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Sevilla resucita el debate de la tasa turística con la esperanza de que la Junta apruebe el tributo
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INGRESARÍA MÁS DE 7 MILLONES AL AÑO

Sevilla resucita el debate de la tasa turística con la esperanza de que la Junta apruebe el tributo

El Gobierno del POSE se agarra al resquicio abierto en Málaga, donde el PP respaldó que sea cada Ayuntamiento el que decida o no implantar la medida. El Gobierno regional tendría que aprobar una norma de carácter autonómico

Foto: Un grupo de turistas en la Plaza de España de Sevilla. (EFE/José Manuel Vidal)
Un grupo de turistas en la Plaza de España de Sevilla. (EFE/José Manuel Vidal)

El Gobierno municipal del PSOE en Sevilla ha resucitado esta semana el debate de la tasa turística, una medida que abanderó en Andalucía hace ahora seis años y que, al margen de la voluntad política del Ayuntamiento, requiere de un marco legislativo que permita su aplicación, pues no es un tributo que figure en la Ley de Haciendas Locales. El ahora alcalde, Antonio Muñoz, fue el primero en agarrar con valentía una propuesta que ni siquiera contaba con la aprobación del PSOE, que entonces presidía la Junta de Andalucía y se opuso, ni tampoco del PP en la oposición. No obstante, con el convencimiento de que esta figura es una buena solución para compensar la huella que tiene esta actividad en la prestación de servicios públicos municipales, los socialistas reavivan de nuevo el debate con la defensa de un mecanismo que podría permitir a la ciudad ingresar un mínimo de más de siete millones de euros al año, según las estimaciones más básicas.

Foto: Turistas en el centro de Málaga. (EFE/Daniel Pérez)

El grupo del PSOE ha registrado esta semana una propuesta para su debate en el pleno municipal con la que intentan sumar las adhesiones de los otros grupos políticos para liderar, en primera instancia, un proceso participativo con distintos agentes sociales implicados en el sector y ver cómo se podría aplicar la tasa turística tanto a hoteles como a viviendas turísticas. En total, la ciudad suma en estos momentos más de 60.000 plazas de alojamientos.

El segundo paso es propiciar el marco legislativo necesario para su aplicación y eso puede llegar por dos vías: autonómica, a través de una ley propia, o nacional, mediante una reforma que ya fue apuntada por el Ministerio de Hacienda justo antes de la pandemia. Así, la propuesta insta a la Junta de Andalucía a que analice de la mano de la FAMP y de los agentes turísticos la puesta en marcha de un marco legislativo autonómico bajo el que se puedan establecer instrumentos fiscales potestativos, que como ciudad permitan a Sevilla implementar “mecanismos de fiscalidad turística que grave las pernoctaciones tanto en establecimientos hoteleros como en viviendas y apartamentos turísticos”. El Gobierno de PP y Ciudadanos repudió la tasa a primeros de año, asegurando que no estaba “ni en el debate” y rechazando de plano una medida que asumía en ese momento en Valencia la izquierda, la misma que la plantea en Sevilla y en Málaga. Y anteriormente, el Gobierno de Susana Díaz mostró también una oposición tajante.

Foto: Foto: EFE/Daniel Pérez.

Igualmente, el PSOE plantea ahora instar al Gobierno central a analizar junto a la FEMP el estudio de la modificación del Real Decreto Legislativo 2/2004, de 5 de marzo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales con el mismo objeto. La ministra María Jesús Montero pidió ya hace unos años un dictamen a expertos sobre la fiscalidad en España y en un apartado se recomendó la fiscalidad turística, según recuerda Antonio Muñoz en referencia a la única ventana que se ha abierto hasta ahora.

