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El Govern intentó vetar que una comisión de eurodiputados entrase en escuelas catalanas
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LES ACUSAN DE PARTIDISMO

El Govern intentó vetar que una comisión de eurodiputados entrase en escuelas catalanas

La estrategia del independentismo intenta desacreditar al grupo, que aterrizó en Barcelona este lunes: los políticos machacan, la ANC moviliza

Foto: Dolors Montserrat llegando este lunes a Barcelona. (Kike Rincón/EP)
Dolors Montserrat llegando este lunes a Barcelona. (Kike Rincón/EP)

Una comisión de 12 eurodiputados del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) aterrizó este lunes en Barcelona. Su misión es ver sobre el terreno la realidad de la inmersión lingüística de las escuelas catalanas. La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), entidad cívica que ha llevado la petición de algunos padres para que se aplique la ley que permita dar el 25% de las clases en castellano, había pedido a esta comisión que interviniese, después de meses sin dar cumplimiento a las sentencias judiciales. La PETI está para eso: cualquier ciudadano que crea que han sido conculcados sus derechos puede acudir a ella. Y es lo que hizo la presidenta de la AEB, Ana Losada. La AEB ha pedido siempre la educación en las dos lenguas oficiales, catalán y castellano, conformándose con que este último tenga sólo un 25% de cuota.

Pero el independentismo no cree en los mismos derechos que el resto de los ciudadanos. El Govern, la consejera de Exteriores, la consejera de Educación, los partidos políticos y organizaciones como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Plataforma per la Llengua han comenzado una caza sin cuartel a los miembros de la comisión desplazada a Barcelona, tachándola de partidista, de que ya tiene escritas las conclusiones y de que está dirigida por el PP. En realidad, la presidenta de la PETI sí es del PP; se trata de la diputada Dolors Montserrat, catalana para más señas.

La propia portavoz del Govern, Patrícia Plaja, acusó a los populares de "hacer partidismo de derechas" al impulsar la visita de la delegación. "La inmersión lingüística goza de un consenso enorme, lo sabemos aquí y en Europa. El Govern trabaja para explicarlo", dijo Plaja, que lo mismo que todos los dirigentes independentistas, afirmó que la comisión trabaja "con un discurso manipulado y con una idea predeterminada". Aseguró que el Gobierno catalán no tiene nada que esconder, pero rechaza que venga una comisión europea, pese a que, a menudo, son los propios independentistas los que piden la mediación supranacional.

Foto: Clara Ponsatí, el pasado mes de julio. (EFE/Marta Pérez)

"Si no tienen nada que esconder, ¿a qué viene tanto nerviosismo?, ¿qué teme el Govern? Primero, dijeron que la UE no tiene competencias en esta materia. No deja de ser chocante que esa afirmación provenga de unos señores a los que les importa un bledo el derroche de dinero que hace en muchas cuestiones y que se saltan las competencias cuando les da la real gana. Pero que no olviden que, entre otras cosas, visitan escuelas de necesidades especiales. Y también calibrarán los efectos que la educación catalana pueda tener en la movilidad dentro de la UE. Claro que tienen competencias. Y, por si fuera poco, también se ve afectado el principio de seguridad jurídica, que es uno de los ejes de la UE, y del estado de derecho, porque aquí hay sentencias judiciales que no se cumplen".

Una eurodiputada 'infiltrada'

El independentismo ha atacado a la comisión politizando más el asunto. Meritxell Serret, consejera de Exteriores, afirmó que la visita "responde a una polémica artificial e interesada de la derecha española". Señaló que de los 66 miembros que tiene la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) sólo 12 se desplazan a Barcelona. Eso, no obstante, es lógico: lo ilógico sería que se desplazasen todos. Pero afirmó Serret que todos son del PP, de Vox y de Renew (liberales) porque "los progresistas se han negado a participar". Olvida también que entre los miembros de la comisión desplazada a la capital catalana figura su compañera de partido Diana Riba, portavoz de ERC en el Parlamento Europeo. "Estará como observadora para denunciar la visita", afirmó Serret. En otras palabras, se desplaza como comisaria política.

Foto: La 'consellera' de Educació, Anna Simó, con Pere Aragonès en el Parlament. (EFE)

Precisamente Riba (pareja del exconseller de Exteriores Raül Romeva, excomunista ahora en ERC) comenzó a calentar el ambiente este lunes, cuando publicó un largo hilo en la red X para desautorizar a la comisión. “Esta vista tiene una agenda aprobada sólo por los partidos reaccionarios españoles. Nuestro grupo se niega a participar. Yo estaré como observadora para denunciar lo que, seguramente, será un aquelarre contra el catalán”. Curiosamente, mientras los eurodiputados se reunían con familias que habían denunciado sus casos de vulneración de derechos lingüísticos, Riba lanzaba mensajes contra Dolors Montserrat y con la AEB, a cuyos miembros llegó a calificar el año pasado de “analfabetos funcionales”.

Además del mal gusto de la eurodiputada, el Govern intentó que no visitasen las escuelas previstas aduciendo que "en ellas no hay inmersión" y envió al Parlamento Europeo un listado de centros que debían visitar los miembros del comité desplazados a Barcelona. En realidad, el Govern envió una carta escrita con poca diplomacia que venía a decir que quien mandaba en la educación y quien sabía dónde ir es el propio Govern, no una comisión de eurodiputados foráneos. "Eso demuestra el cinismo del Govern y la mentira permanente en que se instala", explica a El Confidencial una fuente cercana a la AEB. El centro de necesidades especiales, por ejemplo, tenía en su proyecto lingüístico la referencia a que la educación se impartirá solamente en catalán y su web está solo en catalán e inglés, prescindiendo del castellano.

