Es noticia
La oposición andaluza no levanta el vuelo con las polémicas del Gobierno de Moreno
  1. España
  2. Andalucía
Vox también redobla la presión

La oposición andaluza no levanta el vuelo con las polémicas del Gobierno de Moreno

El presidente andaluz sortea los temblores por el fichaje fallido del exnúmero dos de la sanidad andaluza en Asisa y la relación del estadio de la Cartuja con el caso Rubiales mientras el PSOE y la izquierda elevan el tono

Foto: María Jesús Montero y Juan Espadas, en un acto en Sevilla. (Europa Press / Francisco J. Olmo)
María Jesús Montero y Juan Espadas, en un acto en Sevilla. (Europa Press / Francisco J. Olmo)

En las sesiones de control, a veces, a Juan Espadas le ocurre algo que también le pasa a Alberto Núñez Feijóo. Al líder del PSOE andaluz, como al jefe de la oposición en Madrid, a veces se les acaba el tiempo de intervención cuando se enfrentan a sus respectivos presidentes del Gobierno. Este pasado jueves, en el Parlamento andaluz, volvió a ocurrir y Juanma Moreno escapó vivo de un pleno más complicado de lo habitual. La polémica por el fichaje fallido del exnúmero dos de la sanidad andaluza por la aseguradora Asisa y el ruido que rodea a la colaboración entre la Junta con la RFEF de Luis Rubiales habían añadido voltaje al choque quincenal en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Pero el jefe del Ejecutivo andaluz parece intocable, con una mayoría absoluta que, según las encuestas, está intacta cuando se acerca el ecuador de la legislatura.

Cinco años después de llegar a San Telmo, a Juanma Moreno se le ha agotado el argumento de la herencia recibida y las polémicas a las que hace frente ya son propias, pero la oposición todavía no ha encontrado el resquicio por el que resquebrajar su sólida ventaja. La sanidad suele ser el camino más corto para intentarlo y la puerta giratoria (atascada) de Miguel Ángel Guzmán, exgerente del SAS y exviceconsejero de Salud, ha alimentado el fuego. Al estallar la polémica, avanzada por la Cadena Ser, el Gobierno andaluz quedó noqueado por un instante. Hicieron falta varios días para que un informe de la secretaría general para la Administración Pública constatase la incompatibilidad de la incorporación a Asisa, al menos hasta julio.

En el Gobierno han dado por zanjado el asunto, aunque en San Telmo se destilaba cierta incomodidad por el movimiento del exalto cargo. El ruido sobre un posible cambio en el gabinete de Juanma Moreno ha vuelto, aunque el jefe del Ejecutivo andaluz suele ser reacio a las remodelaciones. Todo ello a pesar de que hay dirigentes del PP que admiten, en privado, que hay puntos débiles en el equipo que acompaña al presidente. La lista de las elecciones europeas sería una buena salida si, finalmente, Moreno se decidiera a hacer algún retoque, pero eso es algo que solo sabe el malagueño, que es muy reservado con estos asuntos.

El barón popular navegó en la pasada legislatura no sin dificultades, algo lógico si se tiene en cuenta que presidía un Gobierno de coalición con Ciudadanos, un partido que comenzó su descomposición ya a mitad de mandato; y con la presión de Vox como socio parlamentario. Todo cambió el 19 de junio de 2022, cuando Moreno logró una mayoría absoluta inédita para el PP y que mantiene a la oposición anestesiada, por más que intenten despertarse. Los socialistas no han dado con la tecla, todavía entorpecidos por 37 años en la Junta y poco acostumbrados a hacer frente a un Ejecutivo intratable.

Foto: Toni Valero, Nuria López y Juan Espadas, líderes de IU, CCOO y el PSOE en Andalucía, este lunes en Sevilla. (Europa Press/Francisco J. Olmo)

Juan Espadas sí retocó su equipo con la idea de dar un giro a su labor de oposición y comenzar a sacar ventaja de esos errores que ya sí son achacables, en exclusiva, a la gestión popular. Pero todavía hay cierta incomprensión en algunas de las decisiones que toma el líder del PSOE andaluz, que también es el portavoz de su partido en el Senado, por lo que tiene que esforzarse para estar con un pie en cada sitio. Y no siempre le sale bien. El nombramiento del exalcalde de Sevilla en la Cámara alta no se entendió del todo en las filas socialistas, pero el político sevillano está convencido de que necesita proyección para poder competir con Moreno cuando se abran las urnas, en la primavera de 2026.

