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Puigdemont reorganiza a sus fieles para controlar de nuevo la hoja de ruta del 'procés'
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PUGNA CON ARTUR MAS EN EL PDeCAT

Puigdemont reorganiza a sus fieles para controlar de nuevo la hoja de ruta del 'procés'

Ante el auge de ERC, la división interna en el soberanismo, el desgaste de los liderazgos y el cansancio de los activistas, el sector más cercano a Puigdemont intenta pescar en río revuelto

Foto: Un manifestante sostiene un retrato del 'expresident' Carles Puigdemont. (Reuters)
Un manifestante sostiene un retrato del 'expresident' Carles Puigdemont. (Reuters)

Las huestes del ‘expresident’ Carles Puigdemont intentan reorganizarse para luchar por la hegemonía del espacio independentista catalán. Ante el auge de ERC, la división interna en el soberanismo, el desgaste de los liderazgos y el cansancio cada vez más acusado de los activistas (excepto un núcleo que se retroalimenta internamente con relecturas de las iniciativas del Gobierno central), el sector más cercano a Puigdemont intenta pescar en río revuelto.

Los grandes partidos pasan por una delicada situación, con recelos mutuos y con una crisis de gobierno que puede provocar un adelanto de las elecciones. JxCAT, la marca parlamentaria de Puigdemont, mira de reojo a los republicanos, que en las elecciones generales y autonómicas les barrieron literalmente del mapa. Y temen que si se adelantan las autonómicas pueda pasar lo mismo. De ahí que se hayan encendido todas las alarmas en el Palau de la Generalitat y en el entorno más íntimo del ‘expresident’ fugado en Waterloo.

Foto: El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra (i), junto al 'expresident', Carles Puigdemont (d), hacen unas declaraciones tras reunirse en Waterloo. (EFE)

A ello hay que añadir un evidente cansancio de las organizaciones civiles que hasta ahora habían capitaneado la movilización en la calle, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, que ya empiezan a encontrar críticos en algunos círculos radicales que los consideran ‘liristas’, es decir, demasiado blandos. El primero en mover ficha ante esta situación ha sido Puigdemont: la Crida Nacional per la República, su último ‘invento’ para finiquitar al PDeCAT y cambiarlo por un partido que él controle absolutamente, ya ha movido ficha y celebrará una reunión el próximo 24 de julio para discutir la estrategia y propuestas de futuro en el camino hacia la independencia.

Esta situación se produce justamente en un momento delicado del PDeCAT, que está inmerso en un proceso de debate para saber qué pasará con él. La intención de Puigdemont y los suyos era integrarlo dentro de la Crida, pero los cuadros exconvergentes quieren seguir teniendo su propia personalidad. El calendario es diabólico: el PDeCAT reúne a su consejo nacional el sábado próximo y el miércoles de la semana que viene Puigdemont reúne a los suyos en un acto muy similar para recopilar “propuestas que guíen en el camino hacia la independencia y la construcción de la república”.

Puigdemont reúne a los suyos para recopilar "propuestas que guíen en el camino hacia la independencia y la construcción de la república"

Este jueves, la Crida celebra también un acto en Barcelona, en el que intervendrán el secretario general, Toni Morral, así como los miembros de la dirección Ferran Mascarell (exconsejero de Cultura y actual concejal en Barcelona) y Maria do Carmo Marqués-Pinto. “Será un acto abierto, donde se podrán intercambiar opiniones y se podrá participar”, asegura la formación. El acto lleva por lema ‘Cridem 1 d’octubre’ (‘Llamamos 1 de octubre’). Y en un cartel promocional, la formación detalla: “Hablaremos sobre los objetivos de la Crida Nacional. Hablaremos sobre los objetivos de la Crida en el Eixample [el barrio central de Barcelona]. Hablaremos de la Crida y la república. Hablaremos de la necesidad y la importancia en este momento de país de la Crida Nacional por la República”.

La formación lleva una actividad irregular. A finales del mes pasado, se sumó a una feria de segunda mano (especialmente de objetos y muebles) a la que puso el gancho de ‘Encants Grocs. Fira de Segona Mà’ en Sant Celoni, junto a la ANC, Òmnium Cultural, el Ayuntamiento de Sant Celoni y la entidad Asociación Catalana por los Derechos Civiles (ACDC). Su objetivo era recaudar fondos para la Caja de Solidaridad. Aunque la idea partió de la chef Ada Parellada y fue inaugurada con un discurso del exeurodiputado Ramon Tremosa, no se colmaron las expectativas previstas, según las fuentes consultadas (ni siquiera el taller de Tapersex sobre cómo crear juguetes eróticos con utensilios que tenemos en casa movió a los curiosos).

