Es noticia
Los pensionistas daneses pueden salvar a la Andorra española, pero el pueblo desconfía
  1. España
  2. Aragón
PROYECTO CATALINA EN TERUEL

Los pensionistas daneses pueden salvar a la Andorra española, pero el pueblo desconfía

El fondo CIP tramita en la localidad de Teruel una multimillonaria planta de hidrógeno verde que lucha contra el escepticismo provocado por el pasado de proyectos fallidos en la vieja comarca minera

Foto: Simulación de la planta de hidrógeno verde Catalina que Copenhagen Infraestructure Partners quiere construir en Andorra. (CIP)
Simulación de la planta de hidrógeno verde Catalina que Copenhagen Infraestructure Partners quiere construir en Andorra. (CIP)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El comedor del restaurante La Ánfora bulle mientras se sirven sin tregua menús a 15 euros con primero, segundo, bebida, postre y café. Al terminar de comer, las cuadrillas de trabajadores y operarios se apiñan en la barra para rematar el tiempo de descanso con una copa de licor. A primera vista, nadie diría que estamos en el corazón de la España despoblada. Pero en Andorra (Teruel), antaño cabeza de comarca minera y sede de la que fue una de las últimas centrales eléctricas del país alimentadas con carbón, hace tiempo que el padrón registra más bajas que altas. En poco más de una década, un millar de personas (casi el 14%) ha buscado nuevo lugar para vivir. Hoy residen en esta localidad del sureste de Aragón poco más de 7.200 personas, y bajando.

Un ambicioso plan de fabricación de hidrógeno verde (Proyecto Catalina) financiado por una gestora de fondos ligada a los pensionistas de Dinamarca podría revertir ahora esta tendencia, pero el historial de gatillazos empresariales impone cautela en el vecindario. "Si saliese sería maravilloso. Es un buen proyecto de unas magnitudes impresionantes. Pero ha habido otras propuestas que han terminado fallidas. Somos muy cautos. Esa es la opinión del pueblo", explica Rafael Guía (PSOE), el alcalde de la localidad. Otros testimonios recabados por El Confidencial sobre el terreno certifican ese estado de ánimo.

Con sus bloques de viviendas de peculiar simbiosis estética entre colectivismo de aire soviético y PAU de clases medias de cualquier extrarradio urbano, Andorra dio por clausurada en 2020 su principal actividad económica, la central térmica que operaba Endesa. Unos años antes, habían cesado los trabajos en las explotaciones mineras de la comarca, dando lugar a un interminable proceso de transición regado con millones de euros de fondos públicos que han servido de imán artificial para multitud de proyectos económicos, de los que solo unos pocos han cuajado.

placeholder La cementera pagada con Fondos Miner que nunca ha llegado a funcionar en Andorra. (V.R.)
La cementera pagada con Fondos Miner que nunca ha llegado a funcionar en Andorra. (V.R.)

Las generosas pensiones de los procesos de jubilación anticipada han contribuido a generar una demografía paradójica. Los mayores disfrutan de una buena calidad de vida, pero los hijos de las familias que se han quedado tienen cada vez menos oportunidades y empleos. Marcharse es una opción tentadora. "Aquí hay gente que tiene buenas jubilaciones, pero los salarios son mileuristas para los más jóvenes. La transición no se ha hecho bien y la sensación es la de que el pueblo se va muriendo poco a poco", dice Celina, una sindicalista que ha trabajado en los programas de formación y reinserción laboral en la comarca.

Foto: Derribo de la chimenea de la térmica de Teruel. (EFE/Antonio García)

El mejor símbolo de ese dineral en Fondos Miner enterrados sin éxito en el término municipal es la cementera que promovió la mexicana Cemex, a través de su filial Cementos Andorra. Prácticamente terminada y tras una inversión de más de cien millones de euros, la instalación está cerrada y abandonada.

Nadie quiere ponerla en marcha y hacerse cargo de ella. Junto a la puerta enrejada de acceso, todavía aguanta el panel informativo: "Proyecto financiado por el programa de desarrollo alternativo de las comarcas mineras". La cementera fantasma es la campeona de los proyectos fracasados del Instituto para la Reestructuración de la Minería de Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. No ha sido la única. Varias iniciativas ligadas al sector de los materiales de construcción desaparecieron tras consumir las subvenciones. Otras sí han salido bien hasta el momento, como el aserradero y elaborador de planchas de pasta de madera de JV20 Forest, ligado el exCEO de Neinor Homes, Juan Velayos, o la planta de cartonajes DS Smith.

En ese contexto de escepticismo, promesas incumplidas y dinero malgastado ha aparecido en escena el Proyecto Catalina, una multimillonaria iniciativa liderada por Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), fondo de inversión en infraestructuras en el que PensionDenmarks tiene comprometidos más de 4.000 millones de los pensionistas nórdicos. La inversión conjunta estimada de todo el Proyecto Catalina roza los 1.900 millones de euros. Sus cifras son esperanzadoras. Promete generar más de 1.200 empleos directos en la fase de construcción y 396 en la fase de operación, con salarios superiores a la media de la provincia de Teruel.

placeholder Una de las urbanizaciones de Andorra, en Teruel. (V.R.)
Una de las urbanizaciones de Andorra, en Teruel. (V.R.)

En alianza con Enagás Renovables, la sociedad promotora creada al efecto, Renato PtX Holdco, acaba de ser noticia porque el Banco Europeo de Hidrógeno (BHE), la plataforma de financiación y coordinación para asegurar hidrógeno renovable y rentable en toda la Unión Europea, le ha adjudicado la mayor prima por kilogramo de hidrógeno en su subasta de subvenciones, 0,48 euros para una producción estimada de 55.000 toneladas al año.

