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La UE mantiene prietas las filas: orden constitucional y diálogo
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La UE mantiene prietas las filas: orden constitucional y diálogo

La negativa de Bruselas a asumir ningún rol de mediador en un asunto que considera "interno" de España deja al presidente de la Generalitat con escasos argumentos

Foto: Eurodiputados escuchan el discurso del vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans. (EFE)
Eurodiputados escuchan el discurso del vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans. (EFE)

Los socios europeos están siendo un apoyo clave para el Gobierno español durante la crisis catalana. Da igual que se trate de un Emmanuel Macron proclamando con rotundidad que Mariano Rajoy es su “único interlocutor” o de una sosegada Angela Merkel en defensa del orden constitucional, el mensaje enviado a la Generalitat es el mismo: una declaración unilateral de Cataluña no es bienvenida.

Este martes, durante su intervención ante el pleno, Carles Puigdemont ha alegado que una de sus razones para “suspender” una declaración de independencia catalana antes de su propio nacimiento eran los contactos que ha mantenido con figuras internacionales y “mediadores”. Y sin embargo, la negativa de Bruselas a asumir ningún rol de mediador en un asunto que considera “interno” de España deja al presidente de la Generalitat con escasos argumentos.

La interpelación directa que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, hizo a Puigdemont horas antes de su comparecencia ante el Parlament ha sido la puntilla a una semana de llamadas de Europa a evitar el choque de trenes. “Le pido que respete el orden constitucional y que no anuncie una decisión que haría el diálogo imposible”, dijo el político polaco, que lidera la institución que representa a todos los jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Puigdemont recurrió a la UE con la intención de que mediara entre la Generalitat y el Gobierno español. Pero esta no se ha querido involucrar, más allá de pedir a Rajoy que busque soluciones dialogadas, y su postura no ha cambiado tras el discurso del 'president'. De haberlo conseguido, habría logrado 'puentear' al Ejecutivo español, un objetivo improbable si se tiene en cuenta que a fin y al cabo la UE es una unión de estados.

En lugar de mediadores, la Generalitat se ha encontrado con un muro europeo. De izquierda a derecha, con menores y mayores críticas a Rajoy y la actuación policial del 1-O, la llamada europea ha sido clara: la UE no puede amparar a quienes violan la legalidad de uno de sus estados miembros. “Así no”, parafraseando al propio Puigdemont.

El ministro de Exteriores de Italia, Angelino Alfano: "Nuestra confianza en el Gobierno español: sabrá garantizar los derechos de todos los ciudadanos"

Las aspiraciones catalanas solo han encontrado un cierto acomodo entre los movimientos independentistas europeos —como el N-VA, que forma parte del Gobierno belga, el más sensible a las posturas defendidas desde la Generalitat— o las fuerzas eurófobas. Un apoyo insuficiente para lograr una independencia que no suponga un harakiri económico y político para Cataluña, ya que, tal y como han recordado las instituciones europeas, esta se quedaría fuera de la UE si se separase de España.

Tras el discurso de Puigdemont y antes de conocerse las decisiones del Consejo de Ministros extraordinario convocado en la mañana de este miércoles, las primeras reacciones europeas han sido duras. “Inaceptable declaración unilateral de independencia catalana. Nuestra confianza en el Gobierno español: sabrá garantizar los derechos de todos los ciudadanos”, ha asegurado el ministro de Exteriores de Italia, Angelino Alfano.

placeholder El ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano. (EFE)
El ministro italiano de Exteriores, Angelino Alfano. (EFE)

Desde Bruselas, el primero en pronunciarse ha sido el presidente del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber. “Acontecimientos muy preocupantes en Cataluña (…) Los movimientos unilaterales solo pueden empeorar dramáticamente las cosas. Llamamos con urgencia a un diálogo, sobre la base de la Constitución española”, ha dicho.

A lo largo de este miércoles se esperan más reacciones. Pero en Bruselas, las fuentes consultadas por El Confidencial apuntan a que se pretende "esperar" y ver cómo se desarrollan los acontecimientos.

Los socios europeos están siendo un apoyo clave para el Gobierno español durante la crisis catalana. Da igual que se trate de un Emmanuel Macron proclamando con rotundidad que Mariano Rajoy es su “único interlocutor” o de una sosegada Angela Merkel en defensa del orden constitucional, el mensaje enviado a la Generalitat es el mismo: una declaración unilateral de Cataluña no es bienvenida.

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