El COE renuncia a los JJOO de Invierno ante el desacuerdo entre Cataluña y Aragón
Las diferencias entre los dos gobiernos autonómicos y otras cuestiones como la posible falta de nieve o el rechazo de algunas formaciones políticas, como la de Ada Colau, han enterrado el proyecto
El Comité Olímpico Español (COE) ha renunciado a la candidatura para los JJOO de Invierno para 2030. La razón, las agudas desavenencias entre Aragón y Cataluña y la imposibilidad de presentar una plataforma conjunta entre las dos comunidades autónomas. Aragón siempre se negó a suscribir el acuerdo y al final fue imposible presentar la candidatura pirenaica con la que soñaba el COE y que tenía que incluir el nombre de Barcelona.
Fuentes del Gobierno español han comunicado la decisión del COE, que hace que el proyecto haya naufragado y que el Pirineo, tanto el catalán como el aragonés, pierda una oportunidad de captar inversiones para revitalizar zonas rurales y despobladas. La Generalitat había incluso convocado un referéndum para recibir el apoyo de las zonas que iban a beneficiarse.
El proyecto siempre tuvo plomo en las alas. Aragón se sintió ninguneado por el modo en que la Generalitat negociaba con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. También es cierto que al Gobierno de Javier Lambán le ha faltado cintura política y diplomacia en algunas ocasiones para intentar mantener vivo el proyecto. El Gobierno catalán, por su parte, apostó por los JJOO de Invierno, pero muchos sectores independentistas lo veían como una maniobra de España para desarbolar todavía más el movimiento.
Fuentes de la Generalitat se han limitado a culpar a Aragón del fracaso de la candidatura y han asegurado que por su parte mantienen la intención de celebrar este gran evento. Otras voces apuntan que el COE acabará presentado una oferta diferente.
El plan tenía algunos problemas de fondo. La lejanía de Barcelona de las pistas —cerca de 300 kilómetros—; el cambio climático, que auguraba un año de poca nieve, y la posición de Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona no es que esté en contra del proyecto, es que su partido organizó hace una semana una manifestación contra la candidatura olímpica, que reunió más de 2.000 personas en Puigcerdà. Los comunes han hecho bandera de la oposición a los JJOO y eso ha sido otra piedra en el camino.
Para todos los actores el coste político es muy alto. Los JJOO de invierno eran un proyecto estrella de la Administración Aragonès, pero el 'president' catalán fue incapaz de reunirse en serio con Lambán para limar asperezas. El jefe del Ejecutivo de Aragón, por su parte, todavía sigue interiorizando mal la grave crisis política de 2017 en Cataluña y eso ha lastrado los contactos.
Meses de trabajo
Con la retirada de Aragón y Cataluña, se diluye la idea de unir España a través de grandes proyectos conjuntos, una idea que se impulsaba desde Moncloa y a la que se han dedicado meses de trabajo. El COE también quería la candidatura porque los Pirineos es la única gran cordillera europea que aún no ha alojado unos JJOO de Invierno. La fuerza de España es que su lado de la frontera es el lado rico de la montaña.
Ahora habrá que ver cómo cada comunidad explica en los territorios que ha perdido el proyecto y cómo se les va a compensar. Pero, más allá de eso, queda una relación entre Cataluña y Aragón muy tocada que debería intentar reconducirse por las dos partes.
El Comité Olímpico Español (COE) ha renunciado a la candidatura para los JJOO de Invierno para 2030. La razón, las agudas desavenencias entre Aragón y Cataluña y la imposibilidad de presentar una plataforma conjunta entre las dos comunidades autónomas. Aragón siempre se negó a suscribir el acuerdo y al final fue imposible presentar la candidatura pirenaica con la que soñaba el COE y que tenía que incluir el nombre de Barcelona.
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