Enfrentamiento con Artur Mas

A pesar de estas actividades puntuales, fuentes del PDeCAT son especialmente críticas con estos movimientos tácticos de Puigdemont. “La Crida es un cadáver político. Lo que hace Puigdemont es sacar pecho, hacer ver que todavía le quedan fuerzas”. Estas fuentes no descartan que los movimientos del ‘expresident’ fugado sean meramente maniobras para tratar de controlar el PDeCAT “antes de que Artur Mas y los suyos, que también están maniobrando mucho, lo controlen por su lado”.

En otras palabras, estamos asistiendo a una batalla interna de los posconvergentes que se ha de leer en clave más interna que externa. Pero este pulso también tiene algo de mesiánico. Toni Morral, en un artículo publicado este fin de semana en el diario digital ‘Vilaweb’, señalaba que “el camino a transitar para ganar la república no lo encontraremos en la lógica de los partidos. Esta solo nos lleva a la división por el reparto del poder autonómico y se encuentra muy lejos del objetivo de ampliar la base, al contrario, la disminuimos y la desconcertamos”. Siguiendo la estela del razonamiento (puntual) de Carles Puigdemont, el secretario general habla de “gestionar contradicciones” y de “explorar nuevas formas de hacer política”. Esos conceptos ya habían sido adoptados por Artur Mas en su última etapa como ‘president’.

"Para hacer este trayecto, necesitamos una nueva organización política dispuesta y determinada a ganar poder republicano, sin hipotecas"

Señala el dirigente independentista que “para hacer este trayecto, necesitamos una nueva organización política dispuesta y determinada a ganar poder republicano, sin hipotecas del sistema autonómico. Una organización política dispuesta a recorrer un periodo de transición y abrir un nuevo camino de construcción de espacios de libertad y de realizar los embates necesarios para ganar el derecho de autodeterminación”. También al hilo del razonamiento de Puigdemont, destaca que “la dicotomía no es en la lógica izquierda-derecha, sino en la lógica libertades o autoritarismo de Estado (155)”.

El mandatario fugado, no obstante, tiene otra baza a su favor: en su otro ‘juguete’, el Consell de la República, acaba de aterrizar el grupo Som Alternativa, creado por Albano-Dante Fachín, otrora hombre de Podemos en Cataluña. Esta unión llama la atención por la naturaleza nítidamente de izquierdas de Som Alternativa, lo que implicaría una unión antinatura con un proyecto más vinculado a una derecha liberal encarnada por Puigdemont.

El mandatario fugado tiene otra baza a su favor: en su otro 'juguete', el Consell de la República, acaba de aterrizar el grupos Som Alternativa

Como justificación a esta medida, el partido de Fachín señaló en un comunicado que es necesario conseguir una unidad de acción y apostar por construir espacios de unidad a todos los niveles. Pero también, en un razonamiento parejo al de la Crida, pide que el protagonismo pase a la “sociedad civil autoorganizada en detrimento del protagonismo exclusivo de los partidos en el Gobierno”.

La lectura del movimiento de Fachín, no obstante, no ha de hacerse en clave interna, sino en clave externa: la entrada de Som Alternativa en el Consell de la República no aporta mucha militancia, pero le sirve a Puigdemont para presumir de transversal y de proyecto unitario. A estas alturas, no obstante, ese pretendido ‘proyecto unitario’ es solo una entelequia. Nadie se lo acaba de creer y la militancia se estancó en algo más de 65.000 apuntados al órgano.

Las huestes del ‘expresident’ Carles Puigdemont intentan reorganizarse para luchar por la hegemonía del espacio independentista catalán. Ante el auge de ERC, la división interna en el soberanismo, el desgaste de los liderazgos y el cansancio cada vez más acusado de los activistas (excepto un núcleo que se retroalimenta internamente con relecturas de las iniciativas del Gobierno central), el sector más cercano a Puigdemont intenta pescar en río revuelto.

Carles Puigdemont Artur Mas
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