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"Pim, pam, pum": el independentismo radical activa las alarmas ante el rearme constitucionalista en Cataluña
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ESCRACHE ANTES DEL 8-O

"Pim, pam, pum": el independentismo radical activa las alarmas ante el rearme constitucionalista en Cataluña

Los círculos más beligerantes animan a enfrentarse al constitucionalismo mientras simulan tiros y dicen: "Somos gente de paz, muy respetuosos con las ideas de los otros"

Foto: Manifestación promovida por los CDR contra la cumbre hispanofrancesa de enero. (EFE/Alejandro García)
Manifestación promovida por los CDR contra la cumbre hispanofrancesa de enero. (EFE/Alejandro García)

La manifestación en Barcelona del 8 de octubre, convocada por Sociedad Civil Catalana (SCC) contra una hipotética amnistía a los implicados en el procés, ha levantado ampollas en el independentismo. El divorcio entre Pedro Sánchez y la sociedad de Cataluña se agranda por momentos. La entidad que preside Elda Mata convocó por sorpresa esta marcha para conmemorar los seis años de la multitudinaria concentración constitucionalista de 2017, cuando más de un millón de catalanes salieron a la calle para protestar contra el referéndum ilegal. Pero lo cierto es que en amplios círculos extremistas han sonado las alarmas. El rearme moral del constitucionalismo ante las opacas conversaciones del PSOE con JxCAT ERC levantan suspicacias en diferentes capas sociales.

Acusan a Sánchez de oscurantismo y de echar por tierra años de batalla para que el independentismo no aplastase al constitucionalismo democrático. El soberanismo, que se encuentra en una posición de gran debilidad debido a las guerras entre partidos y entidades soberanistas, ve en su propio debilitamiento un reforzamiento del espíritu constitucional. Y hay una campaña feroz para movilizar la calle y volver a reforzar la idea del enemigo externo que proviene de España.

Foto: La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja. (EFE/Marta Pérez)

Los grupos radicales no están dispuestos a dar cuartel en esta batalla por la hegemonía política de la calle, en la que el hito del 8-O para recordar la gran manifestación del 2017 es una pieza de gran calibre. En esta precampaña tensa se enmarca el ataque sufrido en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) por la plataforma constitucionalista S’Ha Acabat por parte de grupos extremistas que llevan años sembrando el terror en el campus por medio de prácticas violentas contra sus enemigos ideológicos.

Tensión en el campus

Durante la tradicional Feria de Asociaciones, que se celebra cada año a principios de curso, varios grupos soberanistas intentaron expulsar con malos modos a los constitucionalistas. Con gritos de "Pim, pam, pum, que no quedi ni un" (Pim, pam, pum, que no quede ni uno), simulando disparos o "fuera fascistas de la Universidad", un colectivo radical intentó que los partidarios de la Constitución no estuviesen representados en el campus. "Cumplimos cinco años, pero lo que celebrábamos era la Feria de Asociaciones. Cada inicio de curso, la Universidad organiza una feria donde las asociaciones que estamos inscritas podemos exponer nuestras ofertas a los nuevos estudiantes", relata Julia Calvet, presidenta de S’ha Acabat a El Confidencial.

De nuevo, como cada vez que esta asociación juvenil organiza algo en el campus de la UAB, grupos de extremistas violentos tratan de amedrentarlos y de cerrarles la carpa. La única diferencia con otras ocasiones es que, en esta ocasión, las carpas estaban adosadas una a otra y se hacía imposible su destrozo sin arrasar también las adyacentes.

El cordón policial evitó que la cosa fuese a más, como en otras ocasiones. "Gracias a la Policía no ocurrió nada, aunque sí hubo gritos, insultos y lanzamiento de bombas de humo y bombas fétidas", señala Calvet. Según la presidenta de la organización, los extremistas estaban convocados por Jovent Republicà (las juventudes de ERC), la plataforma Asamblea Antifascista y el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC). "Prácticamente, entre los agresores hay gente de todos los grupos independentistas, aunque funcionan con distintos nombres. El modus operandi de todos es siempre el mismo: intentan que no podamos expresar nuestras ideas", añade

"Gracias a la Policía no ocurrió nada, aunque sí hubo gritos, insultos y lanzamiento de bombas de humo y bombas fétidas"

Resalta el hecho de que organizaciones que se autoproclamen antifascistas utilicen métodos netamente fascistas "para evitar que los que piensan diferentes no puedan expresar sus ideas. ¿Por qué cada uno no puede explicar sus propuestas y exponer sus ideas? Nosotros no vamos a interferir en sus actividades ni vamos a prohibirles que se expresen". Desde hace años, en los círculos radicales de la UAB se practica otra máxima del por que lo digo yo.

