Aragonès traslada a Sánchez su malestar por el espionaje en un encuentro de 5 minutos

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el del Gobierno, Pedro Sánchez, han mantenido una breve charla de unos cinco minutos en la terraza del Hotel Vela, justo antes de la intervención conjunta del dirigente español con Ursula von der Leyen en la XXXVII Reunión del Cercle d’Economia. Por eso, la presidenta de la Comisión Europa también estuvo presente. Aunque el encuentro no fue a solas, fuentes de Palau han explicado que Aragonès le ha trasladado al presidente español su malestar por la crisis del espionaje de Pegasus, que se usó incluso para intervenir el móvil del presidente catalán, un asunto que considera "muy grave".

Según fuentes gubernamentales consultadas por El Confidencial, Sánchez ha expresado al presidente catalán su voluntad de resolver la situación porque ve necesario "pensar en los catalanes", y se han emplazado a concertar una reunión, aunque no han cerrado una fecha.

Al final ha primado la responsabilidad institucional. Aragonès ha acudido al encuentro y Sánchez ha mantenido las formas. No es la cumbre que había pedido el independentismo. Pero por algo se empieza. Breve charla con el paraguas de Europa. En esta crisis ERC es como Dios en el refrán, que aprieta pero no ahoga.

El 'president' mantiene su perfil europeísta en un acto que ha estado marcado por la solidaridad europea y el apoyo estratégico a Ucrania con su guerra con Rusia. Y la imagen final es que los puentes no se han roto.

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Por su parte, el dirigente del Ejecutivo central no ha entregado la cabeza de la directora del CNI. Las pruebas sobre la responsabilidad sobre este tipo de espionaje, muy invasivo con la intimidad y las libertades, resultan poco concluyentes, en especial sobre la responsabilidad de los autores finales. La Generalitat sigue reclamando una cumbre entreambos líderes para recibir explicaciones por este nuevo escándalo político que compromete los apoyos parlamentarios a la coalición de Gobierno.

A ambas partes les conviene una reunión que, por un lado, proporcione estabilidad parlamentaria a Pedro Sánchez y, por otro, vuelva a poner en valor los 13 diputados en el Congreso con los que cuenta ERC, encabezados por Gabriel Rufián. La alternativa a un Gobierno del PSOE y Podemos, asumen los independentistas, será uno de PP y Vox.

Fuentes soberanistas aseguran que Moncloa ya estuvo a punto de cerrar una fecha para la mesa de diálogo antes de Semana Santa, pero Aragonès no quiso comprometerse, consciente de que iba a estallar el escándalo del espionaje de Pegasus.

El encuentro se ha producido en la entrada del Hotel W Barcelona, donde este viernes concluye la XXXVII Reunión del Cercle d'Economia, cuando Sánchez ha llegado al punto de acceso al hotel, donde ya se encontraban Aragonès y otras autoridades, como el ministro de Cultura, Miquel Iceta, y la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay, y la conversación se ha prolongado mientras esperaban la llegada de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.