Foto: Polémica en un instituto de Cataluña por prohibir a profesores dar extraescolares en castellano. (iStock)

"Los centros no se escogieron porque sí, sino por una cuestión de cercanía: como traen poco tiempo, se había elegido un centro de necesidades especiales en El Prat, al lado de Barcelona, y se escogió un instituto también cerca del anterior por premura de tiempo. La Conselleria, no obstante, insistió en que debían visitar otras escuelas y no esas, pero se les dijo desde el Parlamento europeo que no son ellos quienes deben decidir qué centros visitar", explica otra fuente.

Se ven con todas las partes

Desde la AEB se critica la postura del independentismo. "Lo importante es que no quieren que vayan a los colegios. ¿Por qué? Porque allí verán que lo que dicen los independentistas no es verdad y que lo que hacen es dar el 100% de las asignaturas en catalán. No hay inmersión lingüística. Todo eso es una farsa que se podía descubrir in situ. Por eso hacen boicot a la visita y acusan que esta ya tiene las conclusiones hechas y que están predeterminadas y escritas, en una campaña infame en una democracia", explican fuentes cercanas a la AEB. Además, aseguran que los miembros de la comisión, "que este lunes se entrevistaron con las familias que denunciaron su situación, no sólo se reunirán estos días con críticos del sistema, sino con la USTEC, el Consell Escolar, el Consell d’Avaluació y con la consellera. Con ello, tendrán una visión global de la situación. Tras consultar a todas las partes y ver sobre el terreno lo que hay, sacarán sus propias conclusiones".

Foto: La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja. (EFE/Quique García)

El independentismo, sin embargo, ve injerencia que la UE meta las narices en el sistema educativo catalán. La protesta soberanista ha sido articulada de tal manera que produce el efecto manada: comienzan algunos dirigentes a lanzar las principales proclamas contra la visita, luego los altos cargos secundan ese llamamiento y se produce el fenómeno de goteo hacia las bases, que acaban participando en ese bloqueo. Más tarde, son los partidos y las entidades afines las que se suman al linchamiento mediático para desacreditar a sus enemigos. Esa estrategia, puesta en práctica en otras ocasiones, permitió que en 24 horas el tema de la visita de la PETI a Barcelona se hiciese viral y se percibiese como negativo por parte de un sector de la población.

La última en mover ficha ha sido la ANC, que ha convocado para las 10.30 de la mañana de este miércoles una concentración a las puertas de las oficinas del Parlamento Europeo en Barcelona, justamente a la hora en que los eurodiputados que participaron en la visita tienen previsto dar una rueda de prensa sobre la misma. La ANC envió una dura carta a los miembros de la comisión PETI en la que le recuerdan que la misión es "partidista y política" y que la UE no es competente en materia de educación. Apela a que los catalanes son una minoría nacional para convertirse en víctimas: "Esta misión constituye un ataque frontal y deliberado contra el principio de no discriminación al que hace referencia la resolución del Parlamento Europeo de 13 de noviembre de 2018 sobre normas mínimas para las minorías en la UE".

Foto: Clara Ponsatí, de Junts per Catalunya. (EFE/Marta Pérez)

En un lenguaje enrevesado, la carta señala que "el modelo de inmersión catalana, aplicado desde 1983, es reconocido en todo el mundo" y añade que la Generalitat de Cataluña "garantiza el derecho a recibir la enseñanza en catalán, una de las lenguas nacionales reconocidas en la Constitución española. Y es porque este derecho a la enseñanza en una de las lenguas nacionales está garantizado en Cataluña, por lo que se ha de proteger ante cualquier intento de instrumentalización por parte de la comisión".

Asegura que la Unesco y otros organismos han elogiado el modelo de inmersión catalán y acusa al PP ("partido heredero de una organización fundada por ministros franquistas fascistas") de llevar décadas "atacando la lengua y la identidad catalana". "Pedimos respeto y consideración para un modelo de educación de inmersión que, como han manifestado organismos y expertos internacionales en derechos humanos, garantiza conocimiento adecuado de la lengua catalana y castellana por parte de los estudiantes de Cataluña", termina la misiva, que lleva fecha del 20 de diciembre.

Desde la AEB consideran que "los independentistas llevan 30 años vendiendo que somos un modelo internacional, pero, paradójicamente, están en contra de que los propios europarlamentarios vean en directo este modelo internacional. No se entiende… a menos que tengan algo que esconder".

Una comisión de 12 eurodiputados del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo (PETI) aterrizó este lunes en Barcelona. Su misión es ver sobre el terreno la realidad de la inmersión lingüística de las escuelas catalanas. La Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), entidad cívica que ha llevado la petición de algunos padres para que se aplique la ley que permita dar el 25% de las clases en castellano, había pedido a esta comisión que interviniese, después de meses sin dar cumplimiento a las sentencias judiciales. La PETI está para eso: cualquier ciudadano que crea que han sido conculcados sus derechos puede acudir a ella. Y es lo que hizo la presidenta de la AEB, Ana Losada. La AEB ha pedido siempre la educación en las dos lenguas oficiales, catalán y castellano, conformándose con que este último tenga sólo un 25% de cuota.

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