Plomo y sangre en La Palmilla: violenta guerra de clanes por una pelea entre mujeres

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho vehículos de la Policía Nacional. Como una columna de tanques. Con las sirenas y las luces de emergencia imponiéndose en la noche. Adentrándose en la conflictiva barriada malagueña de La Palmilla, mientras los vecinos se asoman desde las plantas superiores de los edificios y graban una escena que en los últimos días se les ha vuelto muy familiar. No porque la presencia de las patrullas les sea ajena —en el barrio hay una comisaría—, sino por el motivo que justifica el despliegue: una sucesión de tiroteos que presuntamente mantienen dos clanes familiares de la zona que está generando alarma social. Una guerra entre Los Puitas y Los Esquinados que ha llevado a una persona al hospital y cuyo origen se sitúa en algo tan pueril como una discusión entre dos mujeres.

El último incidente grave conocido —del que han quedado varias grabaciones como testigos audiovisuales— se produjo la tarde del lunes 23 de enero. En torno a las 17:00 horas, Emergencias 112 recibía varias llamadas que alertaban de numerosos disparos que se extendían por las calles Guadalbullón, Guadalén y Deva y que motivaron la intervención de efectivos policiales y sanitarios. Dos horas más tarde, nuevas comunicaciones informaban de más detonaciones en la última de las vías.

Como suele ocurrir cuando pasa un episodio así, los agentes no encontraron a nadie en el lugar, y menos aún algún testigo que ayudase a identificar a los presuntos autores, que dejaron en el suelo un puñado de vainas consecuencia del tiroteo. El objetivo prioritario de los proyectiles, según detallaron fuentes policiales consultadas por El Confidencial, fue "una pared", y otros se realizaron "al aire", lo que pone de relieve que estos tiroteos son más una exhibición de fuerza que un intento de herir al rival.

Esta circunstancia, no obstante, no tranquiliza a los residentes de La Palmilla, que aún recuerdan la trágica muerte violenta de Mateo, un vecino de 74 años al que un proyectil de gran calibre le atravesó el pecho cuando se encontraba en su vivienda. La investigación reveló que el disparo mortal se produjo durante un enfrentamiento entre Los Puercos y Los Charros, otros dos clanes de la zona que mantienen disputas desde hace años. Una bala perdida también segó la vida de Yolanda G.M., una madre de 32 años que falleció en 2008 cuando regresaba de hacer la compra. En su caso, quien apretó el gatillo fue un individuo que discutía con otro por la compraventa de un coche.

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EC/Agencias

El Plan Comunitario Palma Palmilla Proyecto Hogar señaló en un comunicado que, desde Navidad, "se han producido varios altercados y enfrentamientos que han minado la tranquilidad del barrio", y detallaba que, "a pesar de que no hay víctimas personales, la preocupación vecinal es muy alta". Por eso, exigió a las autoridades que adopten "medidas contundentes" para recuperar la normalidad, ya que la gran mayoría de los vecinos "son pacíficos", "se esfuerzan por superar sus problemas" y "no son cómplices ni participe de estos hechos".

Los individuos implicados en los últimos tiroteos supuestamente pertenecen a los clanes Los Puitas y Los Esquinados, dos familias asentadas en la barriada que en el pasado han sido objeto de diversas investigaciones policiales por tráfico de drogas. Fuentes próximas al caso explicaron que el origen de la disputa estaría en la fuerte discusión que en supuestamente mantuvieron en la vía pública dos mujeres de ambos grupos. "El marido de la que pertenecía a Los Esquinados se metió a separar y eso parece que sentó mal a Los Puitas, que —presuntamente— se tomaron la justicia por su mano".

En la barriada hay activados dispositivos para evitar que se reproduzcan los enfrentamientos

La afrenta supuestamente se la cobraron en forma de apuñalamiento y la víctima fue el hombre que medió en la disputa. Este recibió al menos un navajazo que obligó a su ingreso en un centro hospitalario de Málaga capital y avivó el enfrentamiento entre los clanes. El punto álgido de esta guerra se produjo el enésimo enfrentamiento armado que se escuchó en toda La Palmilla.

En una de las grabaciones a las que ha tenido acceso este periódico se captó el ruido del fuego cruzado. Se oyen al menos una decena de disparos que generan un gran ruido y en los momentos en los que no se aprieta el gatillo se percibe en la lejanía los gritos de las personas que participan en el tiroteo.

Las citadas fuentes señalaron que algunos de los implicados estarían ya identificados y se trabaja en su localización y detención. Una labor a la que se enfrentan con poca colaboración en la barriada, que aplica la ley del silencio cuando ocurre un episodio así. Efectivos de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría Provincial de Málaga llevan realizando distintos dispositivos en la zona para tratar de controlar la situación y evitar que se reproduzcan las escaramuzas con armas.