Aragonès sufre con la gestión de la Generalitat (y los problemas de ERC antes de elecciones)

Aunque el independentismo sigue centrado en la reivindicación de su conflicto con Madrid y en pedir un referéndum, lo cierto es que, mientras tanto, pasan cosas. La principal conclusión es que esas cosas se le han atragantado a la Generalitat. Que el día a día, la gestión de las cuestiones mundanas, se le hace cuesta arriba a Pere Aragonès y su Govern. Y que, más que obtener réditos electorales para ERC por gobernar Cataluña, este logro político se está convirtiendo en un peso muerto.

Solo a modo de resumen: la sequía, la degradación del sistema educativo, la reestructuración de los centros de atención primaria para sacar a los pediatras, la baja implantación de energía renovable, la pérdida de renta per cápita, la falta de vivienda, la pobreza —infantil o pobreza a secas—, la inmigración, que está empezando a sacar la cabeza como tema político. Todo esto son cuestiones pendientes en los que la Generalitat no está logrando buenos resultados.

Además, ante cualquier problema, la Generalitat de Pere Aragonès siempre hace lo mismo. No se pronuncia, no marca un criterio político, no se moja. Ante la ampliación del aeropuerto de El Prat, la paraliza por dejación de responsabilidades, pero no se pronuncia ni a favor ni en contra. Mientras, Barajas ya arranca. Cuando se preguntó al conseller de Acció Climàtica, David Mascort, si en Cataluña había agua para un proyecto como el Hard Rock Cafe en Tarragona. "Mi opinión no importa", respondió el conseller, haciendo de la falta de criterio político la marca de la casa.

La consellera de Educació, Anna Simó, hace seis meses decía que no hacía falta prohibir los móviles en las aulas. Ahora recomienda su prohibición a los directores, después de que el grupo de WhatsApp de padres que movilizó a la sociedad en ese sentido naciese en Barcelona.

JxCAT pide un cambio radical en la Generalitat, mientras el PSC tiende la mano

Alicia Romero, portavoz del PSC en el Congreso, considera que "tenemos un Govern que no gobierna, un mal Gobierno que no está resolviendo los problemas de los catalanes ni respondiendo a los retos que tiene el país, probablemente porque los últimos 10 años han estado ocupados en otros temas, por lo que hoy sufrimos las consecuencias".

"Lo estamos viendo con la sequía. Desde el año 2009, no se realiza una inversión en infraestructuras del ciclo del agua. No se ha planificado y hoy sufrimos esa falta de inversión que debería habernos permitido no estar continuamente pendientes del cielo", ha criticado Romero.

Desde JxCAT lo ven parecido. "En el caso de la sequía, desde Junts hemos estado siempre dispuestos a aportar soluciones. Asistimos a la cumbre del agua con propuestas y con voluntad de llegar a un consenso. Sin embargo, el Gobierno no fue capaz de consensuar medidas para hacer frente a la peor crisis que sufre el país. Ante la falta de liderazgo del Govern, en Junts impulsamos una proposición de ley, que el Parlament aprobó ampliamente con medidas ejecutivas e inversiones. Junts hizo el trabajo que no hizo el Govern", apunta Mònica Sales, portavoz del partido en el Parlament.

Cumbres y cumbres

La Generalitat afronta igual todas las crisis. No marca un criterio político y convoca cumbres para buscar pactos en las que los que asisten no saben hacia dónde va el Govern. Así lo apuntó Anna Simó cuando el informe PISA marcó un muy deficiente al sistema educativo catalán "Hay que hacer piña", aseguró. Y convocó una cumbre de partidos que tampoco resolvió nada.

Sales denuncia que "Junts fue el único partido que asistió a la cumbre organizada por el Govern con una veintena de propuestas. Entre las propuestas, destaca la constitución de un comité nacional de expertos para realizar una diagnosis de la situación actual y acordar medidas para hacer frente a la crisis que aflora el informe PISA, que el Gobierno aceptó".

Romero también critica al Govern por el tema de la educación: "Invertimos más que nunca en educación, pero, tal vez, las prioridades no sean acertadas. El ejemplo serían los 170 millones dedicados a avanzar el calendario escolar una semana en septiembre".

En la cola en renovables

Para Romero, "un caso similar es el de las energías renovables. No invertimos y estamos en la cola de España. Queremos ser autosuficientes en muchos casos, pero acabaremos comprando energías limpias en otros territorios, ¡todo un despropósito!".

JxCAT y PSC afrontan sus críticas de manera distinta. JxCAT pide un giro radical. Los socialistas extienden la mano. "Es evidente que Cataluña necesita que el Govern realice un cambio de rumbo porque, con esta falta de liderazgo y con esta gestión errática, el país vive en una agonía permanente. Desde Junts, en muchas ocasiones desde el Parlament, lideramos y hacemos el trabajo que no hace la Generalitat", ha reprochado Mònica Sales.

Por su parte, la portavoz del PSC, Alicia Romero, concluye que "desde mi grupo no podemos sentirnos satisfechos, al contrario. Por eso extendemos la mano al Govern, intentando ayudar a pesar de que a menudo no se nos considera; pero es nuestra obligación como primer grupo de la Cámara hacerlo desde la responsabilidad y política útil".