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La amazona Victoria Federica: sin federar, yegua polémica y el caballo favorito de su madre
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La amazona Victoria Federica: sin federar, yegua polémica y el caballo favorito de su madre

La joven, tras dedicarse unos años a concursar en la modalidad de salto de obstáculos con buenos resultados, aparentemente ha 'colgado las botas'

Foto: La infanta Elena y Victoria Federica. (Getty)
La infanta Elena y Victoria Federica. (Getty)

Victoria Federica, la hija pequeña de Jaime de Marichalar y doña Elena de Borbón, compartía hasta hace poco la pasión por los caballos con su madre. Tanto ella como su hermano Froilán crecieron acompañando y animando a doña Elena en los concursos hípicos en los que participaba cuando ellos eran niños. Hace tiempo de esas fotos que todos visualizamos de la Infanta, haciendo arrumacos a sus pequeños en los descansos o paseándoles agarrando a algún caballo tranquilo de la mano. Ese primer contacto con los caballos sirvió para que Victoria se empapara de las enseñanzas de su madre y se convirtiera en amazona con el paso de tiempo.

De todos es conocida la gran afición que la hija mayor de los Reyes eméritos siente por la equitación desde que era muy joven. Si bien en el caso de doña Elena ha tenido continuidad en el tiempo, no es así en el caso de su hija, Victoria. La joven, tras dedicarse unos años a concursar en la modalidad de salto de obstáculos con buenos resultados, aparentemente ha ‘colgado las botas’, por lo menos en lo que a competición se refiere. Victoria no está federada este año, de lo que puede deducirse que no planea participar en ningún concurso. El último en el que participó fue en septiembre de 2017, un CSN* en Guadalajara con obstáculos de 1.10m en el que se declaró campeona a lomos de su yegua Dibelunga. Desde entonces, ha desaparecido misteriosamente de la competición hípica.

placeholder La infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. (EFE)
La infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. (EFE)

Una yegua investigada

Dibelunga, la yegua de Victoria, es un ejemplar nacido en 2008 que cuenta actualmente con 12 años y que fue adquirida en Maihorses en el año 2015. Esta empresa dedicada al comercio de caballos de deporte habla de la sobrina del Rey y su ejemplar en su página web: “Dibelunga es una yegua cruzada con un carácter increíble. Fue la primera yegua de Victoria y con ella empezó a saltar más en serio y a competir con éxito en pruebas de 1.10m”. Texto que aparece acompañado de una fotografía de amazona y yegua. “Entre ellas siempre ha existido una compenetración y confianza especial. Un binomio 10”, añaden.

Zarzuela declaró en el momento de la compra que la había efectuado doña Elena y no se pronunció más, alegando que Victoria era en esos momentos menor de edad. Actualmente se investiga si ese dinero provenía del mexicano Allen Sanginés-Krause, tal y como sospecha la Fiscalía del Tribunal Supremo.

Un caballo especial para doña Elena

Doña Elena, por su parte, ha tenido por lo menos una docena de caballos a lo largo de su vida: Ariel, Egeo, Air Ticket, Relax de Bouchat, Mixton V… Pero todo jinete o amazona atesora un caballo que le marca, y ese, en el caso de doña Elena, es Qant. Actualmente tiene 16 años pero se mantiene en plena forma gracias a su fortaleza y a los excelentes cuidados que le brindan en Zarzuela, donde reside. Hijo de Imperial d’Herbiers y Leredia, es un silla francés criado por Birgit Goulet. Alguien asiduo a los circuitos hípicos afirma: “Es sin duda el ojo derecho de doña Elena. Era habitual verla acariciándole y premiándole. Hay mucha complicidad entre ellos. Es un gran caballo y, aunque ha tenido algunos más potentes, ese siempre ha sido su preferido”. Juntos han cosechado éxitos como en el Campeonato de España Amateur de 2017, donde ganaron una prueba y quedaron segundos en la clasificación general, una de las últimas apariciones públicas a caballo de doña Elena.

placeholder La infanta Elena, junto a su caballo Qant. (EFE)
La infanta Elena, junto a su caballo Qant. (EFE)

Pocos son los jinetes que han podido montar a Qant. Doña Elena solo permite que concurse con él su entrenador (cuando tiene). Muy a su pesar, siempre se la ha relacionado sentimentalmente con sus profesores de equitación, ya que todos ellos han pasado a ser amigos íntimos de la hija mayor de don Juan Carlos y doña Sofía. Además tiene grandes amigos en el mundo ecuestre como el jinete Luis Astolfi, con quien, cíclicamente, la prensa suele emparejarla también. Manuel Malta da Costa fue uno de sus instructores, a quien no olvidará jamás ya que fue él quien le recomendó comprar a su adorado Qant. Santiago Pérez de Seoane, teniente coronel de la Guardia Real, fue otro de sus profesores, quien falleció en accidente de circulación en 2001. Juan Queipo de Llano o el reciente Felipe Zuleta también han sido instructores de doña Elena.

Criadora de caballos

Además de una respetable amazona, doña Elena también ha sido criadora de caballos. Con sus yeguas Escale du Castel, Ema y Goyesca, ha criado varios potros campeones. Jordano EB (siglas de Elena de Borbón), hijo de Ema, nació en 2011 y está considerado un firme sucesor de Qant, al que previsiblemente tan solo le quedan un par de años en competición. Se trata de un caballo alazán que ha destacado en los concursos morfológicos por su espectacular belleza. Otros de sus potros han sido Mia EB, que nació en 2013 y ya es un destacado caballo de competición, y Greco EB, que vino al mundo en 2014.

Actualmente, ella misma se hace cargo de los gastos de sus caballos, tales como mozo, herrador, comida y veterinario. Están instalados en Zarzuela, donde don Juan Carlos mandó construir cuadras y una pista de salto de obstáculos en 1887 para que su hija predilecta pudiera practicar en casa su deporte favorito.

Victoria Federica, la hija pequeña de Jaime de Marichalar y doña Elena de Borbón, compartía hasta hace poco la pasión por los caballos con su madre. Tanto ella como su hermano Froilán crecieron acompañando y animando a doña Elena en los concursos hípicos en los que participaba cuando ellos eran niños. Hace tiempo de esas fotos que todos visualizamos de la Infanta, haciendo arrumacos a sus pequeños en los descansos o paseándoles agarrando a algún caballo tranquilo de la mano. Ese primer contacto con los caballos sirvió para que Victoria se empapara de las enseñanzas de su madre y se convirtiera en amazona con el paso de tiempo.

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