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Los socialistas piden derruir el "Valle de los Caídos catalán", en el corazón de Montserrat
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CADA AÑO SE HACEN PROCLAMAS FRANQUISTAS ANTE LA TUMBA DE 404 REQUETÉS

Los socialistas piden derruir el "Valle de los Caídos catalán", en el corazón de Montserrat

El mausoleo se inauguró en 1963 y en la actualidad acoge reuniones de exaltación de los valores patrios en las que se lanzan proclamas franquistas

Foto: A la izquierda, la escultura en honor a los requetés, a la derecha la cripta.
A la izquierda, la escultura en honor a los requetés, a la derecha la cripta.

La polémica sobre el futuro del Valle de los Caídos tan presente en los debates políticos de los últimos meses tuvo unos protagonistas de excepción: los independentistas catalanes, que, dicho sea de paso, llevan años machacando sobre el tema y pidiendo que los restos del dictador Francisco Franco salgan del recinto para reconvertir el mismo. Pero tanto mirar a la lejanía del Valle de los Caídos, pasaron por alto que en su propia casa tienen otro "Valle" similar. Es cierto que sólo hay enterrados 404 ‘caídos por la patria’, pero el lugar no deja de ser tanto o más simbólico que el monumento madrileño: está integrado en la propia basílica de Montserrat, el símbolo catalán por excelencia. El PSC ha presentado ya una propuesta de resolución para que los que piden ‘depurar’ el Valle madrileño hagan lo mismo con lo que tienen en su propia casa.

La historia no tiene desperdicio. La Vanguardia (entonces ‘La Vanguardia Española’) publicaba una extensa crónica el 2 de mayo de 1963 sobre la inauguración de este mausoleo. “El monumento, de austera severidad, ha sido erigido en la plaza de los Apóstoles de Montserrat. Consta de una plaza de bronce colocada sobre roca de la montaña, en cuyo ángulo superior izquierdo figura la laureada, y en el derecho las aspas del requeté. Debajo consta la siguiente inscripción: ‘Recorda el seu exemple i sacrificio. Terç de Requetés Mare de Deu de Montserrat 1936-39’ [en catalán]. Debajo figura la cripta, a la que se desciende por unas escaleras situadas a uno de los lados de la plazoleta, que fue inaugurada en 1961 y en la que están enterrados los cadáveres de 404 antiguos combatientes del Tercio cuyos cadáveres han sido trasladados allí desde distintas partes de España. En un espacio circular que la rodea, se ha instalado un museo de recuerdos con fotografías de los Caídos, estandartes y banderas, algunas empapadas en sangre, un altar de campaña y otros objetos”.

Foto: Carlos Carrizosa, portavoz de Cs, durante una sesión en el Parlament. (EFE)

Decía el diputado de ERC Gabriel Rufián que “hay que sacar de aquí a la bestia”, refiriéndose al Valle de los Caídos y a Franco. Y tapaba la boca de los que se oponían a desalojar los restos del dictador: “Si tanto te gusta, entiérralo en tu casa”. Ignoraba, en cambio, que Cataluña también tiene muertos en el armario. O en la cripta, para ser más exactos. Y en su punto neurálgico, en Montserrat, donde se guarda celosamente en el pequeño y simbólico mausoleo a los caídos españoles y franquistas, por supuesto. Allí no hay lugar para los demás. El hiperreligioso Oriol Junqueras, líder de ERC y mentor de Rufián, tendrá que limpiar la conciencia de Montserrat para hacer las paces con la historia, porque una parte de la Cataluña que quieren obviar está enterrada en la montaña mágica. Y ahí no hay cinismo que valga: los muertos franquistas no viven sólo en el Valle de los Caídos de Madrid. Cataluña ha de limpiar su armario si quiere tener poder moral para exigir que Madrid lo haga también.

