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Las manifestaciones de comarcas le dan a la Diada un aire de fiesta mayor
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Éxito de las convocatorias de fuera de Barcelona

Las manifestaciones de comarcas le dan a la Diada un aire de fiesta mayor

En total, en las cuatro manifestaciones de fuera de Barcelona se han sumado más de 400.000 personas, según cifras de las respectivas guardias urbanas

Foto: Un castell en Salt, Girona, durante la Diada. (EFE)
Un castell en Salt, Girona, durante la Diada. (EFE)

Las manifestaciones de la Diada fuera de Barcelona, las de Berga, Tarragona, Lleida y Girona, le han dado a la manifestación de este año un aire de fiesta mayor. La movilización ha supuesto un éxito pero ha perdido valor político, acentuando los aspectos festivos: los castells, las reivindicaciones locales, como la del Ebro del sur de Tarragona, o símbolos como los gegants… que al moverse en actos más pequeños han tenido más relevancia que en las unitarias movilizaciones de años anteriores.

Foto: Diada de 2015.
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La Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) consiguió lo que parecía mas complicado: que Tarragona pareciese llena, la ciudad donde había más dudas. En cambio Berga (Barcelona) ha estado a reventar, incluso con problemas de tráfico en sus accesos. Berga tiene 15.000 habitantes y hoy ha reunido a 60.000 manifestantes.

En total, en las cuatro manifestaciones de fuera de Barcelona se han sumado más de 400.000 personas, según cifras de las respectivas guardias urbanas. Muchísima gente en otro éxito logístico de la ANC, que además ha logrado coordinar estas cuatro movilizaciones con la mayor de ellas: la de Barcelona.

Políticamente destaca Salt, en Girona. No sólo porque la marcha ha sido un éxito en esta localidad, donde la manifestación ha alcanzado los dos kilómetros, hasta la autopista, cuando en principio sólo estaban previstos, 1,6 km a lo largo del Passeig del Països Catalans. También porque ha asistido el núcleo duro de lo que queda de CDC: el presidente catalán Carles Puigdemont, del sector más independentista del partido; y el conseller de Cultura Santi Vila, más partidario de conseguir un pacto con España.

Puigdemont, en declaraciones a TV3, ha asegurado que “yo no veo cansancio sino que se ha respondido a la convocatoria más trascendente que teníamos delante. Un llamamiento que se ha de oír en el resto de España y en el resto del mundo”.

La Assemblea Nacional de Catalunya (ANC) consiguió lo que parecía mas complicado: que Tarragona pareciese llena, la ciudad donde había más dudas

Sin embargo, Carles Puigdemont se ha mostrado más conciliador, en línea con su discurso de ayer. Pactista en las formas pero radical en el fondo, Puigdemont ha manifestado que “en este momento en España no hay gobierno. Las fuerzas políticas catalanas que defendemos un referéndum a la escocesa debemos tener una respuesta que serviría para acabar con una situación de bloqueo. Una respuesta política y no judicial. Que es lo que deseamos”. Por tanto, por una lado hay un grueso de los manifestantes pidiendo unilateralidad y, por otro, un presidente de la Generalitat, claramente independentista pero buscando un pacto.

Salida a la escocesa

“La política española tiene una gran oportunidad: hacer lo que hizo el Reino Unido con Escocia. Pero el Estado español nos ha dado muestras de lo poco que podemos confiar. Esperanzas tenemos pocas. Pero tenemos la obligación moral de tener esta petición. Si se rechaza tendremos las manos libres para hacer lo necesario”, ha declarado Pugidemont.

En Tarragona estaba la presidenta del Parlament Carme Forcadell, quien también en la televisión autonómica ha manifestado que “no contemplo la inhabilitación. En el Parlament se ha de poder debatir de todo. Pero por hacer un debate sobre las conclusiones de una comisión, por lo que se debatió era una cuestión de interés de la ciudadanía. Por eso no contemplo la inhabilitación”.

“No me gusta hablar en términos de obediencia o desobediencia. Porque eso es judicializar la política y hay que apoyar la separación de poderes”, ha señalado Forcadell, muy cauta a la hora de desafiar en público al Tribunal Constitucional y que ha evitado en todo momento dejarse llevar por el entusiasmo del momento.

Las cifras

Salt ha sido la localidad con más manifestantes: 130.000 personas. Le ha seguido Lleida. con 120.000 personas. En cambio, Tarragona, una ciudad demográficamente mucho más importante, ha tenido una respuesta más tibia: 100.000 personas. En las imágenes áreas se veían algunos huecos, algo que no ha pasado en el resto.

En Berga han acudido 60.000 personas. Pero incluso en esta ciudad donde gobierna la CUP, la agrupación anticapitalista que tiene diez diputados en el Parlament, ha evitado participar en la manifestación. La CUP celebrará su propia protesta al margen de la convocatoria de la ANC. La unidad que reclaman los organizadores es precisamente la que más queda en cuestión. Y no por la dispersión geográfica de la protesta.

Las manifestaciones de la Diada fuera de Barcelona, las de Berga, Tarragona, Lleida y Girona, le han dado a la manifestación de este año un aire de fiesta mayor. La movilización ha supuesto un éxito pero ha perdido valor político, acentuando los aspectos festivos: los castells, las reivindicaciones locales, como la del Ebro del sur de Tarragona, o símbolos como los gegants… que al moverse en actos más pequeños han tenido más relevancia que en las unitarias movilizaciones de años anteriores.

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