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El 'traje de gitana' se transforma en 'moda flamenca de lujo' en expansión mundial
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Reconversión de un sector tradicional

El 'traje de gitana' se transforma en 'moda flamenca de lujo' en expansión mundial

La clásica prenda andaluza genera ya una potente industria textil que exporta por millones de euros a Japón y países árabes, además de reforzar la seña de identidad de Marca España

Foto: La Infanta Elena rodeada de modelos con traje de gitana en la inauguración de Simof. (Europa Press / Alejandro Wassaul)
La Infanta Elena rodeada de modelos con traje de gitana en la inauguración de Simof. (Europa Press / Alejandro Wassaul)

El sector de la moda flamenca vive uno de los mejores momentos de su historia. No solo porque se han revitalizado unas prendas que forman parte de la cultura y el folklore de Andalucía y, por extensión, de España, sino porque en apenas tres años se ha configurado una verdadera industria textil cuyo crecimiento está siendo exponencial.

En 2020, la pandemia asestó un golpe casi mortal a las empresas y trabajadores de la moda flamenca: se decretó el confinamiento justo en el momento en el que las cientos de empresas y miles de empleados del sector tenían terminada su producción para entregar a las clientas (en su inmensa mayoría femenina) que lucen sus trajes en las ferias y fiestas de primavera.

Las prendas se quedaron en los almacenes y casas de costura, que nunca cobraron aquel trabajo. Muchos confiaban en venderlos al año siguiente, pero en 2021 también se suspendieron todas las ferias de la región y la situación se convirtió en agónica.

El sector de la moda flamenca se movilizó para pedir ayudas a la Junta de Andalucía como subvenciones directas, rebaja del IVA o exoneración de impuestos. Muchos se unieron en torno a una plataforma denominada #LunarOff, que protagonizó una espectacular manifestación de flamencas vestidas de luto que caminaron por las calles de Sevilla hasta el Palacio de San Telmo.

Foto: Manifestación de #LunarOff. (EFE)

La administración regional se enfrentó entonces a un gran reto: era imposible ayudar a un sector que, en gran parte, lo conformaban casas y particulares que hacían "trajes de flamenca" de forma artesanal y como complemento a la renta familiar. Esa enorme economía sumergida se sumaba a un sector profesional muy atomizado y formado por micropymes. La plataforma #LunarOff estimaba que había unas 600 empresas de todo tipo, desde diseñadores a proveedores de tejidos, complementos, zapatos, flores, castañuelas, mantones, etc. y unos 25.000 trabajadores.

Sin embargo, tras aquella situación extraordinaria, una parte importante del sector se ha regularizado, muchas de las costureras “caseras” se han dado de alta como autónomas, y muchas de las pequeñas firmas de moda flamenca han visto que el resurgir en los dos siguientes años del sector ha sido espectacular, a juicio de los propios protagonistas.

Esta misma semana se celebran en Sevilla dos de los grandes eventos anuales del sector. El más veterano es el Salón de la Moda Flamenca (Simof), que cumple su edición número 29. Se trata de una gran feria que se celebra anualmente en el Palacio de Congresos de Sevilla (Fibes) y que organiza la agencia Doble Erre, de la conocida empresaria y modelo sevillana Raquel Revuelta.

placeholder Inauguración de Simof 2024
Inauguración de Simof 2024

Este salón recibe en cuatro días unos 50.000 visitantes, que llenan los 10.000 metros cuadrados de espacio expositivo de pasión por la moda flamenca. En este fin de semana se exhibirán más de 1.800 trajes de 72 diseñadores a través de 43 desfiles, para los que hay acreditados casi 300 medios de todo el mundo.

Este jueves, la infanta Elena y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, acudieron a la inauguración de Simof 2024, a la que no faltaron también rostros tan famosos como Eugenia Martínez de Irujo, Nieves Álvarez, el cantaor José de la Tomasa o el torero José María Manzanares, entre otros, así como numerosas autoridades, incluyendo al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz.