Con el viento a favor

Sevilla reivindica ahora la tasa turística porque considera que el momento de recuperación que experimenta el sector tras el parón de la pandemia es oportuno. En el primer semestre del año la capital ha registrado más de 2,5 millones de pernoctaciones y las expectativas para el verano, a pesar de ser temporada baja, son buenas. “Es necesario hacer cómplices al sector turístico en la financiación de los servicios públicos con objeto de en primer lugar seguir permitiendo compaginar una oferta turística de calidad con la adecuada prestación de servicios en el conjunto de la ciudad. Y, en segundo lugar, interiorizar los beneficios de la actividad turística también como fuente de impulso para la necesaria transformación continua de nuestra ciudad para hacer de esta una urbe más sostenible y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, apunta la propuesta que se elevará al pleno municipal.

Foto: Turistas en Roma. (EFE)

También hay una razón política para abrir ahora esta reflexión. El Gobierno municipal del PSOE quiso evitarlo en plena campaña de las elecciones autonómicas, pero, ahora que ciudades como Málaga, donde el PP ha respaldado que cada Ayuntamiento tenga potestad para decidir implantarla, marcando de alguna forma el camino a la Junta de Andalucía, Sevilla no quiere abandonar una causa que ha liderado en los últimos años a pesar del rechazo de algunos sectores dentro del turismo, como los hoteleros, y de la oposición, a la que tiene ahora que convencer para que cambie de opinión, como ha ocurrido en la capital de la Costa del Sol.

Según fuentes municipales, este instrumento tributario tendría un carácter progresivo

Desde el equipo de Gobierno se ha venido insistiendo en los últimos años en la posibilidad que ofrece esta tasa de incrementar los recursos destinados a la promoción de Sevilla como tercer destino urbano de España y también la protección del patrimonio histórico cultural de la ciudad. Frente a quienes apuntan que podría ser un elemento disuasorio para reducir el turismo en la capital, el PSOE esgrime un estudio realizado en 2018, en pleno auge del sector, y que reveló que al 58% de los turistas encuestados no le importaría pagar entre 0,50 y 2 euros; además el 75% de los encuestados volvería a visitar de nuevo Sevilla, con o sin tributos turísticos por pernoctación.

Según explican fuentes municipales, este instrumento tendría un carácter progresivo, tasando de diferente forma los alojamientos más básicos en relación con los establecimientos de lujo que harían un mayor esfuerzo. Esfuerzo que en ningún caso superaría el par de euros por noche.

Esta herramienta tributaria no es nueva, sino que se ha aplicado en los últimos 30 años en distintas ciudades europeas. En concreto, en París, entre otras urbes francesas, Lisboa, Oporto, Berlín, Roma, Milán, Florencia, Venecia, Ámsterdam, Viena, Praga o Bruselas. Y también en otros continentes y hay ejemplos en Nueva York y ciudades de Marruecos, Malasia, Filipinas, Tanzania, México o Cuba, por citar algunos destinos. En España ya se encuentra en aplicación en Cataluña y en las Islas Baleares, a través de leyes autonómicas; en la Comunidad Valenciana podría empezar la semana que viene su trámite y en San Sebastián está en estudio su aplicación. “En todos estos ejemplos la implementación de mecanismos de fiscalidad turística ha sido perfectamente compatible con la actividad económica ligada al turismo y en especial con el crecimiento continuado de ésta”, apuntan fuentes del Gobierno municipal.

El Gobierno municipal del PSOE en Sevilla ha resucitado esta semana el debate de la tasa turística, una medida que abanderó en Andalucía hace ahora seis años y que, al margen de la voluntad política del Ayuntamiento, requiere de un marco legislativo que permita su aplicación, pues no es un tributo que figure en la Ley de Haciendas Locales. El ahora alcalde, Antonio Muñoz, fue el primero en agarrar con valentía una propuesta que ni siquiera contaba con la aprobación del PSOE, que entonces presidía la Junta de Andalucía y se opuso, ni tampoco del PP en la oposición. No obstante, con el convencimiento de que esta figura es una buena solución para compensar la huella que tiene esta actividad en la prestación de servicios públicos municipales, los socialistas reavivan de nuevo el debate con la defensa de un mecanismo que podría permitir a la ciudad ingresar un mínimo de más de siete millones de euros al año, según las estimaciones más básicas.

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