Puigdemont se reivindica en Waterloo y presiona a Sánchez para liberar a los presos
El 'expresident' dijo que este sábado era un día "simbólicamente importante" y de "sentimientos contrapuestos" y tuvo palabras de agradecimiento a los políticos catalanes en prisión
El retorno de Carles Puigdemont a Waterloo había sido concebido como un simbólico baño de masas. Banderas independentistas, ropa amarilla y grandes pancartas le daban la bienvenida en la casa en la que se instaló a principios de año tras un lapso de cuatro meses en Alemania, después de que el Tribunal Supremo decidiera retirar las euroórdenes tras la decisión del tribunal regional de Schleswig -Holstein de no respaldar la extradición solo por malversación y no rebelión. Le escuchaban unas 350 personas, según la Policía, que habían sido convocadas, entre miembros en ejercicio y cesados de la Generalitat. Desde ese púlpito, Puigdemont ejerció como interlocutor y exigió a Moncloa, uno por uno, la libertad de los políticos presos y huidos.
De esta manera retomaba el mensaje enviado horas antes en una rueda de prensa conjunta con el actual 'president', Quim Torra, en la que instaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a "hacer los deberes" que le corresponden durante el verano, para avanzar en el objetivo de pasar "de los gestos a los hechos". "Quien tiene deberes es Sánchez, esperamos que a la vuelta haya aprovechado el tiempo", dijo Puigdemont, que añadió que "no se puede querer los votos para convertirse en presidente y luego no actuar en consecuencia".
Puigdemont ha advertido a Sánchez de que su "periodo de gracia se acaba", al tiempo que le ha animado a "aprovechar el verano" para hacer "los deberes pendientes" y presentar su "receta" para encontrar una solución a la cuestión catalana. "Quien tienen deberes pendientes es el presidente Sánchez y esperamos que a la vuelta de vacaciones haya aprovechado el tiempo, porque el periodo de gracia se acaba", ha expresado en su intervención.
Puigdemont, Torra, representantes de asociaciones como el Casal Catalán en Bruselas o la Plataforma por la Lengua y el rapero huido Valtonyc, entre otros, realizaron breves discursos desde el balcón de la "Casa de la República", donde colgaba un cartel que decía, en inglés, "Libertad para los presos políticos y exiliados". Puigdemont dijo que este sábado era un día "simbólicamente importante" y de "sentimientos contrapuestos" y tuvo palabras de agradecimiento a los políticos catalanes en prisión, para quienes pidió la liberación.
"No los queremos en prisiones de casa, sino en casa", dijo el expresidente, levantando aplausos entre los presentes, y explicó que su objetivo es "llegar muy lejos" y que lo importante no es que el camino "sea muy largo, sino que exista un camino".
"Este no es el final de mi viaje. Viajaré hasta el último rincón de nuestro continente para defender la causa justa del pueblo catalán". Con esta promesa de internacionalizar la independencia de Cataluña desembarcaba el expresidente de la Generalitat.
📢 Avui som a Brussel·les l’acte de retorn del president @KRLS per reclamar la llibertat de les preses i presos polítics i el retorn dels exiliats!
— Esquerra Republicana (@Esquerra_ERC) 28 de julio de 2018
Us volem a totes i a tots a casa! 🎗 pic.twitter.com/TsLx8eqEL1
Puigdemont, que aterrizó en Bruselas a bordo de un vuelo de Brussels Airlines a las 8.20 de la mañana, fue recibido después en la delegación del Govern ante la Unión Europea. Allí le esperaban el 'president' Quim Torra, la delegada ante la UE, Meritxell Serret y el 'exconseller' Toni Comín, entre otros, después de que esta comitiva se reuniera con otros integrantes y exmiembros del Govern como Laura Borràs y Chakir El Homrani por un lado, y Lluís Puig por otro.
Torra exige que se retiren todas las acusaciones
Junto a Carles Puigdemont intervino el actual 'president' de la Generalitat, Quim Torra, ha exigido que se retiren todas las acusaciones sobre la causa del proceso independentista ante las "derrotas judiciales" que considera que está sufriendo el Estado español en Europa.
"¿Cuántas derrotas judiciales y políticas más necesitará el Estado para darse cuenta de que esta causa es una causa falsa?", ha preguntado en rueda de prensa desde la Delegación de la Generalitat en Bruselas. Ha destacado que el retorno de Puigdemont a Bruselas es "el primer gran acto de justicia admitido por un tribunal imparcial" y ha vaticinado que los tribunales europeos seguirán rechazando las acusaciones a políticos independentistas si el Estado mantiene esta causa.
El retorno de Carles Puigdemont a Waterloo había sido concebido como un simbólico baño de masas. Banderas independentistas, ropa amarilla y grandes pancartas le daban la bienvenida en la casa en la que se instaló a principios de año tras un lapso de cuatro meses en Alemania, después de que el Tribunal Supremo decidiera retirar las euroórdenes tras la decisión del tribunal regional de Schleswig -Holstein de no respaldar la extradición solo por malversación y no rebelión. Le escuchaban unas 350 personas, según la Policía, que habían sido convocadas, entre miembros en ejercicio y cesados de la Generalitat. Desde ese púlpito, Puigdemont ejerció como interlocutor y exigió a Moncloa, uno por uno, la libertad de los políticos presos y huidos.