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Macron aún no decide la inversión en 33 kilómetros de línea de tren que reabriría la vía Pau-Canfranc
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Macron aún no decide la inversión en 33 kilómetros de línea de tren que reabriría la vía Pau-Canfranc

Las regiones de Aragón y Nueva Aquitania siguen invirtiendo en modernizar la línea que une Zaragoza con Pau a través de Canfranc, pero falta la inversión principal

Foto: Javier Lambán y Alain Rousset, en un acto público a favor de la reapertura. (Cedida)
Javier Lambán y Alain Rousset, en un acto público a favor de la reapertura. (Cedida)

La reapertura de la línea de tren que unía Francia con Aragón, a través del túnel pirenaico de Somport, es una eterna promesa para los vecinos de los valles del Pirineo. Desde que descarriló un tren en 1970 en el lado francés, se ha ido invirtiendo poco a poco para mejorar el trazado, pero sin rematar la reapertura completa. En este tiempo, el Gobierno aragonés ha ido de la mano de Fomento y Adif en la ejecución de inversiones millonarias para acondicionar la línea. En la parte española, Adif ha movilizado recientemente una inversión de 144 millones de euros para modernizar la línea entre Huesca y Canfranc.

En la vertiente francesa, tres cuartos de lo mismo. Poco a poco, se ha invertido en el tramo que une Pau con Bedous, bajo la financiación de la región francesa de Nueva Aquitania y en fase de estudios parte de este trazado. Donde nunca se ha invertido o ni siquiera intentado un estudio de viabilidad ha sido en el tramo definitivo y crucial, que solo puede decidir el Ejecutivo de Macron: los 33 kilómetros que quedan desde Bedous a Canfranc, atravesando el Pirineo mediante un túnel ferroviario. Las organizaciones que reclaman la reapertura, Crefco y Creloc, insisten en que solo es cuestión de "voluntad política" por parte de París. Para lograr que el presidente Macron se moje en esta decisión capital para el Pirineo central, pretenden entregar una carta este lunes a la embajadora de Francia en el país.

Francia determina las inversiones en obras públicas mediante un mecanismo que tiene en cuenta la inversión

A falta de la decisión final, el presidente de Aquitania es un ferviente defensor de la reapertura Pau-Canfranc. El dirigente francés, Alain Rousset, reconoce que no hay tomada ninguna decisión en París respecto a la finalización del tramo ferroviario pendiente, pero confía en que el proyecto obtenga una declaración de utilidad pública que permita empezar las obras en 2026 y finalizarlas en el horizonte de 2028. Este requisito no es sencillo. Francia determina las inversiones en obras públicas mediante un mecanismo que tiene en cuenta la inversión y la población beneficiada, más allá de cuestiones políticas.

Una cuestión que genera dudas en Aragón, porque el país francés apuesta con ahínco por sus conexiones consolidadas con el norte de Europa y, en el caso de la península Ibérica, las conexiones con el País Vasco y Cataluña. Creen en la parte aragonesa que en París no se tiene como prioritaria la conexión con el Pirineo central a través de Aragón por la dificultad orográfica para la construcción y el alto presupuesto de los 33 kilómetros que quedan para reabrir por completo la extinta línea Pau-Canfranc.

La decisión de Macron

La reforma definitiva de la línea de tren que llega hasta Canfranc desde Zaragoza estará terminada en sus tramos a finales del año 2024, pero en la parte gala no se prevé empezar a corto ni a medio plazo. La única puerta abierta para que la conexión sea real entre Aragón y Francia depende de declarar de utilidad pública en Francia las obras, y con ello se podría empezar en 2026. Una de las organizaciones que reivindican la reapertura internacional de la línea ferroviaria, Crefco, quiere trasladar al presidente francés, Emmanuel Macron, que falta una decisión política mediante un acuerdo formal entre los gobiernos francés y español. Esta petición se hará mediante una carta y una concentración respaldada por representantes de Crefco y Creloc. Estas organizaciones defienden que la situación social, turística y económica ha cambiado radicalmente desde el cierre de la línea de tren en 1970.

Fuentes del Gobierno aragonés explican que la reapertura de la línea de Canfranc es una "aspiración aragonesista histórica" y que cada vez queda menos para lograr la comunicación transfronteriza entre España y Francia a través del Somport. El último respaldo dado por el Gobierno de España a la línea de tren, en su conexión entre Huesca y Canfranc, con 82 millones de euros, ha sido un espaldarazo para la mejora de la línea. Junto a ello, la sinergia entre el Gobierno aragonés y el gobierno de Nueva Aquitania es máxima en este asunto. Hace escasos días, se anunció la presentación conjunta entre ambos ejecutivos a una línea de financiación europea para el proyecto de reapertura de la línea internacional. La intención es financiar los estudios previos y el 50% de los costes de la obra.

Según cifras preliminares, el coste de la obra completa —como mínimo— estaría cerca de los 430 millones de euros

Con estas iniciativas, esperan meter presión a París para que la decisión final sobre la reapertura la tome cuanto antes. Entre tanto, es clave el papel que está jugando el presidente de Nueva Aquitania. Alain Rousset mantiene de manera insistente reuniones con miembros del Ejecutivo galo para incidir en la importancia de la reapertura. De hecho, en próximos días, se reunirá con la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, para convencerla de que el Estado invierta en este proyecto ferroviario.

La estrategia para convencer al Ejecutivo de Macron no es sencilla. Recientemente, el Ministerio de Transportes francés publicó un informe de una asesoría técnica del departamento que desaconsejaba la reapertura internacional en el corto plazo. Según cifras preliminares, el coste de la obra completa —como mínimo— estaría cerca de los 430 millones de euros. La asesoría técnica del ministerio francés asegura que no solo es necesario un informe del tráfico estimado, que estaría en cerca de 29.000 pasajeros franceses al año, sino que hará falta un estudio socioeconómico antes de tomar una decisión política.

La reapertura de la línea de tren que unía Francia con Aragón, a través del túnel pirenaico de Somport, es una eterna promesa para los vecinos de los valles del Pirineo. Desde que descarriló un tren en 1970 en el lado francés, se ha ido invirtiendo poco a poco para mejorar el trazado, pero sin rematar la reapertura completa. En este tiempo, el Gobierno aragonés ha ido de la mano de Fomento y Adif en la ejecución de inversiones millonarias para acondicionar la línea. En la parte española, Adif ha movilizado recientemente una inversión de 144 millones de euros para modernizar la línea entre Huesca y Canfranc.

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