Un ataque premeditado

El ataque en la UAB no fue un acto espontáneo. Premeditadamente, plataformas soberanistas, conforme ha podido acreditar El Confidencial, se estaban preparando para esa jornada. "Todo el apoyo a la juventud combativa que planta cara al fascismo. Fuera el españolismo de nuestras universidades", alentó un mensaje de Desobediència Civil, un grupúsculo muy cercano a Carles Puigdemont el día antes del escrache. Ese mismo día, el SEPC señalaba: "El Movimiento Estudiantil (sic) de la UAB se organiza para demostrar, una vez más, que en este campus no son bienvenidos ni fascistas ni amigos de los fascistas".

Incluso un gurú del independentismo como el archiconocido Chema Clavero, expersonal no docente (PND) de la UAB, que llegó a presidente en funciones de Súmate, la plataforma pro ERC de la que proviene Gabriel Rufián, señalaba que "ya es un clásico que el fascismo español venga al campus de Bellaterra a exhibirse como pavos reales sabiendo que son impunes y que tendrán toda la protección que necesiten".

Paralelamente a estas actitudes intransigentes, en los círculos extremistas independentistas corre como la pólvora una consigna desde hace varias semanas: "Fem front a l’espanyolisme!" (Hagamos frente al españolismo). La lista de agravios que ponen las plataformas encima de la mesa es larga, aunque en algunos casos mueve a hilaridad. Por ejemplo, advierten de un "repunte del españolismo" y de que uno de sus principales síntomas fue "la Vuelta Ciclista a España saliendo de Barcelona, que es un acto político del españolismo".

Foto: Fachada de la Audiencia Nacional. (EFE)

Esta consigna fue ampliamente difundida a través de las redes y de los foros privados del soberanismo y altamente publicitada desde la web del exlíder de Podemos en Cataluña, Albano-Dante Fachín. La detención de un grupo de activistas que pretendían regar con aceite la calzada para provocar una caída masiva del pelotón o lanzar clavos para pinchar las ruedas de los ciclistas dio alas a una campaña (muy restringida y con poco eco entre la población) en favor de los valores patrios ultracatalanistas. Se trató el tema como un ataque a las libertades fundamentales de los catalanes.

El nombramiento de Enrique Lacalle como presidente del Círculo Ecuestre, una entidad elitista de Barcelona, reflejo de la alta sociedad y de una élite catalana, es otro de los acontecimientos que esgrime el soberanismo para alertar de ese "españolismo" que "amenaza a Cataluña". Lacalle fue diputado del PP y es uno de los directivos de salones de enjundia organizados por la Fira de Barcelona, como el Salón del Automóvil o el Meeting Point.

Mensajes simplistas

La convocatoria de la manifestación del 8 de octubre es la guinda que esperaba la cúpula extremista para espolear a la ciudadanía. La campaña, basada en mensajes simplistas, pretende ser efectiva por lo planos que son sus mensajes. Es auspiciada, a veces desde entidades supuestamente independientes, y otras veces con el beneplácito de las estructuras de las administraciones públicas, ya sean locales o autonómicas. El fantasmagórico Consell de la República organiza unas jornadas el mismo día 8 en Montmeló bajo el lema "Resistir la represión. Combatirla". Lo apoyan la ANC, Òmnium Cultural y los comités de defensa de la República (CDR).

Con una mesa redonda y una tertulia a la que acuden desde activistas de diversas plataformas hasta detenidos en la Operación Judas (miembros de los CDR detenidos en 2019 cuando intentaban organizar un comando para realizar atentados) e incluso otros detenidos por actos vandálicos, esta jornada tiene solo un valor simbólico, pero altamente descriptivo de la estrategia del independentismo para contrarrestar los mensajes del constitucionalismo. El día antes, parte de los asistentes a esa jornada, participan en otra, aparentemente muy diferente, en Vilafranca del Penedès, donde se proyecta el documental No callarem. Un film per la llibertat (No callaremos. Un film por la libertad), a la que asiste también la abogada del rapero Pablo Hásel, en la cárcel por delitos de agresión

La manifestación en Barcelona del 8 de octubre, convocada por Sociedad Civil Catalana (SCC) contra una hipotética amnistía a los implicados en el procés, ha levantado ampollas en el independentismo. El divorcio entre Pedro Sánchez y la sociedad de Cataluña se agranda por momentos. La entidad que preside Elda Mata convocó por sorpresa esta marcha para conmemorar los seis años de la multitudinaria concentración constitucionalista de 2017, cuando más de un millón de catalanes salieron a la calle para protestar contra el referéndum ilegal. Pero lo cierto es que en amplios círculos extremistas han sonado las alarmas. El rearme moral del constitucionalismo ante las opacas conversaciones del PSOE con JxCAT ERC levantan suspicacias en diferentes capas sociales.

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