Apenas una semana antes se inauguraba también en Sevilla la 12ª edición de We love Flamenco, una pasarela de moda flamenca dirigida por la modelo Laura Sánchez que durante una semana ha celebrado 39 desfiles de 44 diseñadores en el emblemático Hotel Alfonso XIII de la capital andaluza.

placeholder Modelos en la pasarela We Love Flamenco en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla. (EFE  David Arjona)
Modelos en la pasarela We Love Flamenco en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla. (EFE David Arjona)

Tanto el popular Simof como el más exclusivo We love Flamenco han supuesto esta semana dos grandes escaparates de la moda flamenca y han servido de radiografía del buen momento que atraviesa el sector, no solo entre la clientela andaluza sino en su creciente interés internacional.

Hace muchos años que la moda flamenca tiene uno de sus mejores clientes internacionales en Japón, un país donde existen más de 650 academias de baile flamenco (más que en España) con unos 80.000 estudiantes.

Sin embargo, al país asiático se han sumado en los últimos años el interés de otros puntos del mundo que han conseguido asociar esta prenda popular -también llamado traje de gitana- en un artículo elegante y de lujo que ha atraído la mirada de grandes marcas internacionales.

Una de ellas fue la mundialmente conocida firma francesa Dior, que en 2022 decidió presentar su colección para ese año en la Plaza de España de Sevilla con un gran evento que sirvió de homenaje a la moda flamenca.

placeholder Desfile de Dior en la Plaza de España de Sevilla. EFE José Manuel Vidal
Desfile de Dior en la Plaza de España de Sevilla. EFE José Manuel Vidal

Aquel gran espectáculo, de proyección internacional, ha atraído aún más el interés de grandes clientes extranjeros de elevado poder adquisitivo. Es el caso de las mujeres de Emiratos Árabes y otros países de Oriente Próximo, donde han crecido muy fuerte las exportaciones en los últimos años. Varias de las diseñadoras que participan estos días en los eventos que se están celebrando en Sevilla han explicado que cada vez tienen más encargos para esos países, en los que llegan a pagar hasta 5.000 euros por unos de estos trajes, cuando la media en Andalucía suelen ser precios entre los 500 y 2.000 euros por un traje de flamenca.

Foto: Sofía Palazuelo y Fernando Fitz-James, en la Feria de Abril. (Gtres)

Tampoco faltan los encargos de cualquier punto del mundo en la casa de mantones Foronda, que acaba de cumplir 100 años y cuya tercera generación atiende cada día en inglés a los muchos clientes que llegan a su establecimiento en el centro de Sevilla, deslumbrados por el colorido y el diseño de sus bordados sobre la seda.

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Desfile de mantones de manila de Foronda. EFE Raúl Caro.

Por otra parte, también han tenido un enorme auge las ventas de los vestidos inspirados en la moda flamenca. Es decir, prendas que no son para acudir a ferias, sino trajes elegantes con claros toques andaluces, que han incorporado algunas firmas de reconocido prestigio mundial.

En cuanto al mercado regional, otro de los grandes avances de esta industria ha sido demostrar su versatilidad y multitud de formas. Cada año varían de manera extraordinaria los estilos de los (antes) tradicionales y homogeneos trajes de flamenca, de manera que cada año están de moda con más o menos volantes, con más o menos lunares o estampados, con más o menos mangas, con más o menos mantillas…

Las opciones son tan variadas como los bolsillos de los clientes, aunque finalmente todo dependerá del buen gusto a la hora de combinar los elementos de este traje con tanta historia como futuro.

El sector de la moda flamenca vive uno de los mejores momentos de su historia. No solo porque se han revitalizado unas prendas que forman parte de la cultura y el folklore de Andalucía y, por extensión, de España, sino porque en apenas tres años se ha configurado una verdadera industria textil cuyo crecimiento está siendo exponencial.

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