El abogado belga de Puigdemont: “Si lo detienen, lo convertirán en un mártir”

Paul Bekaert, el abogado belga de Carles Puigdemont, va a intentar por todos los medios que no acabe en prisión, ni en Bélgica, ni en España. “En España aún no se han librado de él. Y si lo detienen, lo convertirán en un mártir”, ha advertido a la televisión holandesa HLN. Hoy es un día clave para el letrado, que en el pasado trató de obstaculizar la extradición de etarras a España: Puigdemont no ha ido a declarar a la Audiencia Nacional. La Fiscalía pide prisión incondicional. Y la orden de detención internacional es inminente.

Bekaert prevé que esto suceda. Una vez que se dé la “euroorden”, se pedirá a la Fiscalía belga que Puigdemont sea detenido y extraditado a España. No obstante, el letrado asegura que esto no se hará de manera inmediata, sino que “llevará algún tiempo”. El proceso puede llevar hasta dos meses, ha dicho. El juez belga al que se le asigne el caso tendrá en sus manos decidir si mantiene a Puigdemont en prisión. “Pero esto sería un gran problema para el N-VA”, advierte el letrado.

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Una bomba de relojería para Bélgica

La cuestión catalana ya había creado tensiones dentro del Gobierno belga, pero la presencia de Puigdemont en suelo belga ha puesto al Ejecutivo liderado por Charles Michel en la cuerda floja. El primer ministro belga tiene que hacer equilibrismos para acomodar la postura a los flamencos nacionalistas del N-VA, el partido mayoritario de la coalición, sin espantar al resto de socios de gobierno, ni sublevar a la oposición francófona. En este contexto, Michel ha rogado a todos sus ministros que “no echen más gasolina al fuego”, según el diario Le Soir.

Si Puigdemont es detenido, extraditado a España y la N-VA se subleva, Bélgica se arriesga a sufrir una crisis de gobierno que haga caer a una coalición que se tardó más de dos años en formar. No le interesa esto a la N-VA, ni a sus votantes, pero para ello tiene que lograr mantener el orden entre los miembros de su ala más dura. A estos pertenece el secretario de Estado de Migración y Asilo, Theo Francken. Éste abrió la puerta a que Puigdemont pidiera asilo en Bélgica la víspera de su aparición sorpresa en Bélgica.

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Pero, por el contrario, si Puigdemont logra evitar su extradición, Bélgica podría tener que enfrentarse a una crisis diplomática con España, con repercusiones europeas. Bélgica estaría actuando en contra del principio de mutua confianza que se mantiene en la UE, por el que si un socio les reclama a una persona para ser juzgada, se la entregan dando por hecho que el país es seguro y respeta los derechos fundamentales.

La estrategia de los catalanes es precisamente lograr que el juez belga de instrucción que se haga cargo de la causa cuestione el respeto en España de estos derechos fundamentales. ¨No me fío ni un pelo de la justicia española”, afirma Bekaert, quien ha señalado que tratará de evitar la detención de Puigdemont a toda costa.