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La Generalitat busca reconducir la subasta de sus inmuebles fuera de plazo
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INTENTA CERRAR LA VENTA DE TODO UN LOTE POR 162 MILLONES

La Generalitat busca reconducir la subasta de sus inmuebles fuera de plazo

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell intenta reconducir la subasta de los inmuebles de la Generalitat después de que el proceso se haya atascado, tanto que

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell intenta reconducir la subasta de losinmuebles de la Generalitat después de que el proceso se haya atascado, tanto que se está absolutamente fuera de plazo, según lo marcado por la propia Administración catalana en las condiciones del concurso que marcó en el DOGC.

Fuentes del sector inmobiliario han explicado que el grupo Pacífica Capital Gestión quedó en primera posición en la puja en la que participaron otros cinco grupos, pero que finalmente no será el adjudicatario de lote. Por su parte, portavoces del departamento de Economía no han querido comentar ningún aspecto de la información a excepción de queel proceso de venta sigue adelante.

La Generalitat sacó a la venta un lote de 13 inmuebles el pasado 28 de marzo por un precio mínimo de 162,6 millones de euros con el atractivo de quedarse como inquilino los siguientes 20 años y con una rentabilidad bruta para los inversores del 10%. Entre los edificios había la sede de varias consejerías.

La operación se debía hacer en un plazo de 40 días naturales, según las condiciones que marcaba la propia Generalitat en el DOGC. Pero ya han pasado casi 80 días naturales y el concurso sigue sin cerrarse, sin que desde la Administración se expliquen los motivos. En otras palabras, a principios de mayo debería haberse adjudicado el lote. Pero a día de hoy el Consell Executiu todavía no ha bendecido la transacción.

Algunas fuentes inmobiliarias señalan que Pacífica Capital Gestión, socio español del grupo californiano Pacífica Capital Group, tuvo problemas a la hora de formalizar el aval de 8 millones de euros que precisaba una vez que había quedado el primero. Otras fuentes conocedoras de los mecanismos internos de la subasta aseguran que Pacífica Capital Gestión solicitó una prórroga a la Generalitat para formalizar el aval y que no se determinó cuándo se había dado la misma, con lo que la oferta quedó en una especie de limbo legal, pese que Pacífica Capital Gestión dispondría de los 163 millones con los que había ganadola oferta.

Competidores

A pesar de que la Generalitat dio muy poco tiempo a los inversores para presentarse, la alta rentabilidad ofrecida atrajo a muchos candidatos. Entre otros, mostraron diverso grado de interés fondos como Lone Star, Axa Real Estate, Cerberus, Och-Ziff y un grupo inversor israelí cuyo nombre no ha trascendido. Fuentes del sector inmobiliario apuntan a que podrían ser los israelíes los favoritos para llevarse la totalidad del lote en esta repesca que está organizando la Generalitat para salvar la subasta in extremis.

La mayoría de estos inversores hicieron ofertas por partes parciales del lote de 13 edificios o exigieron diversas garantías de pago de los futuros alquileres. Sólo un grupo pujó por el conjunto de los inmuebles y en las condiciones marcadas en el pliego, y fue Pacífica Capital Gestión, que además hizo un oferta ligeramente por encima del mínimo marcado por la Generalitat: 163 millones.

Segundo intento

Esta es la segunda vez que la Generalitat intenta vender estos inmuebles. En la primera ocasión tuvo que declarar el concurso desierto. Otro revés sería complicado de explicar, y más después del escándalo de la ATLL y con los graves problemas de caja que sufre la Generalitat.

La Generalitat rebajó sus inmuebles un 22% para intentar venderlos, lo que además suponía incrementar la rentabilidad de los mismos. Con un presupuesto prorrogado es clave cerrar el acuerdo de venta de los edificios para que la caja de la Administración catalana no llegue estrangulada al próximo mes de octubre.

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell intenta reconducir la subasta de losinmuebles de la Generalitat después de que el proceso se haya atascado, tanto que se está absolutamente fuera de plazo, según lo marcado por la propia Administración catalana en las condiciones del concurso que marcó en el DOGC.