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Los CDR pinchan en la calle: el suflé de las protestas se desinfla en Cataluña
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pocos activistas y políticos a golpe de silbato

Los CDR pinchan en la calle: el suflé de las protestas se desinfla en Cataluña

Todos los partidos soberanistas, entidades cívicas y círculos radicales en manos ‘indepes’ llamaron a la movilización, pero en realidad, sólo una minoría tomó de verdad la calle

Foto: Un centenar de personas se han concentrado ante la Fiscalía General de Catalunya, respondiendo a una llamada de los CDR, en protesta por el juicio contra los lideres independentistas. (EFE)
Un centenar de personas se han concentrado ante la Fiscalía General de Catalunya, respondiendo a una llamada de los CDR, en protesta por el juicio contra los lideres independentistas. (EFE)

Muchos voluntarios pero poca efectividad. Ésa ha sido la tónica dominante en las movilizaciones independentistas de este martes con motivo del inicio del juicio por los hechos del 1-O. Todos los partidos soberanistas, las entidades cívicas, círculos radicales e instituciones catalanas en manos de ‘indepes’ llamaron a la movilización, pero en realidad, a pesar del despliegue de medios, sólo una minoría tomó de verdad la calle.

Algunas calles y carreteras cortadas, pintadas en calzadas, edificios y estaciones de Metro y reparto de octavillas y del diario ‘Judici a la democràcia’ (‘Juicio a la democracia’) fueron las acciones más sobresalientes de una jornada que no pasará a la historia, a pesar de su importancia, como la más movilizadora de Cataluña.

Protestas en Barcelona en el arranque del juicio del 'procés'

Òmnium Cultural (que tiene a su presidente, Jordi Cuixart, en el banquillo de los acusados) sacó a la calle 120.000 ejemplares de un diario de 8 páginas que es exclusivamente propaganda política. “Comienza el juicio de la vergüenza”, reza el primer artículo. Luego, pone en duda no sólo a la justicia (uno de los artículos, por ejemplo, versa sobre la sentencia de La Manada), sino a todo lo que huela a España en un perfecto ejemplo de marketing político aplicado a la justicia, a través de artículos y entrevistas.

Para las acciones callejeras, los comités de defensa de la República (CDR) volvieron a ser la punta de lanza, cortando calles y carreteras y convocando una protesta ante la Fiscalía de Barcelona. Las acciones no fueron muy numerosas, pero entre 20 y 30 activistas bastaron para provocar los cortes de las principales vías de Barcelona durante minutos. Nada que afectase gravemente al tráfico o colapsase la ciudad.

En Barcelona, según el recuento realizado por los propios CDR, se cortaron la Diagonal de Barcelona en Pedralbes, la Gran Via en dos puntos (Glòries y calle Rocafort), la variante B-20 en dos puntos, la autopista hacia Francia entre Holtalric y Sant Celoni y la carretera C-25 cerca de Manresa. Paralelamente, dos centenares de afiliados de CCOO cortaron durante unos minutos la Via Laietana (calle donde el sindicato tiene la sede) en protesta por el inicio del juicio.

Disciplina de altos cargos

La disciplina ‘indepe’ fue la tónica dominante. Y es que el que se mueva no sale en la foto: los consejeros de la Generalitat salieron a las puertas de las sedes de sus departamentos para realizar una protesta visual contra el juicio. En la plaza de Sant Jaume, la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, compartió pancarta con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. Allí se encontraba también el consejero de Políticas digitales, Jordi Puigneró. La consejera de Empresa, Àngels Chacón, encabezó la protesta en la parte superior del Paseo de Gràcia, donde tiene la sede su departamento. A esa concentración asistió el expresidente Artur Mas, que tiene el despacho a un tiro de piedra. Trabajadores de Vicepresidencia cortaron, asimismo, durante unos minutos la Gran Via con Rambla de Catalunya, al lado de los cargos del departamento de Agricultura con su consejera Teresa Jordà al frente. El consejero de Trabajo, Chakir El Homrani, protestaba en la calle Sepúlveda y en la Rambla se manifest junto a un centenar de persona la consejera de Cultura, Laura Borràs, mientras que la consejera de Sanidad, Alba Vergès, hizo lo propio ante el Hospital Clínic.

A media mañana, los CDR hicieron un llamamiento desesperado a su militancia para acudir a la sede de la Fiscalía, porque la decena de activistas congregados ante la misma no podían hacer gran cosa. “Necesitamos gente a las puertas de la Fiscalía Ahora mismo. Contra el juicio farsa, encendamos el fuego de la revuelta”, reclamaba la cúpula de los CDR. Fue un estéril intento de hacer algo multitudinario. Pero, al final, se congregaron allí un centenar de personas aproximadamente, que anularon la convocatoria y plegaron velas pasadas las 13.30 horas. En realidad, fueron desalojados por los Mossos y, entre ellos, se encontraba el líder de la CUP en el Parlament, Carles Riera, sacado en volandas al negarse a obedecer a los agentes.

Un comunicado de los CDR justificaba esta acción porque, afirman, la sede de la Fiscalía “es un edificio lleno de ignominia y franquismo que representa e imparte una injusticia española que continúa reprimiendo a cientos de compañeros aquí en Cataluña y en el Estado”. Conforme a los eslóganes pactados con ANC, Òmnium y los principales partidos, los CDR se reafirman en que este martes comenzó “el juicio de la vergüenza” y subrayaban: “No sólo los juzgan a ellos, sino a todo un pueblo que, de forma decidida, libre y combativa, fue a votar por su libertad”. Y, lo mismo que se cansaron de pregonar los líderes políticos, afirman que “hoy comienza un juicio en el que la sentencia ya está escrita”.

Hubo otro intento de movilizar la calle: el Sindicat d’Estudiants convocó una manifestación contra el ‘juicio farsa’. Asistieron alrededor de 200 personas tras una pancarta con el lema ‘Por la República del pueblo. Libertad presos políticos’.

Manifestación el sábado

Desde las redes sociales, los círculos independentistas preparan ahora la gran manifestación del próximo sábado. De momento, ya tienen un centenar de autocares contratados para trasladar a gente desde todas las comarcas catalanas hasta Barcelona, donde tendrá lugar la protesta. Los esfuerzos de los independentistas ahora estarán puestos exclusivamente en fortalecer la manifestación del sábado y en conseguir paralizar Cataluña con la huelga del día 21. El sindicato convocante, Intersindical-CSC, tiene verdaderos problemas para organizar el tema y ha pedido ayuda a los círculos radicales para que, a falta de comités de huelga en los centros de trabajo, se puedan formar ‘comités de huelga’ por barrios y poblaciones con el objeto de obligar a comercios y centros de trabajo a cerrar puertas.

Muchos voluntarios pero poca efectividad. Ésa ha sido la tónica dominante en las movilizaciones independentistas de este martes con motivo del inicio del juicio por los hechos del 1-O. Todos los partidos soberanistas, las entidades cívicas, círculos radicales e instituciones catalanas en manos de ‘indepes’ llamaron a la movilización, pero en realidad, a pesar del despliegue de medios, sólo una minoría tomó de verdad la calle.

Juicio procés
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