismo”. Y siguiendo con las posibles asfixias que puede traer consigo la independencia, también hizo mención expresa a la económica. "Los nacionalistas están haciendo una carrera muy rápida sin pensar en los posibles riesgos. Hay que pararse a pensar en las pensiones y en los ahorros de todos los catalanes”, dijo Levy, precisamente al mismo tiempo en el que el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, advertía del “riesgo de corralito” si Cataluña se separara de España.

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