El líder de los historiadores secesionistas recibió 6 millones del Govern en dos años
El líder de los historiadores independentistas es, en realidad, el nexo común en un 'pool' de empresas que, en su conjunto, se ha llevado un cuantioso puñado de millones de euros
El 17 de octubre de 2018, el departamento de Trabajo de la Generalitat efectuaba la adjudicación de un contrato del monitoraje de actividades que lleva a cabo la Dirección General de Acción Cívica. El contrato se dividió en 24 lotes, con un coste de 3,8 millones de euros. Diez de esos contratos se los llevaron las empresas Jan BCS y Tasca Serveis d’Animació por un monto de casi 1,9 millones de euros (Jan BCS se llevó 1.080.000 euros y Tasca, 807.000 euros).
Se da la circunstancia de que el domicilio social de Tasca Serveis d’Animació es el de la Fundació Institut Nova Història. Es decir, la entidad que da cobijo a los pseudohistoriadores (a los que ahora suelen llamar ‘investigadores’) que difunden las teorías más increíbles sobre la grandeza de la nación catalana: sostienen que la historia ha sido falsificada por Castilla, mientras que reclaman que Cristóbal Colón, Miguel de Cervantes, Miguel Servet, Santa Teresa de Jesús, Francisco Pizarro, Leonardo da Vinci o William Shakespeare, entre otros, eran catalanes. Erasmo de Rotterdam no se conformaba con eso: también era, en realidad, un hijo de Colón. Del Colón nacido en el casco viejo de Barcelona, por supuesto.
Detrás de Tasca se encuentra Albert Codinas Poch. Y detrás de Jan BCS, también: es el administrador único de ambas sociedades. Y no solo eso: oficia al mismo tiempo como presidente de la Fundació INH, como miembro del patronato de la soberanista Fundació Catalunya Estat y como miembro de la plataforma Sobirania i Justícia. Asimismo, estuvo vinculado al radical Cercle Català de Negocis (CCN) y a la plataforma Via Fora!, que promueve la independencia.
Su discurso supremacista de claro desprecio a todo lo que suene a castellano quedó meridianamente claro en unas palabras pronunciadas en 2015, con motivo de la entrega de los Premios Joan Coromines: “Ahora sabemos que a finales del siglo XV, Castilla era el reino más pobre de Europa y que no llega a una población de dos millones de habitantes, por más que en nuestra escuela repetimos sus mentiras de exageración para justificarse grandes y potentes (…) Con mucho trabajo, se podía encontrar en la universidad dos o tres profesores que hablasen en latín y muchos se expresaban en español bárbaramente. ¿Saben de qué universidad hablo? De la de Salamanca, a finales del siglo XV”. Y luego atizaba: “España era una vieja aspiración castellana —todavía lo es—, pero en 1572 era una realidad compleja con unos puertos de Sevilla y Cádiz llenos de funcionarios y navegantes de la Corona catalana, establecidos con sus familias, siguiendo la Casa de Contratación”. Llega incluso a decir que muchos andaluces no pronuncian bien la z (“como en toda Latinoamérica”) por influencia de los catalanes, que habían “conquistado y parcialmente repoblado por parte de catalanohablantes Granada, parte de Almería y parte de Málaga”.
Al asalto de las cámaras de Comercio
Hace un par de semanas, Codinas fue el hombre que presentó, junto a Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, la candidatura independentista que quiere asaltar el próximo mes de mayo las cámaras de Comercio catalanas. Pero, de momento, lo que parecen dominar es el grifo del dinero, porque los millones recibidos el pasado otoño son solo una pequeña parte de los que reciben del erario público.
Albert Codina estuvo vinculado al radical Cercle Català de Negocis (CCN) y a la plataforma Via Fora!, que promueve la independencia
Y es que las administraciones catalanas tratan con delicadeza a estos negociantes. Además de los contratos de Trabajo citados, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) tiene también una partida abierta de hasta 200.000 euros para la “gestión, organización, dinamización, coordinación, ejecución y valoración de los acontecimientos de la ACCD”. El contrato para gastar ese dinero fue adjudicado a Airun Servicios Culturales el 5 de marzo de 2018, cuando esta compañía obtuvo 100 puntos sobre 100, a distancia de los otros ocho concursantes. Se da la circunstancia de que Codinas es otro de los accionistas de esta sociedad, de la que fue administrador único hasta el 27 de marzo de 2015.
