ERC 'desautoriza' a Ortega: el futuro de Cataluña no lo marcará el Constitucional

Las tensiones entre el Gobierno de Artur Mas y Esquerra Republicana de Catalunya son cada vez más patentes y frecuentes. La posición blanda de la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega –que el martes pasado abría la puerta a postergar la consulta soberanista si el Estado no cedía a las presiones catalanistas-, ha sido contestada con contundencia desde las filas de ERC.

El secretario general adjunto de la formación independentista catalana, Lluis Salvadó, advirtió hoy mismo de que el futuro del proceso soberanista en Cataluña "no lo marcará" el Tribunal Constitucional, asegurando que la "única legalidad" a la que deben su esfuerzo y trabajo es a la voluntad de los catalanes.

En una entrevista en Catalunya Informació, Salvadó consideraba así "poco afortunadas" las afirmaciones Ortega en las que contemplaba la hipótesis de no convocar la consulta del 9 de noviembre si se mantiene la postura del Gobierno de España.

"Tenemos muy claro que el futuro del proceso hacia la independencia no lo marcará el Tribunal Constitucional", ha aseverado Salvadó, que ha dejado el proceso en manos de la sociedad civil, los ciudadanos y los partidos proconsulta.

Para ERC -ha dicho- es más "sagrada" la voluntad de la mayoría del pueblo de Cataluña que la Ley o el Constitucional: "La única legalidad a la que debemos nuestro esfuerzo y labor es a la voluntad del pueblo", por lo que no llegarán a la independencia siguiendo los dictados y sentencias del Tribunal Constitucional o del Gobierno central. "Si alguien lo cree, intenta marear la perdiz", ha advertido.

Los últimos días han estado cuajados de tiras y aflojas sobre la consulta independentista, prevista inicialmente para el 9-N. El propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, tuvo que salir a la palestra 24 horas después de las manifestaciones de Joana Ortega para intentar apagar el fuego que ya se iniciaba. En el trascurso de un acto en Talamanca para recordar el 300 aniversario de la última batalla que ganaron los catalanes en 1714, Mas recalcó que mantenía intacta su hoja de ruta y que acordaría cualquier decisión "importante" que afecte al proceso soberanista con el resto de partidos que apoyan la votación ((ERC, ICV-EUiA y CUP).

"En lo que dependa de mí, no hal Plan A, Plan B, Plan C, Plan D y Plan E. Sólo hay uno, que es votar", sentenció el jefe del Ejecutivo catalán.

[Por otra parte, y sobre la confesión del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, de que ocultó durante 34 años una fortuna en el extranjero, el dirigente de ERC Lluís Salvadó ha denunciado que las "estructuras del Estado" permitieron y toleraron durante décadas el fraude fiscal y ahora utilizan este caso para hacer un "uso político" en contra del proceso soberanista.]