Cádiz se ha gastado 70 millones en su estadio y ahora el club quiere abandonarlo

El nuevo Estadio Carranza, ahora Nuevo Mirandilla, fue uno de los grandes proyectos del Cádiz de Teófila Martínez, la alcaldesa del PP que llegó a ser la candidata más votada de toda España. Hasta 70 millones de euros de inversión entre el ayuntamiento y la Zona Franca para dotar a un equipo de fútbol habituado a jugar en la segunda o tercera categoría del fútbol español de unas instalaciones de Primera División. Once años después de su estreno oficial, el club quiere abandonarlo y amenaza con dejar la ciudad.

El Cádiz CF afronta su cuarta temporada consecutiva en la máxima categoría y se ha cansado de las instalaciones públicas, donde apenas obtiene beneficios. El estadio tiene capacidad para acoger a unas 21.000 personas y hay listas de espera para abonarse al equipo, por lo que la actual directiva del club ha lanzado un órdago: quiere abandonarlo y contar con espacio para construir uno nuevo. Y si no, tendrá que buscar suelos fuera de la ciudad, en localidades del entorno, pese al varapalo que supondría para muchos aficionados.

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"Me quiero parecer a esos presidentes del Barcelona, Sevilla, Betis, Real Madrid o Athletic que tienen ganas de crecer y crear puestos de trabajo en esta industria y en nuestro caso en una zona donde se pierden puestos de trabajo", expuso Manuel Vizcaíno, máximo mandatario del club, en una entrevista con Diario de Cádiz. En las páginas del periódico local volvió a la carga tras unos meses de tregua con una idea que indigna a quienes vieron crecer el estadio con dinero público. Ningún papel le obliga a quedarse ahora que las cosas van bien.

Cádiz capital cuenta, además, con la dificultad añadida de la falta de suelo. Apenas hay zonas de expansión en la ciudad, donde el problema de la vivienda expulsa a un millar de gaditanos cada año y las pocas promociones que se construyen se venden en unas horas. Una promotora sevillana ingresó recientemente 17 millones de euros tras vender 51 pisos en apenas nueve horas pese a que el más barato costaba 180.000 euros. Encontrar espacio para construir un nuevo estadio en el término municipal sería prácticamente imposible, aunque el club insista. Y pondría incluso a los más futboleros en contra del ayuntamiento. "Con el espacio que tiene Cádiz, es un sitio perfecto para cubrir otras necesidades", sugirió el presidente del club en la entrevista.

El ayuntamiento aún tiene que recuperar el dinero invertido en la obra del estadio

Además, la marcha del club dejaría vacío un espacio donde a día de hoy sigue recuperándose la inversión municipal. Pese a la falta de vivienda en la ciudad, demoler el estadio supondría acabar con el proyecto de autofinanciación 11 años después de su estreno. El ayuntamiento construyó bajo el estadio dependencias judiciales, locales comerciales y aparcamientos que se alquilan a administraciones, supermercados e incluso a un hospital privado. El objetivo era que, con el paso de los años, se pudiera recuperar el dinero invertido en el proyecto.

El alcalde de la ciudad, Bruno García, tuvo que comparecer ante el revuelo generado por la polémica. Su intención es "anteponer" los objetivos de "generar empleo, economía, industria sostenible, vivienda y espacio sanitario". "La capacidad de generar todas esas oportunidades no es negociable frente a un estadio de fútbol", expuso ante los medios, a los que trasladó que, aunque "entiende" el afán de crecimiento del club, "ese no es nuestro objetivo". Ningún alcalde podría asumir dos estadios de fútbol en una ciudad sin espacio para crecer.

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El Cádiz CF pasó años en Segunda B y no desapareció porque fue salvado por el ayuntamiento, aunque la actual directiva prefiere borrar el pasado. "El club ha vivido subvencionado, pero eso ya es historia. No queremos dinero público, solo pedimos que nos dejen hacer bueno nuestro dinero, que es lo que pretendemos", expuso el presidente de la entidad.

El club ya tiene unos terrenos en la antigua fábrica de Delphi, en Puerto Real, aunque hay abierto un litigio con la Autoridad Portuaria, que también los reclama. Allí pretende invertir, gracias al programa LaLiga Impulso, 100 millones de euros en un centro de innovación tecnológica e industria deportiva. Como con el nuevo estadio, promete crear cientos de empleos en la provincia donde más se necesitan.