Por otro lado, la empresa realiza diversas actividades: desde llevar la coordinación de la ACCD hasta la logística y la seguridad de actividades municipales en los parques de Barcelona, pasando por el acompañamiento social a personas de programas de trabajo ocupacionales o, incluso, el “apoyo técnico a la Banda Municipal de Barcelona”, contrato otorgado en agosto de 2018 por un monto total de 239.580 euros.
En el año 2009, Codinas aparecía como director financiero de Airun. “No recibimos subvenciones y disponemos de un área comercial muy reducida. Los pocos clientes que tenemos son grandes entidades. Al mismo tiempo, nuestra facturación se ha multiplicado por seis en seis años”. Pero lo que había facturado hasta entonces era poco menos que una propina en comparación con la carrera empresarial desarrollada con el tiempo.
Contratos y negocios
El líder de los historiadores independentistas es, en realidad, el nexo común en un 'pool' de empresas que, en su conjunto, se ha llevado un cuantioso puñado de millones de euros de la Administración en los últimos años. Estas empresas son las ya citadas Jan BCS, Tasca o Airun, pero además se encuentran Lart Saber Comunicar (que también tiene su sede en la Fundació INH) y otra con un curioso nombre: Asac Negocis SL, creada por Codinas en 2014 junto a Alejandro Sánchez Nofre, miembro también del patronato de la Fundació Catalunya Estat. Su nombre, que podría traducirse libremente al español como Negocios a Saco, lo dice todo y parece ser una advertencia sarcástica de la finalidad última del 'pool', una cabriola lingüística similar a la famosa Paquí Pallá SL de la trama aguirrista del PP. Si los populares madrileños tenían su particular grifo, los independentistas catalanes no iban a ser menos. Sánchez Nofre y otros socios de Codinas aparecen también en las sociedades Aktes Serveis Integrals e Ideafix Team, todas ellas con adjudicaciones públicas.
Según datos del propio Ayuntamiento de Barcelona, solo de las gerencias y de los distritos, la compañía Airun obtuvo en 2017 un total de 33 contratos
Según datos del propio Ayuntamiento de Barcelona (de donde les ha llegado más dinero en estos años), solo de las gerencias y de los distritos, la compañía Airun obtuvo, en 2017, un total de 33 contratos por un monto de 700.790,95 euros, mientras que Tasca Serveis d’Animació se hizo con 20 contratos por valor de 650.563 euros, Jan BCS obtuvo seis adjudicaciones por 76.402 euros e Ideafix Team se quedó con otros 12 contratos por valor de 120.563 euros. O sea, 1,5 millones de euros de los fondos municipales.
Pero, según la documentación a la que ha tenido acceso este diario, las adjudicaciones fueron muy superiores: el 29 de marzo de ese año, Airun obtenía más de 400.000 euros en un contrato del equipo municipal de Ada Colau para elaborar “informes de vivienda con la finalidad del fomento de la inserción laboral de las personas en riesgo de exclusión” y otros 302.710 euros por “el diseño, producción y apoyo a la organización para acontecimientos deportivos y actos de promoción deportiva programados por el Institut Barcelona Esports”. Con ambos, ya supera la cifra citada por el consistorio, lo que quiere decir que si se contabilizan los contratos otorgados por los servicios centrales, el monto de ayudas públicas al 'pool' crece exponencialmente.
La documentación citada certifica que, solo en los dos últimos años, Airun se llevó de las arcas públicas 2,3 millones de euros, mientras que Tasca se embolsó 1,9 millones y Jan BCS se hizo con 1,7 millones si se contabilizan los contratos de todas las administraciones. A estos casi seis millones hay que añadir los contratos de Ideafix. Además, según ha podido comprobar este diario, Aktes Serveis Integrals y Asac Negocis obtuvieron del consistorio barcelonés varios contratos menores en 2018 por valor de varias decenas de miles de euros. Las tareas están perfectamente organizadas para que unas empresas trabajen más con la Administración autonómica y otras con las administraciones locales. De lo que no hay duda es de que el engrase de la maquinaria del independentismo atraviesa, en estos momentos, la etapa de su mayor esplendor.
El 17 de octubre de 2018, el departamento de Trabajo de la Generalitat efectuaba la adjudicación de un contrato del monitoraje de actividades que lleva a cabo la Dirección General de Acción Cívica. El contrato se dividió en 24 lotes, con un coste de 3,8 millones de euros. Diez de esos contratos se los llevaron las empresas Jan BCS y Tasca Serveis d’Animació por un monto de casi 1,9 millones de euros (Jan BCS se llevó 1.080.000 euros y Tasca, 807.000 euros).