Bélgica entra en la campaña del 21-D: deja a Puigdemont en libertad vigilada

Un total de 14 horas de arresto. Así han vivido este domingo Carles Puigdemont y los cuatro 'exconsellers' que se encuentran en Bélgica. Cerca de la medianoche se ha conocido el veredicto del juez de instrucción: libertad con medidas cautelares. La Fiscalía de Bruselas ha comunicado que deberán permanecer en Bélgica, mantener una dirección fija en el país y cumplir con la obligación de comparecer ante el juez cuando sean citados. Y advierte: estas decisiones no son recurribles.

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El grupo ha abandonado la sede de la Fiscalía de Bruselas en un furgón policial con las lunas tintadas, pese a lo cual se ha podido distinguir a Toni Comín y Lluís Puig. Ninguno de los políticos ha realizado declaraciones. También ha abandonado la Fiscalía en silencio el abogado belga de Puigdemont, Paul Bekaert, quien pretende evitar su extradición a España porque, asegura, allí no se dan las garantías para que sea sometido a un juicio justo.

Cuando abandonaban el edificio, un grupo de unas cinco personas les han saludado al grito de "no estáis solos". También se ha escuchado a otros espontáneos gritando "Puigdemont, a prisión" y "viva España".

El caso tiene que pasar ahora a la Cámara del Consejo, el tribunal de primera instancia, donde tendrán que comparecer en los próximos 15 días. La fecha exacta, sin embargo, se desconoce por el momento. Será esta corte la que se pronuncie en primer lugar sobre la petición de extradición que pesa sobre los cinco políticos catalanes, a los que se acusa de rebelión, sedición, malversación, desobediencia y prevaricación. La decisión puede ser recurrida.

Dado lo delicado del caso, es probable que no se resuelva la suerte de los políticos catalanes hasta dentro de dos o incluso tres meses

De presentarse apelaciones, se abriría otro plazo de 15 días para tomar una resolución. En última instancia, la petición de extradición podría llegar a la Corte de Casación belga, que de nuevo contaría con una quincena para pronunciarse.

Dado lo delicado del caso y que Puigdemont ha contratado a un abogado especializado en obstaculizar extradiciones, es probable que no se resuelva la suerte de los políticos catalanes hasta dentro de dos o incluso tres meses.