El lujoso palacete de la Generalitat que Quim Torra utiliza como altavoz independentista
Escogió un inmueble en Girona para su oficina de 'expresident', de titularidad pública y cuyas obras de adecuación superaron los 96.000 euros. Desde ahí, ejerce como el último referente moral del soberanismo
Quim Torra fue el primer político catalán que escogió ubicar su oficina de 'expresident' fuera de Barcelona. Eligió la ciudad de Girona y la Generalitat le destinó un palacete de lujo donde el dirigente que cayó por una pancarta sigue utilizando recursos institucionales para desplegar un intenso activismo político. El inmueble se denomina Casa Solterra, en la calle Ciutadans, y Torra ocupa 154 metros cuadrados, según explica el Departamento de Presidencia, del que dependen estas instancias.
El palacete no lo ocupa en su totalidad Quim Torra, ya que el grueso de sus 3.141 metros cuadrados de superficie sirve de sede a los servicios territoriales de la Conselleria de Cultura en la capital gerundense. El lugar fue escogido por el propio Torra, que no solo valoró que se trataba de un bello edificio histórico con amplio vestíbulo, una galería gótica, patio interior con jardín y una gran escalinata que da acceso a la planta noble. También la cercanía a Santa Coloma de Farnès, localidad en la que reside.
Las obras para adecuarlo como oficina sumaron un coste 96.490 euros y desde ahí continúa con su activismo en favor de la causa independentista. No es el único gasto de fondos públicos asociado a su persona. También un sueldo de 122.400 euros brutos anuales, personal para la oficina —secretaria y jefe de prensa—, seguridad, coche oficial y un chófer. Y antes de que se instalase, la Generalitat se encargó de desalojar a unos okupas en un inmueble cercano.
El último acto que ha convocado como 'expresident' fue el homenaje a Patricia Gabancho, escritora argentina, fallecida en noviembre de 2017, que se pasó al catalán y se convirtió en uno de sus referentes intelectuales. El homenaje, celebrado el pasado 8 de septiembre, fue promocionado desde la web de la propia oficina, pero no se celebró allí —no había sitio—, sino en el Auditorio Josep Irla, que fue cedido por la Generalitat.
"Valoró la belleza del edificio (amplio vestíbulo, galería gótica y patio interior con jardín) y la cercanía con su domicilio"
Torra es el principal apoyo de las fuerzas más desestabilizadoras del independentismo. Sigue siendo el mentor de Laura Borràs, que está forzando la salida de JxCAT del Ejecutivo catalán. También es uno de los impulsores de la lista cívica con la que la ANC amenaza a Junts. De hecho, Torra nunca militó en esta formación. Fue uno de esos independientes que salpicaban las listas para dar marchamo de independentismo y que acabó de 'president' por la imposibilidad legal de investir a Carles Puigdemont.
Movilización permanente
Quim Torra se abona a la movilización permanente. En su informe de actividad del año 2021, la oficina informa de 15 actos, poco más de uno al mes. Eso incluye la felicitación de Navidad, el polémico homenaje al 'expresident' de ERC Heribert Barrera, una jornada virtual sobre el catalán, el acto en recuerdo de los 500 años de las Germanías, una revuelta popular del siglo XVI, el aniversario del dominio de internet '.cat' y la entrega de la pancarta 'Llibertat presos polítics' al Museo de Historia de Cataluña. La misma enseña que le costó el cargo.
Esta combinación de simbolismo y activismo supuso a las arcas públicas otros 13.881,86 euros en 2021, según consta en la memoria de actividad. Pero eso no incluye ni la oficina, ni los gastos de luz y servicios, ni el pago de personal que, como con el resto de 'expresidents', van a cargo del presupuesto de la Conselleria de Presidència.
Ajeno a los escándalos
Torra vive ajeno al escándalo de la compra de mascarillas que leS ha salpicado tanto a él como a su mujer, Carola Miró. Y al contrario que otros expresidentes, como es el caso de Jordi Pujol, mantiene intacto su capital moral sobre la facción más radical del independentismo, incluso sobre parte de la CUP y de la izquierda, que lo ven como uno de los suyos.
Torra mantiene un perfil bajo hasta que ve que algún peligro acecha al movimiento soberanista. Entonces da un giro e irrumpe con una entrada espectacular, como cuando se iba a pactar con el PSC para que el castellano fuera vehicular en la escuela catalana o cuando vio que peligraba la asistencia a la manifestación de la Diada del 11 de septiembre. Desde su lujoso palacete, se ha erigido en la última línea de defensa del independentismo.
Quim Torra fue el primer político catalán que escogió ubicar su oficina de 'expresident' fuera de Barcelona. Eligió la ciudad de Girona y la Generalitat le destinó un palacete de lujo donde el dirigente que cayó por una pancarta sigue utilizando recursos institucionales para desplegar un intenso activismo político. El inmueble se denomina Casa Solterra, en la calle Ciutadans, y Torra ocupa 154 metros cuadrados, según explica el Departamento de Presidencia, del que dependen estas instancias.
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