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Puigdemont avisa al PSOE: "La investidura está exactamente donde estaba tras el 23-J"
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Puigdemont avisa al PSOE: "La investidura está exactamente donde estaba tras el 23-J"

El expresidente prófugo, que ha facilitado que Armengol sea la presidenta del Congreso, advierte que no atenderá "promesas o voluntades políticas sin garantías de cumplimiento"

Foto: El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. (Reuters/Yves Herman)
El expresidente de Cataluña, Carles Puigdemont. (Reuters/Yves Herman)

Carles Puigdemont ha rescatado el traje de negociador intransigente solo unas horas después de ceder ante Pedro Sánchez. El expresident prófugo de la Justicia, que ha facilitado que Francina Armengol sea la nueva presidenta del Congreso, ha tratado este jueves de desligar la negociación para la Mesa de la Cámara de las conversaciones para la futura investidura, que se retomará los próximos días. Puigdemont ha advertido al PSOE desde Waterloo que nada ha cambiado y la relación entre ambas fuerzas está "exactamente donde estaba tras las elecciones" del pasado 23 de julio.

JxCAT anunció a primera hora del día, solo unos instantes antes de la constitución de las Cortes, su apoyo a la socialista Armengol como tercera autoridad del Estado. La formación independentista brindó sus votos a cambio de algunas concesiones. El acuerdo, como ha informado este diario, prevé el uso normalizado del catalán en la Cámara Baja, reactivar una comisión de investigación sobre las denominadas "cloacas del Estado" y otra investigación en profundidad sobre los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils. El pacto es similar al suscrito por ERC, que además aspira a "desjudicializar" el procés.

Foto: Carles Puigdemont en una imagen de archivo. (Reuters/Guglielmo Mangiapane)

Puigdemont ha utilizado de nuevo las redes sociales para interpelar a Sánchez. En el mismo tono que 48 horas antes, el líder independentista ha avisado que la configuración del órgano de gobierno del Congreso y la investidura no son lo mismo. "El acuerdo para formar la mesa del Congreso no iba de cargos en la mesa ni de presidencias de comisiones, que es lo que habitualmente figura en este tipo de acuerdos. Ni podía ir, en modo alguno, vinculado a la investidura", ha señalado, con la advertencia de que volverán a ser exigentes. "No nos van a mover promesas o voluntades políticas sin garantías de cumplimiento de quien no nos genera ninguna confianza. No sé si esa distancia se acortará o no. Pero si llegan acuerdos futuros, será porque llevan incorporado su cumplimiento de forma comprobable. Cómo ha sido el caso, ha añadido.

El expresidente de la Generalitat ya encareció la negociación el pasado miércoles, cuando exigió a Pedro Sánchez a poner sobre la mesa "hechos comprobables" para abordar cualquier acuerdo. Uno de estos "hechos" es el inicio de la tramitación para que el catalán sea oficial en la UE, con una carta de José Manuel Albares a la presidencia rotatoria de Europa. Es decir, el Ministerio de Exteriores de España enviando una misiva al propio Ejecutivo de España, que es quien ejerce la responsabilidad en este momento.

Este movimiento ha sido reconocido por Puigdemont, que ha facilitado la mayoría absoluta del PSOE para que Armengol controle la Cámara Baja. "Es un hecho, no una promesa, que nunca se había querido dar", ha dicho el fugado sobre esta medida. Así, ha considerado que tiene ahora "una ocasión magnífica" para impulsar un cambio en Europa respecto al catalán y el resto de lenguas cooficiales. "A algunos les parecerá demasiado, y a otros les parecerá poco. Es una negociación para la Mesa del Congreso. La investidura está exactamente donde estaba al día siguiente de las elecciones", ha subrayado.

Carles Puigdemont ha rescatado el traje de negociador intransigente solo unas horas después de ceder ante Pedro Sánchez. El expresident prófugo de la Justicia, que ha facilitado que Francina Armengol sea la nueva presidenta del Congreso, ha tratado este jueves de desligar la negociación para la Mesa de la Cámara de las conversaciones para la futura investidura, que se retomará los próximos días. Puigdemont ha advertido al PSOE desde Waterloo que nada ha cambiado y la relación entre ambas fuerzas está "exactamente donde estaba tras las elecciones" del pasado 23 de julio.

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