Inaugurado por el Abad Escarré

Lo más sarcástico para los independentistas es que el artífice de este pequeño Valle de los Caídos catalán fue nada más y nada menos que Aurelio María Escarré, el ‘Abat Escarré’, hoy símbolo del independentismo. Él fue quien recibió a pie de escalera al capitán general Luis de Lamo, que inauguró el monumento, para luego bendecirlo el abad en persona. Minutos antes de la inauguración, Escarré había asistido a la reunión anual de la Hermandad del Tercio Nuestra Señora de Montserrat, donde se renovó a toda la junta directiva. En esa reunión se presentaron las cuentas del monumento: se habían pagado ya 1.130.000 pesetas y faltaban por pagar otras 273.000 pesetas. Dos años después, Escarré se exiliaba en Italia (cuestionado tanto por el régimen franquista que le había concedido la Orden Civil de Alfonso X El Sabio como por sus propios monjes benedictinos, que lo acusaban de despótico y autoritario), de donde volvería al poco tiempo, ya gravemente enfermo, para morir en Barcelona.

El Tercio de Requetés Nuestra Señora de Montserrat fue creado en Navarra por catalanes que se pusieron del lado de los sublevados

Pero el simbolismo del monumento a los requetés, de la Cripta con banderas bañadas en sangre patriota española y de lo que representa para Cataluña ese rincón perduró en Montserrat. Y ese simbolismo no está muy alejado del Valle de los Caídos madrileño. El Tercio de Requetés Nuestra Señora de Montserrat fue creado en Navarra por catalanes, en su mayoría carlistas, que tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 se pusieron inequívocamente del lado de los sublevados, apoyando a Francisco Franco y en contra del gobierno legítimo de la Segunda República. Este Tercio combatió en diversos frentes, como Aragón, Extremadura y, especialmente, tuvo un papel protagonista en la batalla del Ebro.

El monumento está presidido por la escultura en bronce de un soldado malherido mirando hacia el monasterio de Montserrat y anualmente, en el mes de marzo, se siguen celebrando reuniones de exaltación de los valores patrios donde se lanzan proclamas franquistas al tiempo que se entonan cánticos preconstitucionales.

La cripta requeté fue visitada posteriormente por Francisco Franco, escena que quedó inmortalizada en el NODO de la época. El dictador, acompañado por los ministros de Gobernación y del Movimiento, escuchó la Salve, besó a la Moreneta. Relataba el locutor: “A la salida, el Generalísimo saludó a varios caballeros laureados del Tercio de Requetés Nuestra Señora de Montserrat, que tiene aquí enterrados a los pies de la Moreneta, a 316 combatientes ejemplares (sic) que dieron su vida en la Cruzada”. Luego, se desplazó a Martorell, donde una gran pancarta lucía colgada de un edificio donde decenas de personas se asomaban a las ventanas: “Aquí una realidad del triunfo de la verdad y de la justicia social”, mientras en la calle una multitud enfervorecida jaleaba al dictador.

Discursos encendidos

En la actualidad, cada año se celebra un acto de homenaje a los caídos por España. Luego, se suele cantar el ‘Oriamendi’, himno carlista por excelencia. “Por Dios, por la patria y el Rey/ lucharon nuestros padres./ Por Dios, por la patria y el Rey/ lucharemos nosotros también./ Lucharemos todos juntos/ todos juntos en unión/ defendiendo la bandera/ de la santa tradición./ Cueste lo que cueste/ se ha de conseguir/ que venga el Rey de España/ a la Corte de Madrid”. Y para terminar, “¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva España!, ¡Viva el Rey legítimo!”.

El pasado mes de marzo, los actos fueron dedicados a “18 mártires carlistas de Olesa de Montserrat, asesinados brutalmente por los rojos en 1936 por su fe católica”, según un emotivo discurso del profesor Javier Barraycoa: “Hoy no estamos aquí para acordarnos de ellos. Son ellos los que nos han llamado aquí para que recordemos nuestros deberes para con Dios y la patria. Se acercan momentos como los que ellos vivieron. Encomendémonos a nuestros mártires y que se cumpla la voluntad de Dios. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España foral y católica! ¡Visca Catalunya sempre espanyola!”.

