Cataluña estudia confinamientos por nueve brotes en Lleida: "Mejor sobreactuar ahora"

Los brotes en la provincia de Lleida han llevado a la Generalitat de Cataluña a instalar un hospital de campaña junto al Hospital Universitario Arnau de Vilanova. Los ingresos por covid-19 han aumentado en los últimos días, hasta el punto de que la planta dedicada al tratamiento de la enfermedad está casi llena. El Govern estudia decretar medidas más duras, como un confinamiento de la zona, pero de momento confía en que la detección temprana de los casos, el aislamiento de los enfermos y el refuerzo del hospital de campaña le permita controlar la situación.

El último informe de Sanidad sitúa a Cataluña como la segunda comunidad con peores datos, solo por detrás de Aragón, donde los brotes de la provincia de Huesca ya parecen estar controlados. De los 2.028 casos diagnosticados en toda España en los últimos siete días, 834 han sido en Cataluña, más del doble que en Madrid. Si solo se tienen en cuenta los casos con fecha de inicio de síntomas en los últimos siete días, la cifra baja a 152, un 43,2% de los 352 diagnosticados en todo el país.

La mayor parte de esos casos son en la provincia de Lleida, donde hay nueve brotes activos, ocho en la región sanitaria de Lleida y otro en la Vall d’Aran. Los brotes de Lleida son en cuatro empresas hortofrutícolas, una empresa agroalimentaria, una comunidad de vecinos, una residencia geriátrica y el hostal Jericó, donde atienden a personas sin hogar, explicó Divina Farreny, gerente de la región sanitaria. "No estamos en una fase de crecimiento exponencial de casos y los estamos detectando antes", aseguró Alba Vergès, 'consellera' de Salut. La Generalitat ha pedido a los ciudadanos que reduzcan los desplazamientos y las actividades no imprescindibles, pero también contempla ir más allá si es necesario.

Según confirmó Fernando Simón este jueves, en las conversaciones diarias entre el Gobierno y la Generalitat se trata la opción de decretar un confinamiento selectivo similar al que Aragón decretó en cuatro comarcas de Huesca, que regresaron a la fase 2. Las autoridades sanitarias aragonesas y el Ministerio de Sanidad esperan que en los próximos días los brotes oscenses queden controlados.

"Me consta que una de las medidas que se están valorando puede ser la posibilidad de aplicar confinamientos selectivos", dijo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. "Creo que es una medida que hacen bien en considerar. En esta situación en la que estamos ahora, quizá es mejor sobreactuar un poquito que quedarse corto. Me consta que lo están valorando con mucho cuidado e interés".

Ahora mismo no hay una hoja de ruta sobre cómo actuar. El Gobierno pretende consensuar con las comunidades unos criterios para decidir cuándo y cómo actuar en zonas de riesgo, con indicadores como el número de casos, la incidencia (casos por 100.000 habitantes), capacidades del sistema, tamaño de las poblaciones, movilidad, población vulnerable o ámbito en el que se produce el brote, pero aún no hay nada cerrado.

Aunque el Gobierno mantiene una comunicación constante con las comunidades, son estas las que deciden cómo actuar. Sin estado de alarma es muy difícil restringir la movilidad. Lo que hizo Aragón fue volver a las medidas de la fase 2, pero como una recomendación, nunca como una obligación. Para imponerlo habría necesitado el aval judicial. Precisamente, la Generalitat utilizó esa vía para decretar el confinamiento de la zona de Igualada el 12 de marzo. El juez que avaló su decisión citó la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública de 1986, que junto con la Ley General de Sanidad, también de ese año, son las dos mejores herramientas que tienen el Gobierno y las comunidades para confinar grandes grupos de población.