'Trucos' fotográficos y ventas ilegales: el 'negocio' de un Osborne con caballos del narco

El método era tan burdo, que resulta difícil creer que no pensara que en algún momento lo iban a descubrir. F.O.D., un empresario ecuestre jerezano supuestamente vinculado a la familia Osborne, está siendo investigado por la Guardia Civil por apropiación indebida y estafa en la venta de 14 caballos pura raza española que formaban parte de una yeguada de 38 propiedad de un presunto narco y que le fue intervenida en una operación antidroga. El Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional entregó todos los ejemplares a esta persona como depositario judicial con el compromiso de alimentarlos correctamente y prestarles los necesarios cuidados veterinarios. Estos gastos se le reembolsarían cuando se subastasen los animales, pero presuntamente no atendió correctamente a los equinos con el fin de ingresar el dinero de la manutención, señalaron fuentes cercanas al caso, que apuntaron que posteriormente trató de vender un lote ilegalmente.

Las fuentes consultadas por El Confidencial explicaron que el investigado se encontraba al frente de una sociedad limitada cuya actividad es la equitación. La misma estuvo presuntamente relacionada con la gestión de la escuela municipal ecuestre de Chapín, que abandonó en diciembre de 2020 tras una compleja relación con el Ayuntamiento de Jerez. El consistorio, entre otras cuestiones, reclamaba una deuda de 180.000 euros en concepto de luz.

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Las informaciones recabadas por los agentes apuntan a que los caballos del narcotraficante, que estando en depósito judicial debían ser bien cuidados para obtener el mayor beneficio con sus ventas, y sufragar con ese dinero posibles responsabilidades civiles, supuestamente se llegaron a emplear para las actividades de la empresa.

Los animales quedaron bajo la atención de F.O.D. después de que fuesen intervenidos a J.T.V., una persona a quien las investigaciones policiales relacionan con el narcotráfico y que disponía de 38 ejemplares en una dehesa ubicada en el municipio de Castellar de la Frontera (Cádiz). La mayoría de los ejemplares era de pura raza española, aunque también se documentó algún angloárabe, y según declaró el propio narco —al que se investiga por delitos contra la salud pública y blanqueo de capitales— el valor de alguno de ellos alcanzaba los 36.000 euros. Otros, por ejemplo, costaron 15.000.

Algunos de los 38 ejemplares incautados al presunto narco estaban valorados en 36.000 €

La investigación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) del Instituto Armado en Jerez se inició tras recibir requerimiento de la autoridad judicial para esclarecer el modo en que se habría producido la subasta de los 38 caballos intervenidos. Las pesquisas de los guardias civiles permitieron conocer que la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos (ORGA), a través de un mandamiento, entregó los animales para su cuidado y venta por lotes a la citada empresa jerezana como “depositaria de los equinos hasta su subasta, con el fin de garantizar una parte del pago que se desprendía del procedimiento judicial abierto por narcotráfico y blanqueo”.

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El citado cuerpo precisó que, para ejecutar la orden judicial, se realizaron cuatro ventas por lotes de 36 animales, ya que uno de ellos fue adjudicado al escuadrón de caballería de la Policía Nacional y otro de los animales falleció mientras estaba bajo los cuidados del depositario.

Fotos antiguas

Las subastas se realizaron mediante la difusión de fotografías de los animales, para lo que el investigado utilizó las realizadas cuando le fueron entregados en depósito, momento en que estaban bien atendidos. Este estado no tenía “nada que ver” con el que presentaban cuando se dieron a sus nuevos dueños, que además tenían que hacer frente al pago de los gastos de manutención y cuidados de los mismos en las instalaciones del depositario. “Eran sacos de hueso”, definieron las fuentes consultadas, que explicaron que el investigado presuntamente pretendía percibir dinero por unos cuidados no prestados.

Tal era su abandono de los caballos, que uno de los nuevos propietarios renunció a llevarse los 14 animales por los que había pujado y pagado, ya que su estado no se correspondía en absoluto con el que se le había mostrado en imágenes. Fue esta persona quien comunicó al juzgado lo sucedido y dio pie al inicio de la investigación.

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A pesar de haber abonado el precio de subasta y el importe de la manutención de los animales, el depositario de los mismos supuestamente continuó utilizándolos en su centro de hípica, a la vez que los ponía de nuevo a la venta sin comunicar a los compradores que dicha transacción era totalmente ilícita y que no poseía título de propiedad alguno que permitiese la transacción.

Los agentes inspeccionaron durante el transcurso de este caso un total de 12 explotaciones ecuestres, distribuidas en demarcaciones de las comandancias de Cádiz —siete—, Algeciras —dos— y Sevilla, Jaén y Girona —una por provincia—. Para ello se contó con el apoyo de unidades del Seprona de Andújar y Figueres, puntos donde se localizaron los 14 animales vendidos de manera ilegal.

La investigación determinará si de los actos del empresario ecuestre se derivan nuevos cargos

Se da la circunstancia de que uno de los ejemplares ha sido trasladado a Bélgica y se tendrá que decidir si se solicita o no su devolución.

F.O.D. es investigado como presunto autor de los delitos de apropiación indebida y de estafa, sin perjuicio de que tras el procedimiento judicial se puedan desvelar otros delitos como el de falsedad en documento público y contra la Administración de la Justicia.