El PSC presentó hace unos días una propuesta de resolución ante el Parlament, apelando a la ley 52/2007 de Memoria Histórica

En noviembre, en la festividad de Cristo Rey, el discurso fue directo. “No nos es permitido vivir la vida y el combate político desde una perspectiva plana y sin asomo de trascendencia. Nuestra patria sólo tiene valor porque es primicia de la patria eterna. Lo demás es nacionalismo o paganismo. O peor aún: estulticia de los que creen que las Constituciones crean patrias y no al revés (…) Hoy en día, la mentira, el engaño, la demagogia, se ha adueñado de la política y prácticamente han desaparecido los hombres de palabra. En Barcelona, en la manifestación de hoy se oirán discursos, seguro que vacuos y demagógicos, que el viento se llevará rápidamente por las sendas del olvido. Nosotros estamos aquí porque hace 80 años, en pleno frente de batalla, los requetés del Tercio Nuestra Señora de Montserrat se juramentaron a ofrendar su bandera a la madre de Dios si ella les concedía la victoria. Y así, durante 78 años, se ha cumplido esta promesa, sin faltar un solo año”.

En otro momento, el dirigente carlista señalaba: “Nos piden que idolatremos a una diosa llamada democracia y que, ante ella, sacrifiquemos nuestra fe. Pues no. Como los macabeos, o como los requetés de la Cruzada del 36, resistiremos y seremos ejemplo para todos aquellos que estén buscando la verdad. Seremos pequeña pero brillante luz que no se oculta tras el celemín en esta noche tan tenebrosa de la historia. Éste es nuestro destino, ésta es nuestra misión. A ello nos comprometemos y conjuramos los aquí asistentes. ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva España! ¡Visca la Catalunya hispana!”.

placeholder Eva Granados en una imagen de archivo. (EFE)
Eva Granados en una imagen de archivo. (EFE)

Petición del PSC

Ante ello, el PSC presentó hace escasos días una propuesta de resolución ante el Parlament, firmada por su portavoz y el portavoz adjunto, Eva Granados y Ferran Pedret respectivamente, apelando a la ley 52/2007 de Memoria Histórica. En la propuesta, los socialistas reclaman al Govern de Quim Torra “hacer las gestiones necesarias para retirar, dentro del plazo de seis meses de la publicación de esta resolución, el monumento dedicado al Tercio de Requetés Nuestra Señora de Montserrat, ubicado en la plaza de los Apóstoles, cerca del monasterio de Montserrat”.

También exigen “hacer las gestiones necesarias” para, en el mismo plazo, adecuar “la cripta dedicada a los combatientes del Tercio” a la legislación en materia de memoria histórica. Y, por último, reclaman “conservar y museizar tanto el monumento como otros elementos que pudiesen resultar retirados del entorno citado para la adecuación de éste a la legislación en materia de memoria histórica, si los informes técnicos correspondientes avalan el interés histórico o artístico de ambos elementos”. Un recado para los independentistas en toda regla.

La polémica sobre el futuro del Valle de los Caídos tan presente en los debates políticos de los últimos meses tuvo unos protagonistas de excepción: los independentistas catalanes, que, dicho sea de paso, llevan años machacando sobre el tema y pidiendo que los restos del dictador Francisco Franco salgan del recinto para reconvertir el mismo. Pero tanto mirar a la lejanía del Valle de los Caídos, pasaron por alto que en su propia casa tienen otro "Valle" similar. Es cierto que sólo hay enterrados 404 ‘caídos por la patria’, pero el lugar no deja de ser tanto o más simbólico que el monumento madrileño: está integrado en la propia basílica de Montserrat, el símbolo catalán por excelencia. El PSC ha presentado ya una propuesta de resolución para que los que piden ‘depurar’ el Valle madrileño hagan lo mismo con lo que tienen en su propia casa.

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