Aun así, al contrario que otras iniciativas anteriores, la empresa presume de no depender de las ayudas públicas en la fase de puesta en marcha. José Gómez Arroyo Bernabéu, con experiencia anterior en la división de renovables de General Electric, dirige el proyecto para CIP. Ha montado una pequeña oficina en el casco urbano de Andorra en la que trabajan diez personas y que lidera Fidel Pérez-Montes, un ingeniero oscense muy respetado en el sector de la energía que fue director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España (IDAE) y asesor de la excomisaria europea de Energía y Transportes, Loyola de Palacio. También trabajó durante muchos años como coordinador del equipo de industria y energía de la Representación Española en Bruselas.

Generar confianza entre los habitantes de Andorra es uno de los objetivos que se ha marcado Catalina. Ha iniciado contactos con el instituto de secundaria de la localidad, donde se imparten grados de formación profesional en energías renovables y automatización industrial, al tiempo que mantiene conversaciones con los regantes de la zona para garantizarles el excedente de agua que genere la planta electrolizadora. La obtención de una concesión por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) de algo más de cinco hectómetros cúbicos de agua de la reserva que tenía la planta térmica es clave para asegurar la viabilidad del proyecto. Al igual que la superación del trámite ambiental, que acaba de sacar a exposición pública el Gobierno de Aragón. El ejecutivo autonómico otorgó a Catalina la consideración administrativa de plan estratégico con el fin de facilitarle los trámites.

placeholder Uno de los accesos a Andorra, en Teruel. (V.R.)
Uno de los accesos a Andorra, en Teruel. (V.R.)

Con los números presentados por Renato, Catalina podría recibir en una primera fase 230 millones de euros en ayudas de Bruselas para hacer rentable su iniciativa de construir una planta electrolizadora para fabricar hidrógeno verde, alimentada por una red de parques fotovoltaicos y solares con capacidad de 500MW, ampliables a dos gigavatios.

En los objetivos iniciales de CIP estaba el de pujar por llamado Nudo Mudéjar de Andorra, el punto de evacuación a la red eléctrica con capacidad para 1.844MW que tenía la antigua planta térmica. Se trata de un jugoso bocado para las empresas productoras de energía renovable en una región que vive una verdadera fiebre de parques eólicos y fotovoltaicos, no sin contestación de colectivos conservacionistas, que denuncian que las comarcas despobladas se están convirtiendo en "tierra de sacrificio" para la transición energética, si bien ahora mismo es el sector que más inversión está generando.

El concurso convocado por el Ministerio de Transición Energética atrajo el interés de una docena de aspirantes, entre ellos Naturgy, Forestalia, Grupotec, Solaria o la propia Renato PtX Holdco. Finalmente, el adjudicatario fue Enel Green Power España, filial de Endesa, que planea construir catorce instalaciones de renovables en diez municipios de la comarca (Andorra, Calanda, Alcañiz, Alcorisa, Híjar, Samper de Calanda, Albalate, La Puebla de Híjar, Castelnou y Jatiel). Sin embargo, según avanzó el periódico local La Comarca, la resolución del concurso ha sido recurrido por Forestalia, que busca aliados entre el resto de aspirantes para forzar una rebaremación de ofertas.

Foto: Foro 'Perspectivas y retos del hidrógeno renovable en España'.

Renato ha trasladado a las autoridades municipales que su plan sigue adelante pese al escollo de no haber logrado hacerse con el Nudo Mudéjar. El Proyecto Catalina inicial contemplaba combinar la energía generada a través de una red de parques fotovoltaicos y eólicos entre la planta de fabricación de hidrógeno verde y la red de distribución eléctrica. Sin el acceso por ahora a la red de evacuación, el plan principal pasa por concentrar los esfuerzos en la producción de hidrógeno limpio para ponerlo en el mercado, tanto como combustible como para aplicaciones industriales.

El producto generado en Andorra se distribuiría a través de la red de transporte de hidrógeno que Enagás ha planificado en España, uno de cuyos conductos pasa por el norte de la localidad turolense, conecta con el tubo que cruza de sur a norte el litoral mediterráneo español y enlazará con la interconexión europea H2Med. Renato ya tiene preacuerdos y conversaciones con posibles clientes, como la compañía de fertilizantes Fertiberia, que tiene una planta de fabricación de amoniaco en Sagunto (Valencia). El suministro de hidrógeno obtenido con energía renovable le permitiría producir amoniaco libre de emisiones.

Según la resolución del Banco Europeo de Hidrógeno, Catalina dispone de cinco años para superar la carrera de obstáculos administrativos, culminar su proyecto y activar la producción, que podrá recibir la prima europea durante diez años. Es cuestión de tiempo saber si la apuesta de los pensionistas daneses termina en otra promesa fallida o consigue su objetivo de ser una realidad. Andorra lo agradecería.

El comedor del restaurante La Ánfora bulle mientras se sirven sin tregua menús a 15 euros con primero, segundo, bebida, postre y café. Al terminar de comer, las cuadrillas de trabajadores y operarios se apiñan en la barra para rematar el tiempo de descanso con una copa de licor. A primera vista, nadie diría que estamos en el corazón de la España despoblada. Pero en Andorra (Teruel), antaño cabeza de comarca minera y sede de la que fue una de las últimas centrales eléctricas del país alimentadas con carbón, hace tiempo que el padrón registra más bajas que altas. En poco más de una década, un millar de personas (casi el 14%) ha buscado nuevo lugar para vivir. Hoy residen en esta localidad del sureste de Aragón poco más de 7.200 personas, y bajando.

Noticias de Comunidad Valenciana Noticias de Aragón
El redactor recomienda