Tampoco ayuda que a nuevo secretario de Organización, Jacinto Viedma, se haya visto involucrado en la investigación sobre una falsa denuncia de compra de votos en Jaén, su provincia de origen. El número dos del partido firmó la denuncia de los socialistas solo porque era el representante legal del partido, pero es el segundo secretario de Organización nombrado por Juan Espadas, que se enfrenta a una imputación. Es cierto que no tiene visos de prosperar, ya que está aforado por su condición de parlamentario andaluz y, en cualquier caso, será el TSJA quien tenga que tomar una decisión. Además, en el PSOE aseguran que la denuncia es un caso de "lawfare" alimentado por los populares y que la denuncia de compra de votos que impulsó Julio Millán, exalcalde jiennense y candidato, era honesta.

Hace solo unas semanas, el PSOE se hizo por primera vez una foto inédita con el resto de la izquierda en la Plataforma por la Mayoría Social de Andalucía. El objetivo de San Vicente con su participación en esta alianza no es otro que mejorar la situación del espacio a su izquierda, más fragmentado que nunca, a pesar de que la alianza entre IU y Podemos en Andalucía sigue vigente, más allá de las disensiones que pueda haber. Inma Nieto, que fue la candidata de Por Andalucía y es dirigente de IU, subió hace unos días una foto con Alejandra Durán, de Podemos, y Esperanza Gómez, exlíder de Más País Andalucía, una organización que ahora se ha disuelto en Sumar.

Hay que recordar que en Andalucía la izquierda también tiene su vertiente regionalista desde que Teresa Rodríguez fundó Adelante Andalucía como una formación autónoma. Los dos diputados que tiene en el Parlamento le sirven para sacar cabeza a pesar de su debilidad electoral, pero se han quedado fuera de la entente en su convencimiento de que se trata de una reedición de la coalición que gobierna en Moncloa, entre PSOE y Sumar. Para los andalucistas, la única forma de que la comunidad salga de su atraso histórico pasa por la existencia de una formación de soberanía andaluza que defienda los intereses del territorio en Madrid, como hacen los partidos nacionalistas e independentistas en Galicia, País Vasco y Cataluña.

Y luego está el extraño papel de Vox, que practica una dureza dialéctica importante en el Parlamento, pero que ha quedado desdibujado desde que no son decisivos para Juanma Moreno. "Andalucía no es la mentira barata que usted quiere vender", le espetó Manuel Gavira, líder de la formación ultra en Andalucía, a Moreno en la sesión de control. La respuesta del presidente de la Junta fue la habitual: equiparar la oposición de Vox con la que hace la izquierda. Y ninguna es capaz de hacerle cambiar el pulso a Moreno. Hay algo que saben tanto en San Telmo como en las sedes de los partidos andaluces que le hacen frente y es que lo más probable es que el ocaso del malagueño solo puede llegar a partir de fallos propios, como esos errores no forzados que aparecen en las estadísticas de los partidos de tenis.

En las sesiones de control, a veces, a Juan Espadas le ocurre algo que también le pasa a Alberto Núñez Feijóo. Al líder del PSOE andaluz, como al jefe de la oposición en Madrid, a veces se les acaba el tiempo de intervención cuando se enfrentan a sus respectivos presidentes del Gobierno. Este pasado jueves, en el Parlamento andaluz, volvió a ocurrir y Juanma Moreno escapó vivo de un pleno más complicado de lo habitual. La polémica por el fichaje fallido del exnúmero dos de la sanidad andaluza por la aseguradora Asisa y el ruido que rodea a la colaboración entre la Junta con la RFEF de Luis Rubiales habían añadido voltaje al choque quincenal en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Pero el jefe del Ejecutivo andaluz parece intocable, con una mayoría absoluta que, según las encuestas, está intacta cuando se acerca el ecuador de la legislatura.

PSOE Juanma Moreno