La pena doble que espera a un hombre que (presuntamente) tiró a su perra desde una planta 11

"Politraumatismo craneal, fractura de miembros anteriores y hemorragia interna". Estas fueron las lesiones que el veterinario reveló en la necropsia de Luna, una perrita de menos de un año de edad, mezcla de podenco y pitbull y pelo atigrado, que horas antes yacía muerta sobre el asfalto. Su responsable, un individuo de 36 años con antecedentes que supuestamente la había lanzado desde una planta 11. Un presunto delito de maltrato animal en su acepción más grave, por el que se podría enfrentar a 18 meses de cárcel. Una pena que desde el 18 de abril es el doble tras la modificación del Código Penal.

Este terrible suceso se produjo sobre las 20:00 horas del pasado 14 de septiembre en un inmueble de la avenida de Carlos Haya de Málaga. Hasta allí se desplazó una patrulla de la Policía Local a requerimiento de los vecinos. En un acceso al aparcamiento, en una especie de patio interior, los agentes hallaron el cuerpo reventado del animal.

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Los testimonios de los residentes situaron en un ático de la planta 11 el punto desde el que el cachorro fue lanzado. Inmueble en el que las fuerzas de seguridad habían estado en varias ocasiones por distintos episodios. La propietaria explicó que la persona que arrojó a la perra —supuestamente— había sido su hijo, A.A.V., de 36 años, quien le había enviado un mensaje de Whatsapp reconociendo los hechos, señalaron las fuentes consultadas.

Las indagaciones del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) en torno a este presunto delito de maltrato animal revelaron que otros dos canes responsabilidad del sospechoso constaban como dados de baja por muerte. Y que la madre era la que constaba como propietaria de Luna porque él no podía registrarla al tener antecedentes y ser un ejemplar considerado perro potencialmente peligroso (PPP).

Las pesquisas revelaron que otros dos canes responsabilidad del sospechoso constaban como dados de baja por muerte

A.A.V. está siendo investigado por unos actos que en la actualidad suponen el doble de pena de cárcel que antes de la modificación del Código Penal que entró en vigor el pasado 18 de abril. La Ley Orgánica que lo reforma establece una horquilla de 12 a 24 meses de prisión para quien cause al animal lesiones con resultado de muerte. La pena que se impondrá a partir de su mitad superior —18 meses— cuando concurran, como podría ser el caso, las agravantes de ensañamiento o ser el propietario o responsable del animal.

Antes de este nuevo marco legal, los hechos relatados oscilarían entre los 6 y 18 meses de cárcel; pero al ser un episodio muy grave, el mínimo sería de 9 meses. Es decir, la mitad de lo que le podrían imponerle tras la reforma de la ley.

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La condena, en caso de producirse, llevaría implícita la inhabilitación especial de dos a cuatro años para el "ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para su tenencia".