Mas-Colell hace caja con inmuebles de la Generalitat para salvar el fin de año

En la subasta que ha tenido lugar esta mañana, la conselleria de Economía, que encabeza Andreu Mas-Colellha vendido dos inmuebles de la Generalitat por 37,2 millones de euros. Este fin de año acaba igual que el anterior, con privatizaciones para hacer caja.

Uno de los dos activos es la sede la propia conselleria de Economía, un edificio protegido con una céntrica ubicación en Rambla Catalunya, muy cerca de Plaza Catalunya. El comprador de este activo ha sido la sociedad Finaf 92, controlada por el grupo farmacéutico italiano Angelini.

El grupo Angelini ha pagado 23,2 millones por esta sede, que obligará a los funcionarios de la conselleria de Economía a mudarse a medio plazo, si bien en un principio permanecerá en régimen de alquiler por un período que oscilará entre uno y tres años, pero que todavía está pendiente de negociarse.

Esta operación ha sido asesorada por la promotora Renta Corporación que, pese a estar en concurso de acreedores, se está mostrando muy activa en la compra de activos, jugando diversos papeles. Véase el caso de la antigua sede de Telefónica en Barcelona, que fue subastada dentro de otro proceso concursal.

Los italianos de Finaf 92 no han explicado sus planes para el inmueble adquirido hoy. Fuentes de mercado aseguran que tienen una vocación patrimonialista a largo plazo y que, gracias a que han comprado a buen precio, podrían asumir una fuerte inversión para reformar a fondo el edificio. Una alternativa -que en este momento no está definida- sería convertirlo en un hotel, en línea con operaciones que se han hecho en Barcelona, como la compra de la Torre Agbar o la del Hotel Vela.

El esquema siempre es el mismo: inversor extranjero que quiere aprovechar el tirón turístico de Barcelona para poner un hotel y hacer dinero. Y en esta línea la Generalitat ha aprovechado para hacer caja en un momento de penuria económica.

El otro edificio vendido hoy es el de oficinas de Pujades, 11. Son 7.000 m de oficinas que ahora cambiarán de uso y que, en este caso sí, se destinarán para un hotel. El grupo alemán Mo Düsseldorf, propietario de la cadena hotelera Motel One ha pagado 14 millones. Este inmueble, en cambio, no está céntrico sino que se encuentra en Poblenou. Para convertirlo en un hotel será necesario un cambio de usos.

Fracaso relativo

La subasta ha sido un fracaso relativo para la Generalitat. Salían a la venta cuatro inmuebles y sólo se han recibido dos ofertas por dos de ellos, con lo que el mercado inversor parece estar dando signos de agotamiento para este tipo de productos. Además, la Generalitat ha tenido que hacer una rebaja del 20% en el precio de la hasta ahora sede de Economía, en parte para compensar los costes de la reforma posterior para convertirlo en hotel, según han señalado fuentes del sector inmobiliario.

Los otros dos edificios, la sede de la conselleria de Justicia en la confluencia de Caspe con Pau Claris y la antigua sede de Medio Ambiente en Diagonal 523, saldrán a la venta directa el año que viene. Diagonal 523 era un buen edificio pero la Generalitat, en este caso, se negó a rebajar el precio de salida.

Agresiva venta de activos