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El escándalo crece en Zarzuela: la yegua de Victoria Federica se investiga por blanqueo
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fue pagada por un empresario mexicano

El escándalo crece en Zarzuela: la yegua de Victoria Federica se investiga por blanqueo

Los investigadores sospechan que tanto el animal como su mantenimiento fueron pagados con el dinero que el millonario entregó al rey a través de un coronel del Ejército del Aire que hacía de testaferro

Foto: A la derecha, Victoria Federica, montando a la yegua presuntamente pagada por el empresario mexicano, junto a su madre la infanta Elena. (Gtres)
A la derecha, Victoria Federica, montando a la yegua presuntamente pagada por el empresario mexicano, junto a su madre la infanta Elena. (Gtres)

La prensa del corazón se hizo eco en 2016 del estreno en los circuitos hípicos de Victoria Federica de Marichalar y Borbón. La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar debutó como amazona a lomos de una yegua recién adquirida, supuestamente por sus padres, y llamada Dibelunga. Sin embargo, las diligencias en torno al rey Juan Carlos iniciadas hace un año por la Fiscalía Anticorrupción y asumidas esta semana por los fiscales del Tribunal Supremo revelan que el animal y los gastos relacionados con su mantenimiento habrían sido sufragados durante años por el industrial mexicano Allen Sanginés-Krause, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al caso.

La yegua fue adquirida en 2015 a la cuadra española Maihorses, especializada en el comercio de caballos. El animal estuvo a la venta en su página web por un precio superior a los 10.000 euros. El anuncio destacaba su capacidad para ser utilizada para el aprendizaje en saltos. "Experiencia con niños y un carácter increíble", rezaba el mensaje. La descripción y las fotos debieron de convencer a la infanta Elena, que buscaba una yegua para introducir a su hija Victoria Federica en el mundo de la hípica. Solo unos meses después de comprarla, la nieta del rey Juan Carlos comenzó a participar en competiciones de salto por toda España a lomos de Dibelunga. Hay decenas de imágenes en concursos de Sevilla y Guadalajara, por ejemplo. Además de por Victoria Federica, la yegua también habría sido montada por la infanta Elena.

placeholder Victoria Federica montando la yegua Dibelunga, pagada por el empresario mexicano. (Gtres)
Victoria Federica montando la yegua Dibelunga, pagada por el empresario mexicano. (Gtres)

Zarzuela aseguró entonces que Dibelunga había sido adquirida por la infanta Elena pero se negó a dar más explicaciones alegando que, en ese momento, Victoria Federica era menor de edad. Pero la Fiscalía del Tribunal Supremo maneja ahora pruebas de que la compra de la yegua y otras cuantiosas facturas relacionadas con el adiestramiento y manutención del animal fueron pagadas por la Casa Real con dinero del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.

Como adelantó este diario, este industrial, antiguo directivo de Goldman Sachs y propietario de una de las mayores fortunas de México, está en el foco del procedimiento por haber costeado supuestamente de manera irregular decenas de gastos de Juan Carlos I, como tratamientos médicos, vuelos, estancias en hoteles y restaurantes. Pero la yegua probaría que los fondos de Sanginés-Krause también fueron disfrutados por otros miembros de la familia del rey

Ni los pagos ni el disfrute de los propios fondos transferidos por el empresario mexicano fueron declarados a la Agencia Tributaria por el monarca ni el resto de los supuestos beneficiarios del dinero, según ha podido confirmar El Confidencial. Las diligencias también habrían acreditado que Juan Carlos I y su entorno utilizaron un testaferro para tratar de ocultar la recepción del dinero de Sanginés-Krause. Se trataría de un coronel del Ejército del Aire y trabaja en Zarzuela como ayudante de campo. Las alarmas saltaron al comprobar que este funcionario estaba efectuando desembolsos como los de la yegua que no se correspondían con su teórico poder adquisitivo.

placeholder Victoria Federica en una competición con la yegua Dibelunga. (Gtres)
Victoria Federica en una competición con la yegua Dibelunga. (Gtres)

Las transacciones en torno a la yegua habrían arrancado en 2015. La fecha es importante porque los hechos se habrían producido tras la abdicación del monarca en 2014. A partir de ese momento, dejó de ser inviolable y podría ser acusado, por tanto, de posibles delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública. No obstante, para que los pagos que percibió del industrial alemán puedan ser perseguidos por la vía penal tendrían que superar una cuota no declarada de 120.000 euros en alguno de los ejercicios analizados, de 2015 a 2018.

Viajes a Irlanda y las islas griegas

Como ejemplo, otros de los gastos que centran la atención de la Fiscalía son una serie de viajes que realizó el emérito durante el verano de 2017 con su pareja Marta Gayá. En los meses estivales Juan Carlos I acudió con todos los gastos pagados a la celebración del 60 cumpleaños del propio Sanginés-Krause en un castillo de Irlanda. Semanas más tarde emprendió un crucero por las islas griegas en compañía del empresario y la mujer de este. Los pagos, sin embargo, se remontan al menos a 2015 cuando —como ha publicado este diario— el industrial ya abonaba estancias del emérito en hoteles de lujo.

La investigación sobre estos fondos opacos se suma a otras dos diligencias que mantiene abiertas la Fiscalía. Como se supo este viernes, las investigaciones que afectan al emérito son ya tres. La primera de ellas, vinculada con el AVE a La Meca, se acerca a un próximo archivo al considerar el equipo fiscal que los hechos, pese a ser evidentemente irregulares, quedan amparados por la inviolabilidad del monarca. La segunda se anunció este mismo viernes para evitar "filtraciones interesadas" y pone una vez más el foco en el Rey emérito. Su estado es aún tan embrionario que todavía no se ha incoado el correspondiente procedimiento y los indicios parten de un informe enviado por el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) con información sobre un trust de la isla de Jersey que habría sido utilizado por el exj efe del Estado para esconder unos 10 millones de euros.

La prensa del corazón se hizo eco en 2016 del estreno en los circuitos hípicos de Victoria Federica de Marichalar y Borbón. La hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar debutó como amazona a lomos de una yegua recién adquirida, supuestamente por sus padres, y llamada Dibelunga. Sin embargo, las diligencias en torno al rey Juan Carlos iniciadas hace un año por la Fiscalía Anticorrupción y asumidas esta semana por los fiscales del Tribunal Supremo revelan que el animal y los gastos relacionados con su mantenimiento habrían sido sufragados durante años por el industrial mexicano Allen Sanginés-Krause, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas al caso.

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