¿Dónde está el protozoo? El río de Aragón que causó el peor brote de gastroenteritis en años

Desde hace casi 20 días, el municipio de Tarazona está viviendo en una constante intranquilidad. Un protozoo en el agua del río Queiles ha dejado ya más de 500 afectados por un brote de gastroenteritis, el peor de este tipo en años en toda España, y otros 10.000 habitantes con severas restricciones en el uso del agua. Además, mantiene a raya a todos los dirigentes de Salud Pública, que se afanan en segmentar el cauce para saber qué ha pasado. Y lo más importante: dónde ha pasado.

Esta situación ha llevado al alcalde de Tarazona, Pedro Antonio Jaray, a activar un dispositivo especial junto al Gobierno de Aragón, que preside Jorge Azcón, para identificar y erradicar el foco del parásito en el suministro de agua.

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Pero la crisis sanitaria no se limita a Tarazona. Los municipios vecinos de Los Fayos, Torrellas y Novallas también han reportado casos similares. Salud Pública del Ejecutivo autonómico ha extendido una advertencia a estos pueblos pidiendo que adopten medidas restrictivas en el consumo de agua, al igual que Tarazona. Varios informes consultados de la Confederación Hidrográfica del Ebro indican que esta situación afecta también a la ribera de Navarra.

Y pese a todo, el origen de la contaminación aún es una incógnita. Fuentes conocedoras del caso señalan como posible causante de la existencia del protozoo a la mala calidad del agua del embalse del Val, en Los Fayos. Se trata de una obra hidráulica que está localizada más arriba del tramo inicial del río Queiles. Estas fuentes consultadas avisan de que la presión de la industria y la ganadería entre los municipios de Ágreda y Ólvega (ambas localidades sorianas), con sus vertidos contaminantes, han degradado la calidad del agua del citado embalse, afectando al Queiles y a los arroyos que desembocan en él.

Esta crítica situación no ha sido pasada por alto por las autoridades. Precisamente, en la mañana de este viernes, grupos ecologistas han emitido una denuncia pública ante la Fiscalía para conocer todo lo sucedido durante estos días y ponen la sombra de duda en los vertidos tóxicos que durante años se están vertiendo al río Queiles.

Este exceso de vertidos ya es conocido por la Fiscalía, por el Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Ebro, los cuales han emitido informes y sanciones para ponerle fin. Son las empresas Campofrío y Distiller las que estarían en el foco de los agentes ecologistas.

El experto en Sanidad Animal de la Universidad de Zaragoza, Joaquín Quilez, asegura a este diario que la posible causa de la contaminación del río Queiles sería el arrastre de aguas residuales con el parásito tras las lluvias torrenciales de hace unas semanas, y que estaría originado en alguna instalación cerca del cauce, concretamente en la ganadería industrial. Este protozoo suele estar siempre relacionado con las heces de ganado.

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"El punto crítico es identificar qué parásito concreto es y realizar el análisis del agua para saber si sigue presente en el río Queiles. Hacer hipótesis sobre el origen es complicado a día de hoy. Mi percepción es solo una más. Hasta ahora, no se han detectado signos de vertidos no autorizados, restos de animales, alteraciones del suelo o deforestación que puedan explicar la polución del río", detalla.

Hace un año se tramitó una sanción desde la Confederación Hidrográfica del Ebro por los vertidos en el cauce del río Val, afluente del Queiles, y que provenían de la depuradora de Ágreda. El resultado de esta actuación provocó que la Fiscalía de Soria esté investigando las causas. Por el momento no hay una resolución cerrada.

La resistencia del protozoo Cryptosporidium, especialmente ante métodos tradicionales de purificación del agua como la cloración, la cual se está realizando por el Ayuntamiento de Tarazona, no produce efectos. De hecho, estas fuentes consultadas acreditan que lo más probable es que la situación se repita de manera reiterada en el entorno de Tarazona y el Moncayo. La principal estrategia para combatir el Cryptosporidium, según los expertos, debería ser la instalación ultravioleta.

El foco es y será una incógnita

La prioridad para el Ayuntamiento de Tarazona, según subraya el alcalde Jaray a este diario, es "localizar el foco" y, de este modo, proteger a la población de nuevos casos. Sin embargo, los expertos consultados de fuentes no oficiales de la Confederación Hidrográfica del Ebro no las tienen todas consigo: el foco del brote no se conocerá "con casi total seguridad".

Para conocer de dónde surge el protozoo se está segmentando el curso en su tramo alto. Concretamente, se están tomando tres muestras concretas: una a pocos metros del nacimiento del Queiles, otra en el curso del río, pasado el núcleo de Vozmediano —a unos cien o 200 metros aguas abajo— y la tercera, entre ambos puntos, todos en la provincia de Soria. Los resultados aún son desconocidos.

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El protocolo técnico consiste en que cada muestra contiene cien litros de agua. Los ooquistes de este protozoo tienen un tamaño que oscila entre tres y seis micras. Al recolectar una gran cantidad de agua, se eleva la posibilidad de identificarlo. El proceso de análisis se apoya en el método EPA1623, que incluye inicialmente un proceso de filtrado y centrifugado para concentrar la muestra.

Mientras tanto, otros ayuntamientos afectados han emitido bandos municipales para imponer restricciones en el consumo de agua. Para esclarecer la situación, se ha contactado con el Seprona y se llevan a cabo investigaciones, incluyendo el análisis de la calidad del agua. También se está colaborando con investigadores y centros de análisis de distintos lugares, incluida la Universidad de Zaragoza, en búsqueda de respuestas.

"Estamos haciendo acopio de garrafas de agua para tener previsión por si esto se alarga"

"Estamos haciendo acopio de garrafas de agua para tener previsión por si esto se alarga, pero ya son muchos días", cuenta Pedro Luis Lapuente, alcalde de Novallas. Además, según insiste, desde hace 18 días ya se han acostumbrado a seguir las recomendaciones sanitarias. "No beber agua del grifo, no cocinar con el agua del grifo, sino con agua especial, lavar las cosas con jabón…", comenta.

La contaminación del embalse del Val

El embalse de El Val es uno de los más contaminados de Europa. Así lo recogen de manera sistemática los informes elaborados por distintas organizaciones medioambientales, como Ecologistas en Acción. Su contaminación no solo se origina por los vertidos de aguas residuales desde la creación del embalse —1997— sino por la gestión inadecuada del polígono industrial de Ólvega y la depuradora de Ágreda, ambos ubicados en la provincia de Soria.

Es más, hasta el año 2010, cuando se llegó a activar la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Ágreda, los desechos eran vertidos directamente en las aguas públicas, como toda la basura tóxica del Polígono Industrial de Ólvega, creado en 2001. Desde que se erigió la presa en Los Fayos, el embalse de El Val ha servido como vertedero acuoso de residuos urbanos e industriales de la zona.

En el año 2022 se conoció el último gran caso de contaminación en el embalse del Val. La Confederación Hidrográfica del Ebro prohibió el uso del agua del embalse en la localidad de Los Fayos, y el baño en el pantano, tras constatar que el agua está contaminada. En concreto, según informó el organismo de cuenca, se detectó una floración de cianobacterias que podría contener algunas especies potencialmente tóxica para la salud.