La trampa de Quim Torra a ERC a cuenta de un homenaje a su exlíder Heribert Barrera

Quim Torra está muy lejos de haberse retirado de la política desde que tuvo que dejar la presidencia de la Generalitat por haber colgado una pancarta en la fachada del Palau. Aprovechando el décimo aniversario de la muerte de Heribert Barrera, que fue presidente de ERC y que además llegó a la presidencia del Parlament gracias a haber aupado a Jordi Pujol a la Generalitat en 1980, ahora Torra le prepara un homenaje en Girona, en el Auditorio Irla, previsto para el 9 de septiembre. Y el primer dilema lo tienen ERC y Pere Aragonès. Si acuden, apoyan a una figura polémica que en buena parte mantuvo posiciones racistas y supremacistas. Si se abstienen de ir, reniegan del hombre que salvó el partido durante unos años difíciles.

Barrera facilitó a su manera la transición de una formación minoritaria de puristas a una más amplia que se abría a ampliar capas de la inmigración del resto de España y castellano-hablante. Hay una fina línea que une a Josep Lluís Carod-Rovira y Gabriel Rufián. Pero ese giro no lo implementó él. Nunca hubiera podido. La ERC de entonces no se parecía en nada a la de ahora. Pero la de ahora ha conseguido presidir la Generalitat.

En un artículo en 'Vilaweb', Torra ha anunciado el homenaje a Heribert Barrera, quien hasta 1995 presidió ERC. A Torra le afectó mucho cuando Ada Colau retiró a Barrera en 2020 la medalla de oro de la ciudad de Barcelona precisamente a causa de la ideología que este político había destilado en el pasado. "Vergüenza inmensa para todos los que habéis votado a favor", tuiteó entonces Quim Torra.

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EFE

Ahora, como 'expresident', reivindica a Heribert Barrera en su calidad de autor de uno de los mantras que movió al independentismo en 2017, el 'tenim pressa' —tenemos prisa—. Según Quim Torra: “Su 'tenim pressa', 10 años después, resuena más potente y poderoso que nunca y se alza por encima de la mediocridad y al ir pasando como un grito que nos interpela y nos recuerda la urgencia de la independencia o, en su deseo, la imparable decadencia de una Cataluña dependiente que decapita cualquier posibilidad de enderezar la nación si no conseguimos la soberanía plena”.

En su día, la izquierda denunció escritos de Heribert Barrera. Sus sentencias del pasado le persiguieron durante su vida política porque eran del estilo: "Los negros de América tienen un coeficiente inferior a los blancos"; "Se debería esterilizar a los débiles mentales de origen genético"; "Prefiero una Cataluña como la de la República, sin inmigración"; "Podemos haber superado la inmigración andaluza, pero no sé si podremos con la sudamericana y magrebí"... El libro 'Què pensa Heribert Barrera?' no se pudo presentar en Barcelona por lo que se decía en él de negros, magrebíes y gitanos.

Paralelismo

Parece evidente que Torra se siente reflejado. Para Quim Torra, lo que le pasó a Heribert Barrera supone la difamación más infame por parte del constitucionalismo y, de rebote, un cierto ‘olvido’ por parte de algunos compañeros de viaje independentistas. Igual que él fue tan criticado por sus escritos refiriéndose a los castellano-hablantes repetidamente como “bestias”.

Quim Torra ha aprovechado el anuncio del acto para cargar contra la mesa de diálogo. "No se puede esperar un año y medio más a tener un programa de acción que explique a los catalanes, a los españoles y a la comunidad internacional la causa justa de la independencia de Cataluña, así como la estrategia, basada en la voluntad democrática y legalidad catalanas, para hacerla efectiva", denuncia desde 'Vilaweb'. Torra defiende que Cataluña ha de seguir la 'vía Kosovo' como método para alcanzar la independencia.

“El diálogo y la negociación deben producirse para garantizar la minimización de daños en el proceso de creación del Estado independiente y de separación de España. Hoy no existen las condiciones para ninguna mesa de diálogo, que nos debilita y distorsiona el mensaje de una Cataluña constituyente. Ni el derecho de autodeterminación ni la legitimidad del Primero de Octubre pueden ser negociados con ningún Gobierno ajeno”, sostiene Torra, que mantiene la idea de que Heribert Barrera no lo hubiera hecho nunca.

Momento delicado

Torra hace su convocatoria dos días antes del 11 de septiembre, de la Diada. Podría producirse la paradoja de que la presidenta del Parlament, Laura Borràs, acudiese al acto organizado por Torra y que no lo hiciesen Pere Aragonès y la actual cúpula de ERC. Torra y Borràs representan ese sector del independentismo que se siente marginado por la creación de la nueva Generalitat, que reivindica las esencias y que no quiere asumir las consecuencias de la derrota que supuso para el movimiento secesionista catalán lo acontecido en octubre de 2017. Son militantes que creen que han hecho mucho y que ahora la Generalitat de Aragonès no les representa.