Carles Puigdemont se vuelca en Bruselas alejando el riesgo de elecciones en Cataluña
El 'expresident' deja de lado, al menos por unos meses, sus ambiciones de volver a presentarse a presidente de la Generalitat y eso aparca posibles aventuras electorales
Carles Puigdemont se vuelca en su vida como europarlamentario, condición que él y Toni Comín ya tienen de manera permanente, según notificó ayer el propio Parlamento Europeo. Sin más dilación, Puigdemont notificó ayer al Parlament que se da de baja como diputado catalán, ya que ambos cargos son incompartibles, y esa decisión aleja varios de los riesgos que sobrevolaban sobre la política catalana, según apuntan fuentes de JxCAT: como son un adelanto electoral en Cataluña o un nuevo intento de investidura telemática como presidente de la Generalitat, alternativa que todavía albergaban algunos de los más fieles al 'expresident', como el vicepresidente del Parlament, Josep Costa.
La razón para descartar inminentes elecciones en Cataluña es que el único candidato en que piensa JxCAT es el propio Puigdemont, pero este no querría ahora renunciar a un puesto que tanto le ha costado conseguir y, al menos, le gustaría esperar unos meses. Además, está pendiente de cobrar atrasos de salarios del Parlamento Europeo desde el pasado mes de julio, ya que es desde entonces cuando se le reconoce como tal. Por tanto, no es el momento de presionar a ERC con unas elecciones anticipadas, por mucho que no haya gustado el pacto de los republicanos con el PSOE para lograr la investidura de Pedro Sánchez.
En este sentido, Quim Torra ya ha pedido a los servicios jurídicos de la Generalitat un dictamen que justifique que puede seguir al frente de la Administración catalana, según han confirmado fuentes del Palau. Torra pretende continuar hasta que el Tribunal Supremo valore el recurso que ha presentado contra su inhabilitación, pese a que hoy ya se le ha notificado por parte de la Junta Electoral Central (JEC). Y de nuevo todo apunta a alejar la amenaza de un avance electoral, lo que también facilitaría que se aprobasen los Presupuestos de la Generalitat para 2020 y dejar de funcionar con cuentas prorrogadas.
Puigdemont y Comín estaban cobrando del Parlament por ser diputados. Pero han solicitado que su baja “tenga con carácter inmediato todas las consecuencias y los efectos jurídicos que correspondan”, tal y como reza en la renuncia de Puigdemont. Eso, en esencia, significa que Puigdemont y Comín devolverán a la Cámara catalana los salarios cobrados desde julio en su condición de parlamentarios catalanes, ya que no podían estar cobrando de ambas instituciones a la vez, y ahora percibirán los atrasos del Europarlamento, según han explicado fuentes del Parlament de Cataluña.
Altavoz en Europa
Fuentes del entorno de Puigdemont en Waterloo explican que el objetivo del expresidente en los próximos meses, además de seguir eludiendo la Justicia española, pasa por convertir el Parlamento Europeo en un altavoz de la causa independentista catalana. Además de dar voz al soberanismo catalán, se pretende que tanto el Parlamento Europeo como otras instituciones —por ejemplo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea— se pronuncien sobre otro tipo de cuestiones como la legitimidad tanto de la consulta del 1-O como de la posterior declaración de independencia del 17 de octubre. Puigdemont considera que, ahora que tiene asegurado el escaño en el Europarlamento, Europa es una brecha por la que se desangrará el Gobierno español.
Puigdemont y su equipo en Waterloo quieren convertir el Parlamento Europeo y el TJUE en un quebradero de cabeza internacional para España
Sin embargo, para ello, Puigdemont deja de lado, al menos por unos meses, sus ambiciones de volver a presentarse a presidente de la Generalitat. Y JxCAT carece de un candidato alternativo. De hecho, su espacio político ha de redefinirse y buscar su encaje con formaciones como el PDeCAT y la Crida, para lo cual también se necesita tiempo.
Más recursos
Puigdemont no gana así solo dinero —más de 8.000 euros al mes—. Ser eurodiputado le facilitará muchísimos recursos, ya que dispondrá de presupuesto, asistentes —algunos de ellos podrán estar en Cataluña— y todos los servicios que otorga la Cámara europea. Es decir, con su entrada en el Parlamento Europeo, Puigdemont consigue no solo eco para su causa sino también medios técnicos y humanos de los que hasta ahora carecía. Por tanto, se avecinan problemas redoblados para el Ministerio de Exteriores español, que tendrá que luchar contra una nueva oleada de propaganda independentista.
Carles Puigdemont se vuelca en su vida como europarlamentario, condición que él y Toni Comín ya tienen de manera permanente, según notificó ayer el propio Parlamento Europeo. Sin más dilación, Puigdemont notificó ayer al Parlament que se da de baja como diputado catalán, ya que ambos cargos son incompartibles, y esa decisión aleja varios de los riesgos que sobrevolaban sobre la política catalana, según apuntan fuentes de JxCAT: como son un adelanto electoral en Cataluña o un nuevo intento de investidura telemática como presidente de la Generalitat, alternativa que todavía albergaban algunos de los más fieles al 'expresident', como el vicepresidente del Parlament, Josep Costa.
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